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Heraion de Peracora : La casa de la diosa

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Ya he dicho que en mi opinión los griegos sí que supieron la manera de agradar a sus dioses: levantando para ellos bellos templos en inmejorables sitios. El de POSEIDONen el cabo Sunio (ver entradaaquí) es una muestra de ello. Confirmamos la idea cuando visitamos el HERAION de PERACORA,  hermoso santuario de la diosaHERAsituado al este del golfo de Corinto.
 

Hasta allí llegamos luego de pasar la noche en LOUTRAKI y de haber visitado la increíble MICENAS(ver entrada anterior) y tal y como me lo había dicho mi hermana el sitio quita la respiración. Era octubre y apenas si había turistas en los sitios a los que fuimos lo que no esperaba era que este nuevo lugar que sumamos a nuestro itinerario fuera solo para nosotros así que no podía estar más que agradecido a HERA, a su esposo ZEUS,o la providencia que fuera. 

HERAION de PERACORA. GRECIA.

Los restos de este sitio están ubicado al fondo de un pequeño barranco, exactamente en una preciosa cala bañada por el azulado y diáfano mar griego. No abunda la vegetación, la que hay es rala, pequeña, la típica que se ve en zonas áridas. Las ruinas que han quedado del templo no son numerosas ni están completas lamentablemente y es que el sitio ha tenido una azarosa historia que incluye saqueos y superposición de edificios pero lo que queda (basas de columnas y cimientos) ayuda al viajero a imaginarse con facilidad lo que debió haber habido en este maravilloso recinto religioso donde alguna vez se depositaron muchas ofrendas y regalos.

HERAION de PERACORA. GRECIA.
HERAION de PERACORA. GRECIA.
HERAION de PERACORA. GRECIA.
HERAION de PERACORA. GRECIA.
HERAION de PERACHORA. GRECIA.
HERAION de PERACORA. GRECIA.
Yo soy de los que cree en el “genius loci”, el genio del lugar, de los sitios con cierta mística. Pienso (o mejor dicho siento) que hay espacios que fueron escogidos por antiguas civilizaciones no por puro azar sino porque había, hay, en ellos cierta fuerza que invita al que lo contempla o visita a pensar o presentir su propia trascendencia. Pues bien, este sitio es un lugar ideal para presentir algo de ello. Es increíble como en el pasado guardábamos estos lugares para levantar espacios sagrados dedicados a divinidades y su culto y ahora los separamos para levantarles sus mansiones a los magnates. Bueno, los dioses cambian. El de hoy es puramente metálico, ya se sabe. 
 

Aunque, valgan verdades, hay lugares sagrados de la antigüedad que todavía son usados para ensalzar cierta mística. Por ello no es de sorprender que se haya levantado una pequeña iglesia ortodoxa sobre el acantilado que da hacia estas ruinas. En la puerta del diminuto templo estaba sentado el guardián de HERAION, ¡qué trabajo, cuidar este lugar mirando todos los días este paisaje de ensueño!

HERAION de PERACORA. GRECIA.



Para seguir con el rollo místico parece que no solo somos los bípedos los únicos que sabemos escoger bellos sitios para adorar o pasarla bien sino también los amigos de 4 patas: vimos unos gatitos que tomaban el sol bien apoyados sobre muros y columnas que antaño sostenían templos griegos. Era todo un placer verlos así tan relajados y felices. ¡Qué ser vivo no es feliz en un sitio así!

HERAION de PERACORA. GRECIA.
Volvimos a la parte alta del acantilado y desde allí vimos con más tranquilidad el faro del siglo XIX que guía a los barcos que rondan por le mar de Cortino. Más atrás, se extendían las altas montañas de la Grecia Continental que esperaban por nosotros. 

HERAION de PERACORA. GRECIA.
HERAION de PERACORA. GRECIA.

Pero antes de dirigirnos hacia esa zona nos fuimos a ver el lago VOULIAGMENIS (a 3 kilómetros del HERAION), otro sitio asombroso (perdonen el uso de epítetos tan esplendorosos pero es que es imposible no hacerlo para referirse a estos lugares)  pero no dedicado a los dioses (aunque alguna ruina queda por allí) de la antigüedad sino al turismo que se hace evidente en los lujosos hoteles que hay alrededor. 

Lago VOULIAGMENIS. GRECIA.

El lago parece más bien una piscina calma y hecha a medida de niños pues no es muy profunda y tiene un color limpio que transparenta todo lo que hay debajo. Debe ser una maravilla bañarse allí sobre todo para alguien como yo que no tiene ni idea de cómo nadar. El hecho de estar a pocos kilómetros de Atenas convierte a este sitio, en los meses de verano, en un lugar hiperpoblado así que lo repito: era octubre… y tuvimos la playa solo para nosotros… y un gato (sí, ¡otro gato!) que nos persiguió por donde camináramos y hasta se apuntó para salir en nuestra foto.

Lago VOULIAGMENIS. GRECIA.

Por lo que me comentaron las aguas del lago son buenas para enfermedades de la piel y huesos pues mantiene una buena temperatura casi todo el año y por eso cobran la entrada pero a nosotros nadie se nos acercó a cobrarnos nada ya que como lo he dicho éramos los únicos visitantes así que seguramente no había cuidador alguno por allí. Ventajas de viajar fuera de temporada. 

Lago VOULIAGMENIS. GRECIA.
Lago VOULIAGMENIS. GRECIA.

Subimos al coche y bordeando la fantástica costa del Peloponeso, que ahora sí dejábamos, nos fuimos a buscar el puente que une esta zona de Grecia con la parte central del país. Pero hicimos un pequeño descanso para ver una curiosidad: EL CANAL DE CORINTO que seguramente en su época (siglo XIX) fue la maravilla de las maravillas pero que ahora ha quedado obsoleto pues los barcos, muchos más grandes y fuertes que en el pasado, no tienen problemas en cruzar todo el cabo. Sin embargo es interesante ver desde arriba los 23 metros de anchura de este canal donde, pese a todo, se puede ver todavía algún pequeño carguero cruzando.

CANAL DE CORINTO. GRECIA.
 Ahora sí,  continuamos por las carreteras del PELOPONESO hasta que poco antes de llegar a PATRAS vimos por fin el largo puente que se eleva sobre el mar de Corinto y que nos llevaría hasta nuestro encuentro con una Grecia que todavía no conocíamos: la central, y allí nuestra primera parada sería nada más y nada menos que el ORACULO DE DELFOS, pero de todo ello hablaremos en la entrada siguiente. Esperamos verte por aquí de nuevo viajer@. Saludos.

Pablo

Desde el Peloponeso a Grecia Central.

DATOS UTILES

  • No se cobra entrada al HERAION de PERACORA.

¡Extra, extra!: ya salió la revista VIAJEROS

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Estimados (improbables) lectores, debo pedir disculpas pues he tenido el blog bastante abandonado y no he podido responder las últimas consultas que a modo de comentarios han tenido la amabilidad de dejar. El trabajo y los estudios juntos han alterado todos mis horarios y mientras que me voy acomodando a todo ello apenas me queda tiempo para pocas cosas.



No he viajado últimamente aunque sí he salido a divertirme un poquito (no solo de escribir vive el ser humano, ya se sabe), y aunque el cuerpo pida viajar tomar la mochila y largarme debo esperar un poco más, mal que me pese. Aunque en estos días he viajando con recuerdos (una feliz manera de hacerlo, por lo demás) y he escrito (al menos con fragmentos que se pegan de alguna misteriosa manera en mi mente) dos entradas que me faltan para completar el ciclo “GRECIA” (uno sobre el oráculo de DELFOS y el otro sobreMETEORA, lugares que he tenido la fortuna de conocer hace algún tiempo).



      La bueno es que en medio de todo este barullo de apuros y obligaciones recibí la buena noticia de que ha salido a la venta el, por ahora, último número de la excelente revista peruana VIAJEROS. Ya en más de una entrada he dejado bien clara mi admiración (y casi fanatismo) por esta gran publicación que es una especie de rara avis en la prensa peruana donde ya no se publican revistas que tengan como eje los viajes. Recuerdo que hasta no hace mucho se publicaban algunas de notoria calidad como BIENVENIDA o RUMBOS, al menos la última sigue viva en el mundo virtual con una excelente página que siempre consulto. Afortunadamente la terquedad y pasión de GUILLERMO REAÑO, director de VIAJEROS, permite que todavía la revista siga publicándose y continúe aportando un interesante punto de vista en cuanto a la conservación, el desarrollo responsable, el “viajerismo”, y otros temas estimulantes.



Este nuevo número es especial para mí porque Guillermo ha aceptado generosamente publicar un artículo mío en el que cuento sobre mis andanzas por las bellas costas cantabras. Eso es casi como un sueño para mí pues no puedo dejar de recordar mis tiempos de estudiante de turismo cuando me compraba la revista y me la leía entera y soñaba con poder publicar alguna vez algún artículo en ella (aunque soy uno de los bloggers en la versión virtual) y ahora, saber que he podido escribir allí es completamente satisfactorio: es como si Messi me haya llamado para jugar en su equipo. Disculpen el entusiasmo.



       No he podido tener aún la revista en mis manos pero ya me han prometido enviármela aquí a Santander, donde vivo, así que estoy esperando ansioso y esperanzado. Espero que ustedes se animen a comprar esta excelente publicación (excelente no por que escriba yo allí, obviamente, sino por quien la dirige y por los colaboradores que son gente que sabe de lo que escribe y, sobre todo, sabe cómo contarlo) porque en verdad vale la pena y además no tienes que hacer un gran esfuerzo solo llamar al 941114564 y ellos te lo llevan a casa o a la oficina. El precio es 15 soles, baratito nomás. ¡Anímense viajeros!
 
Costa cántabra. España.
 Les envío un gran saludo y abrazos a todos ustedes, y mi público agradecimiento a Guillermo y a sus colaboradores. Prometo volver en unos días con alguna nueva entrada. ¡Ufff! Tengo tanto por escribir; todavía me queda narrar mis andanzas por las orillas del TITICACA, mis caminatas por MOQUEGUA y el arequipeño valle del COLCA, las aventuras que tuve en la HUACACHINA, y el placer vivido en algunas ciudades bávaras y rincones poco conocidos de MUNICH (Alemania); en fin, de solo pensarlo pienso en tirar la toalla y dejar este blog.



      Saludos y gracias por todo viajeros.



Pablo.

Oráculo de Delfos: el lenguaje de los dioses

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Los peregrinos que venían a este lugar hace cientos de años tenían motivaciones distintas a las que tienen los de ahora. Hoy no venimos con ansias de que un dios nos responda preguntas, no, pero imagino que al igual que los que sí lo hacían hace mucho tiempo no podemos dejar de tener en el corazón esa fascinación que se siente cuando uno se encuentra en un sitio maravilloso. Y sí, eso a veces es Grecia: un sobresalto tras otro… demasiados prodigios juntos, demasiados. Pero de todos quizás sea este el que tiene una especie de espíritu penetrante, fuerte. 
DELFOS - GRECIA.
El paisaje que rodea a este lugar que era el “centro del mundo” para los antiguos griegos tiene mucho que ver en esa emoción que se despierta en el viajero. Situado a las faldas del famoso PARNASO, con las aguas del golfo de Corinto brillando no muy lejos, y los bosques de cipreses y olivos que parecen no dejar espacio en donde no hayan impuesto su verdor, todo confabula para queDELFOS tenga mística. Arriba el cielo era claridad pura y dejaba pasar la delicada luz solar de octubre, ese mismo cielo en donde según la leyenda se encontraron las águilas que ZEUS liberó desde lugares opuestos del mundo; tal prodigio indicó el lugar donde había que construir el oráculo de APOLO. Hombres, representantes de ciudades o reinos, todos aquellos que necesitaban consultar el futuro llegaban hasta aquí, dejaban un exvoto y obtenían una respuesta, normalmente enigmática.
DELFOS - GRECIA.
DELFOS - GRECIA.
DELFOS - GRECIA.
Dicha consulta se hacía en la parte más alejada del templo, lugar que se supone fue absolutamente destruido por furiosos cristianos en el 393 de nuestra era. El sitio exacto fue aparentemente una especie de pozo de donde salía el “aliento divino” y sobre el cual se ubicaba un trípode en la que reposaba el personaje más importante: la pitonisa.
DELFOS - GRECIA.
DELFOS - GRECIA.
DELFOS - GRECIA.
Es interesante saber que recientes estudios (citados por Piere Léveque en su magnífico “Tras los pasos de los dioses griegos”) desmienten la idea de que ese ser que era la intermediaria entre los dioses y los hombres respondiera a las preguntas de los peregrinos de forma histérica. Parece que todo fue un ardid de los cristianos que querían dejar en claro que los helenos eran una religión burda y salvaje. No, no hubo gritos, ni humo mefistofélico, ni emanaciones que hiciesen delirar a la pitonisa (según estudios geomorfológicos del terreno). De hecho el historiadorPLUTARCO, quien fuesacerdote de este santuario en el II después de Cristo, escribió que el sitio tenía “aromas comparables con los más suaves y preciosos perfumes”.
DELFOS - GRECIA.
DELFOS - GRECIA.
DELFOS - GRECIA.



Pero eso sí, había que estar muy atento. A veces la respuesta de los dioses no era lo que se pensaba. No había que tomárselo al pie de la letra. Célebre es el caso de el rey CRESO de LIDIA quien preguntó si debía atacar a Ciro el Grande de Persia, el oráculo respondió que si cruzaba un río destruiría un imperio. Creso cruzó el HALIS y sí, hubo un imperio destruido: el suyo. Otras historias son muy curiosas PINDARO cuentan que BATO, ciudadano de TERA, preguntó cómo curar su tartamudeo y le recomendaron irse al Africa a conquistar Cirene, una vez allí vio un león en el desierto y fue tal el susto que acabó curando su mal.
DELFOS - GRECIA.
DELFOS - GRECIA.
DELFOS - GRECIA.
Las ideas de purificación y expiación estuvieron también relacionados al gran santuario de DELFOS: se dice que ORESTES vino aquí luego de asesinar a su madre y huir de MICENAS (sobre este sitio ya hemos escrito anteriormenteaquí). No por algo vivían en el santuario sabios que no solamente “traducían” lo que la pitonisa comunicaba por encargo de la divinidad sino que también aconsejaban: en el gran templo se podían leer máximas como por ejemplo “nada de excesos” o el famoso “conócete a ti mismo”.

Asimismo, DELFOS congregaba a deportistas que venían a celebrar los juegos píticos, motivo por el cual había un estadio. Luego de las competiciones se celebraban justas teatrales y musicales en el teatro ubicado en la parte alta de este espacio sacro. Lamentablemente había habido algunos desprendimientos de tierra en la época en que visitamos el lugar por lo que la entrada a esa parte estaba prohibida.
DELFOS - GRECIA.
DELFOS - GRECIA.
DELFOS - GRECIA.
DELFOS - GRECIA.
Adonde sí pudimos entrar es al magnífico museo de sitio que en mi opinión es solo superado por el del ACROPOLIS (ver aquí). Dentro hay cosas maravillosas como la grandiosa ESFINGEde NAXOS, los ornamentos esculpidos en la zona de los tesoros, los frontones de los varios templos que tuvo APOLO, el conjunto de las “tres niñas bailando”, la columna de acanto, el retrato de ANTINOO;  pero por sobre todo la broncínea y fantástica escultura llamada EL AURIGA, aunque en verdad es la representación de un cochero que seguramente era parte de un cuadriga; la fuerza y algo fría inexpresividad que refleja esta pieza es algo que no hay que perderse.
DELFOS - GRECIA.
DELFOS - GRECIA.
DELFOS - GRECIA.
DELFOS - GRECIA.
DELFOS - GRECIA.
DELFOS - GRECIA.
Desde el museo nos acercamos hasta el RECINTO MARMARIA o “cantera de mármol” (está algo alejado) que es desde donde se puede ver la imagen típica de DELFOS: en una planicie está el santuario de ATENEA en cuyo centro se elevan las 3 columnas del THOLOS circular que fueron levantadas en 1938 para darse una idea de cómo fue el sitio que en el pasado contaba con 20. Esta parte es realmente magnética, caminar alrededor de ese círculo te hace pensar que todo esto es una puesta en escena para una película o una historia alucinante en donde tú eres el protagonista… toda esta sensación se elevó a la máxima potencia por ser nosotros los únicos en esa zona… el silencio alrededor era tal que parecía que nada ni nadie había llegado a ese lugar antes que nosotros.
DELFOS - GRECIA.
DELFOS - GRECIA.

El silencio, sí, eso era lo que le daba a todo el ambiente esa magia. Es raro, sí, raro; un sitio que tuvo como razón de ser el hablar, la expresión, el decir, el transmitir mensajes que la inmensas divinidades enviaban a los hombres, era ahora un sitio quedo, donde lo único que expresaba algo era el mutismo total. Todo era ruinas, olvido; no había ya ni pitonisas, ni sabios que tradujeran los enigmas divinos. La voz que hablaba a los hombres era ahora una garganta reseca, callada, saqueada, teñida de olvido. Jacques Lacarriere traduce una emocionante respuesta que el oráculo envío al emperador JULIANO EL APOSTATA: “Decidle al emperador que este bello edificio está derruido, que Apolo ya no tiene un lugar ni un laurel proféticos, y en silencio ha quedado el agua que murmura”. El viejo centro del mundo es hoy sólo un confín derruido, abandonado.
DELFOS - GRECIA.
Nos vamos. METEORA y sus monasterios cristianos (sí, cristianos como los que dieron la estocada final a DELFOS) nos esperan, pero antes pasamos por ARACHOVAdonde nos metemos a un bar a tomar el clásico café griego. El sitio tenía la suerte de tener al lado una pequeña fuente por el cual salía el agua que bajaba desde el sagrado monte PARNASO. Llené una jarra y bebimos agua divina. ¡Qué lujo!

ARACHOVA - GRECIA.
Ahora sí, ya estábamos listos para METEORA, hasta entonces viajeros.

Pablo
DATOS UTILES

  • El santuario de Delfosse ubica amás de dos horas de Atenas en bus. El transporte parte desde KTEL, una terminal en el centro de la ciudad. Por lo que averiguamos el precio del billete de ida era 15 euros. Ojo es un dato del 2009.

  • El preciode entrada a las ruinas es 6 euros pero por haber habido algunos derrumbes la vez que fuimos nos dejaron pasar sin pagar. Donde sí hay que hacerlo es en la visita al museo: 6 euros o 3 si eres estudiante.

De Churín a Rapaz : de aguas termales, ruinas e iglesias coloniales

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CHURIN, es un tópico en cuanto a turismo local peruano. Muchos limeños (sobre todo los de edad avanzada o los que sufren alguna dolencia a los huesos o a la piel) van hacia ese pueblo –cercano a la capital- en busca del paliativo que generosamente ofrecen las aguas de los baños termales (balnearios dirían en España) del lugar. Siempre tuve curiosidad por conocer CHURIN pero yendo más allá del tópico y ver qué otras cosas había por allí aparte las milagrosas aguas.

Baños de Mamahuarmi. Churín - Perú.
Baños de Huancahuasi. Perú

      Así que no pudo caer en nuestras manos nada mejor que un antiguo ejemplar de la excelente revista peruana sobre turismo cultural llamada “Bienvenida” (AÑO XII No 52) en la que se hablaba sobre una serie de iglesias de la época colonial (cerca de 40), ubicadas en la provincia de Oyón (a 260 kilómetros de Lima, cerca de la zona de CHURIN), unas pequeñas joyas apenas visitadas. En el artículo se consideraba como las más importantes aquellas ubicadas en los poblados de Andajes, Pachangara, Quichas, Picoy, Canin, Lancha, Navan y especialmente la del pueblito de Rapaz, iglesia a la que conocen como la Capilla Sixtina de la sierra de Lima por sus pinturas murales solamente comparables en el Perú a las de los templos de Andahuaylillas o Huaro(los cuales conocí y sobre los que escribí) en el Cuzco. En algunas de estas iglesias la cooperación internacional ha invertido dinero para restaurarlas y salvar las riquezas que albergan pues tal era su estado de abandono que en el año 2002 fueron incluidas en un listado de la “World Monument Watch” como monumentos en peligros de extinción.


Iglesia de Andajes. Perú.
Iglesia de Picoy. Perú.

     Nuestra primera intención era visitar todas esas iglesias pero el difícil acceso a muchas de ellas, y el poco tiempo con el que contábamos, nos llevó a tener que elegir solo algunas. Incluimos también en nuestros planes el disfrute de algunos de los baños de aguas termales que se pueden encontrar en la zona y que son el principal motivo por el que es tan famosa. 


EMPIEZA EL VIAJE: SAYAN ES UN DULZOR.

     Para llegar hasta esa parte de las sierras limeñas partimos desde la capital peruana (ver DATOS UTILES abajo) hasta la norteña ciudad de HUACHO y desde allí llegamos hasta SAYAN, pueblo que fue nuestra primera parada. 

     Éste es un sosegado lugar donde la gente disfruta casi todo el año de un envidiable clima cálido. Tiene una plaza limpia y simpática en cuyas cercanías se encuentran un par de buenos hoteles. Un lugar imperdible –siempre en la plaza- es la centenaria tienda de dulces LUMBRE donde se hacen unos pastelillos que causan adicción por lo buenos que están. Probar sobre todo sus alfajores que son un invento celestial. Hay también en Sayán un museo ubicado en la casa donde estuvo alojado el libertador del Perú Don José de San Martín. Ahora se muestran allí ceramios, fotos de antiguas familias del pueblo y mapas. La entrada es 1 sol, aunque cuando quisimos pagar no había nadie quien nos cobrase.
 
Plaza de Sayán. Perú. Foto de https://www.airbnb.es/
Dulces Lumbre en Sayán. Foto de http://www.rumbosdelperu.com/index.html
Museo de Sayán. Perú.
      Luego de almorzar nos fuimos hasta la entrada del pueblo a tomar un coche que nos llevó, a través de un territorio cuya sequedad solo se interrumpe por el milagro del río Huaura que permite tener aquí una fertilidad inaudita, hasta nuestro próximo destino: CHURIN (ver DATOS UTILES abajo). Decidimos tomar como centro de operaciones este pueblo, encajonado en un estrecho valle, por sus numerosas alternativas de alojamiento, restaurantes y demás servicios. Allí parece no faltar nada pues se ha ido desarrollando poco a poco desde principios de los 90 gracias a sus balnearios de aguas minero medicinales, sobre los que hablaremos en la próxima entrada. Hasta entonces viajeros. 

Pablo


DATOS UTILES


  • Para llegar a CHURIN se puede tomar un bus en la Calle Zavala, en el centro de Lima. El precio es normalmente 20 soles y el tiempo de viaje 6 horas. Algunas de las compañías que cubren esta ruta son Estrella Polar, Beteta, Armonía o Espadín (todas de igual calidad de servicio: digamos, intermedio). Pero nosotros preferimos no ir directamente sino conocer algunos pueblos de la ruta, por lo que salimos desde el terminal PLAZA NORTE en el distrito de San Martín de Porres (de lejos la mejor terminal de Lima: moderna, limpia y segura) que era más conveniente para nosotros pues vivíamos en el sector norte de la capital. Si tú vives o estás alojado en el centro o en el sur de Lima (Miraflores, p.e.) es mejor tomar los buses que salen desde la calle Zavala pues los tendrás más cercanos.

  • En PLAZA NORTE tomamos un bus de la empresa Z-BUSS hacia HUACHO. Precio: 10 soles. Tiempo de viaje: 2 horas y 20 minutos de viaje.

  • En Huacho nos bajamos en la primera terminal y tomamos un moto-taxi (1,50 soles por 2 personas)  que en menos de 10 minutos nos llevó hasta el paradero de autos que salen hacia SAYAN. Allí tomamos un taxi-colectivo que en 50 minutos nos llevó (hasta SAYAN). Pasaje: 5 soles. 

  • Para continuar hay que ir a la entrada de Sayán donde se pueden encontrar los autos y combis (servicio diario y fluido) que van hasta CHURIN. El precio del pasaje es el mismo sea que viajes en combi o en autos: 15 soles. Creo que conviene más ir en combi ya que curiosamente se llenan más rápido. El viaje lleva casi 2 horas y va por una buena carretera que se adentra en las sierras a través un valle cálido.


Datos del 2010.

Un mapa con la ruta hecha desde Lima hasta Rapaz, pasando por Huacho, Sayán, Churín y Huancahuasi.


Ver mapa más grande


Meteora: los hombres hambrientos de Dios

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Para Pilar, con amor. 

Dicen que al principio, es decir, en el año 985, las torres de caliza de METEORA fueron usados como retiros espirituales. Debe haber sido Barnabas el ermitaño que entonces conoció este sitio y se dio cuenta que allí latía algo parecido a la divinidad. Decidió retirarse del mundanal ruido y empaparse de esa divinidad desde el húmedo y silente refugio de una cueva ubicado en este lugar. Desde entonces empezaron a llegar más hombres hambrientos de un dios a quien solo podían considerar posible en un sitio como este. No debió haber sido difícil estar de acuerdo con ellos: el sitio es un pedacito de paraíso clavado en el mundo.

METEORA - GRECIA.
Pero de toda la belleza de este paisaje no nos dimos cuenta sino hasta el día siguiente a nuestra llegada a KALAMBAKA, pequeño poblado ubicado a los pies de las montañas de METEORA. Y es que habíamos llegado ya bien entrada la noche, cansados de haber cruzado media Grecia desde el Peloponeso (donde habíamos visitado DELFOS, ver entrada anterior) hasta Grecia Central, a través del golfo de Corinto. Kalambaka nos recibió con una lluvia fina pero persistente. Detrás de las sombras que circundaban esa parte del mundo se podía advertir el gran tamaño de las montañas como monstruos silenciosos que nos mirasen atentos desde el cómodo refugio de la oscuridad.

Hay poco que hace que Kalambaka, de histórico no tiene casi nada pues fue destruida por los nazis durante la guerra, así que no queda más que dejarse llevar por el placer. Comimos unos deliciosos souvlakisde tamaño monumental y luego fuimos por algunos bares probando la reciedumbre liquida del ouzo y otros líquidos espirituosos. Los antiguos eremitas nos habrían reprochado tal laxitud. El reproche pudo haber causado efecto: desperté en medio de la madrugada con un dolor de cabeza descomunal. De esos que te hacen jurar que nunca más beberás y que si se te cura rápido el dolor te volverás un ermitaño dedicado a la contemplación y la adoración. En fin, al día siguiente, una ducha reparadora, un desayuno generoso y el aire fresco ayudaron a la recuperación. 
 
Por fin, ya estábamos en el coche. Era hora de empezar la subida hacia las increíbles torres de la gran Meteora. Pasamos por un pueblo pequeño llamado KASTRAKI donde se pueden dormir en  campings bien acondicionados y desde donde se puede caminar hasta los monasterios. Hasta que llegamos. 

METEORA - GRECIA.
Posiblemente no me vaya a olvidar jamás de la primera vista: el monasterio de VARLAAM emergió como un navío estancado en medio de un mar de niebla o como una nave suspendida en el aire (de hecho Meteora viene de meteoros lo cual significa “suspendido en el viento”). Sus tejados rojos, sus ventanales y balcones, la falta de ornamentación llamativa que parece indicar que no hay intención de alterar, ni de aumentar, ni retocar nada en un lugar que no necesita artificio porque ya es por sí mismo bello.  Superpuesto allí arriba, sobre esas alturas demenciales, parece un desafío a la racionalidad haber construido tan bella arquitectura sobre la cima de una montaña y a unos pasos de un abismo que cubierto por la niebla parecía inacabable.


METEORA - GRECIA.
No entramos en él porque aunque solo quedan 6 de los 23 monasterios que un tiempo aquí hubo habríamos necesitado más de un día para visitarlos todos con calma. Así que tuvimos que ser, dolorosamente, selectivos. Nos fuimos al monasterio que se ubica al frente de Varlaam, y que seguramente es el más famoso e importante de todos por ser centro administrativo de estos recintos religiosos: MEGALO METEORO o GRAN METEORO.

METEORA - GRECIA.
METEORA - GRECIA.
METEORA - GRECIA.
Es el monasterio más elevado y quizás el más impresionante. Desde sus 613 metros de altura la vista de la verde llanura tesalia, sobre la que se retuerce mansamente el  río Peneo, te deja boquiabierto. Sin lugar a dudas la visita a este sitio es una experiencia magnífica. Puedes conocer desde lugares tan mundanos como el refectorio y los almacenes hasta rincones más espirituales como una especie de osario donde los cráneos de los monjes es expuesto ordenadamente como si fueran libros bien dispuestos en polvorientas estanterías o la iglesia central (KATHOLIKÓN) cubierta de murales y trabajos del tan hermoso y tan injustamente olvidado arte bizantino. Un detalle importante es que aunque las mujeres pueden entrar lo deben hacer con unas faldas que se ofrecen (gratis) en la entrada del monasterio. Esto puede parecer chocante pero no lo es tanto si se compara con la costumbre de los monasterios del monte ATHOS donde no pueden entrar no solo mujeres sino todo aquello que sea femenino. 

METEORA - GRECIA.
METEORA - GRECIA.

METEORA - GRECIA.
METEORA - GRECIA.
METEORA - GRECIA.
METEORA - GRECIA.
METEORA - GRECIA.
METEORA - GRECIA.
Hay una parte en MEGALO METEORO  desde donde puedes observar las otras montañas coronadas por otros monasterios y debajo el espectáculo que han dejado fuerzas antediluvianas: prominencias erosionadas y resquebrajadas por la persistencia del agua como si fueran saurios verdosos, congelados por siempre en un movimiento sereno, nada trágico. El día nunca aclaró, tampoco oscureció, todo estaba poseído por una luz nimbada que vestía a este maravilloso espacio de un atmosfera sugerente, misteriosa.

METEORA - GRECIA.
De regreso al coche continuamos por la sinuosa carretera que une toda esta zona. Es imposible no tener la cara pegada al cristal mirando atentamente la silueta de los monasterios que uno se va encontrando en el camino. Las paredes de los cerros están cubiertas de un tapiz verdoso que es producto de la humedad que trae la niebla que parece nunca disiparse ni huir de aquí. Se suceden montañas y rocas de formas llamativas, moles redondas que parecen monstruos domados. De pronto aparece la puntiaguda forma de la montaña sobre la que se encuentra el pequeño monasterio de ROUSÁNOU o el de la SANTA TRIADA (AGIAS TRIADOS) donde alguna vez JAMES BOND vino de aventura en la película FOR YOUR EYES ONLY. 

METEORA - GRECIA.
METEORA - GRECIA.
Alcanzamos finalmente el monasterio de SAN ESTEFANO(AGIOS STEFANOS). No es tan impresionante y se nota que ha sido renovada pero no le falta encanto. Quizás al principio uno se olvida un poco de la mística porque ya aparecen en algunas de las oficinas gente que te vende deuvedés y demás suvenires. Pero una vez dentro el visitante puede pasear por jardines y patios donde no hay más bullicio que el agua que fluye por canales o el trino de alguna ave cuya localización no se puede advertir: ¡dan ganas de hacerse monje y alejarse de todo para irse a vivir allí!

METEORA - GRECIA.
METEORA - GRECIA.
METEORA - GRECIA.
METEORA - GRECIA.
METEORA - GRECIA.
Pero que no te haga pensar que todo fue paz para estos monasterios. Los tentáculos del mundo y su salvajismo llegó hasta aquí muchas veces y se sabe de ellos por las terribles historias que se conocen (algún monje descuartizado incluido): los cenobitas no tuvieron mejor idea que aislarse completamente de la tierra teniendo  comunicación con él más que por un ingenioso mecanismo de redes, sogas y cabestrantes que les permitían descender desde la cima de las montañas donde construyeron sus iglesias hasta abajo, en la sima, donde rugía el mundo del que se habían separado. Hay una historia que leí en el Lonely Planet que cuenta que cuando los afligidos visitantes les preguntaban a los monjes cada cuando cambiaban las sogas estos respondían que “cuando el señor los dejara romperse”. ¡Glup! Pero tranquilos desde los años 20 del siglo pasado todos los monasterios cuentan con larguísimas escaleras que te permiten un seguro, aunque algo fatigante, acceso. 

METEORA - GRECIA.
METEORA - GRECIA.
La lluvia nos sorprendió al regresar a ATENAS. Nos detuvimos por un café cerca de LARISA. En la capital griega iríamos al día siguiente a caminar por unos senderos que se ubican cerca del barrio de Dionisios, donde estábamos hospedados. A través de un bosque quemado (los incendios del 2009 habían devorado gran parte desea zona boscosa) llegamos hasta una vieja cantera de mármol y luego encontramos unas pequeñas iglesias ortodoxas griegas en algunos claros y tuvimos la inabarcable Atenas a nuestros pies.

NORTE DE ANTENAS - GRECIA.
NORTE DE ANTENAS - GRECIA.
Al día siguiente había que regresar a Londres, a seguir con nuestras vidas pero es obvio que después de un viaje como este ya nada es lo mismo. Es imposible no pecar de cierto banal orgullo y decir que estuviste en Grecia; y aunque eso es común parece que Grecia siempre es visitada por primera vez por todos, es como un pequeño paraíso que se redescubre en cada nueva mirada. Es una pena lo que pasa ahora (2013) en ese país; la exaltación de los extremismos imbéciles en un país que nos enseñó a apreciar la libertad, el castigo a la que la someten los especialistas del cálculo financiero, las quejas de muchos al ver con ojos moralistas la forma de vivir de los griegos que nos enseñaron a apreciar justamente la vida. En fin, me gusta la frase de José Emilio Burucúaque cita Alberto Manguel en Babelia del 03 de agosto de 2013: habría “que hacer bien las cuentas, convencer a los banqueros de que la deuda, más que de Grecia, sigue siendo con Grecia”. ¡Gracias por todo Grecia!

Pablo

DATOS UTILES


  • La entrada a los monasterios costaba entre 2 y 3 euros.
  • Recordar que no se permite entrar con partes desnudas del cuerpo: es decir hay que entrar con pantalones y sin tener los hombros al aire.
  • Los monasterios pueden ser visitados a pie pero para eso necesitarías todo el día por lo menos. Si viajas en Agosto recordar que es muy caluroso y debes llevar agua aunque en algunos monasterios se venden también botellas.
  • Hay un bus que sale desde Kalambaka en la mañana y regresa en la tarde desde MEGALO METEORO (1,20 euros el pasaje, precio del 2009). Eso te permite visitar al menos 4 monasterios (AGIOU NIKOLAU, VARLAAM, ROUSANOU y MEGALO METEORO) y luego regresar a Kalambaka con el bus.

La poesía del viaje: Nicolás Bouvier (2)

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En la geografía como en la vida, el vagabundo imprudente puede llegar a una zona de silencio, a uno de esos periodos de calma vacía en que las velas colgantes condenan a una tripulación entera a la demencia o al escorbuto. Es raro que alguien se tome la molestia de prevenirlo.


No se viaja para adornarse de exotismo y de anécdotas como un árbol de Navidad, sino para que el camino nos desplume, nos enjuague, nos exprima, nos ponga como toallas raídas por los detergentes que ofrecen con un pedazo de jabón en los burdeles. Se aleja uno de las coartadas, de las maldiciones natales, y en cada fardo mugriento llevado a cuestas en salas de espera repletas, en los pequeños andenes de estación, abrumadores de calor y de miseria, lo que uno ve pasar es su propio ataúd. Sin este desapego y esa transparencia, ¿cómo esperar que los demás vean lo que uno ha visto? Volverse reflejo, eco, corriente de aire, mudo invitado al pequeño rincón de la mesa antes de decir cualquier cosa.


Mi cabeza se resiste a abrirse y me duele. Con frecuencia lloro sin saber por qué. Los empleados de correos me pierden con arrogancia esas cartas de Europa que necesito tanto como la sangre. Así que me quedé en la última, en donde ustedes me dicen que esta estadía no me sirve de nada, que la isla me está quemando los nervios y que no es posible encargarse de lo que les envío, pues el lector occidental no está preparado. Estoy de acuerdo, pero viajo para aprender y nadie me había enseñado lo que estoy descubriendo aquí. 


No se viaja sin conocer esos momentos en los que todo aquello de lo que uno estaba seguro se escabulle y nos traiciona como en una pesadilla. Detrás de ese desenlace aterrador, más allá de ese punto cero de la existencia y del final del camino, debe de haber todavía algo más. 

Nicolás Bouvier, El pez escorpión, Editorial Altair



Camino Inca a Machupicchu: el alma mineral

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¡Ay, Machu Picchu, pobre rostro mío,
Mi alma de piedra,
Exacta y rompidísima,
Innumerable e idéntica,
Vuelo del alma mineral,
Esencia de conciencia de relabrada fuerza!…
Martín Adán


(Introito, Santander, algunos años después)

Así que allí estaba yo. En el kilómetro 82 o Piscaycucho. Al mando de un grupo de turistas noruegos, en pleno Octubre, con cielos encapotados cuya grisura nos avisaba de una amenaza de lluvias. Por fin a punto de iniciar la caminata de mi vida. Trataba de aparentar tranquilidad, profundo conocimiento del lugar por donde íbamos a caminar. No quería que los nórdicos notaran que quien iba a dirigir y coordinar su viaje era una persona que como ellos iba a tener el placer de pisar por primera vez el alucinante Camino Inca que lleva hasta Machu Picchu.  

    ¿Cómo había llegado yo hasta allí? Por pura suerte. Aunque he estudiado turismo y he dedicado mucho tiempo a formarme para guiar nunca había tenido la oportunidad de dirigir un grupo de viaje en una caminata larga, y no cualquier caminata sino uno de los más impresionantes del mundo (véase aquí lo que dice El País de España). Explorandes, la empresa en la que trabajé desde asistente de oficina hasta Tour leader, me daba la oportunidad. Así que a caminar joven… Posiblemente no vuelva a tener un trabajo parecido, y eso lo lamento. Pero qué se puede hacer... En fin, lagrimeos afuera.



     Ya había tenido la suerte de hacer otras partes de la gran vía prehispánica pero no este que lleva hasta Machu Picchu: hay que recordar que en el Perú sobran kilómetros de esa ruta: de los 40 mil que existen en los países andinos sudamericanos, 25 mil se encuentran en tierras peruanas. La gran mayoría de ellos, eso sí, no están “acondicionados” ni son tomados en cuenta por la maquinaria turística para llevar por allí a sus clientes, pero también están plagados de maravillas. Los que mejor recuerdo de esos poco visitados tramos son aquellos con los que me crucé cuando me fui caminando9 días desde lasfascinantes ruinas de Choquequirao hasta MachuPicchu; o también en la increíble zona del Pariacaca, en lasierra de Lima; o en la zona de Amazonas donde caminé por uno de los fragmentos mejor conservados del camino inca que he visto y que lleva desde Chachapoyas a Levanto. En fin, seguro que han sido más pero ahora no los recuerdo. Así que aquí va este escrito que no es sino la copia de los papeles que fui garabateando entre sudores, lluvias y campamentos bajo las estrellas –con algunos añadidos que hago ahora para darle más claridad al texto-. Posiblemente encuentres por allí mejores blogs donde haya verdaderos consejos de gente que ha ido con un grupo coordinado (no hay otro modo de acceder al Camino Inca), pero este escrito lo hace alguien que tuvo apenas que hacer mínimo esfuerzo (económico) para andar por la fascinante ruta que lleva a Machu Picchu, y todo esto porque tuvo la inmensa suerte (algún día tenía que llegar) de hacerlo como parte de su (delicioso) trabajo, como ya lo he dicho. Lo que quiero, sobre todo, es hacerte una invitación, motivarte a dar el paso: excesivamente turístico o no, el Camino Inca es una de las mejores experiencias que nadie que pueda pagarse un viaje debería perderse porque una de las mejores cosas que los viajeros pueden hacer es caminar, caminar y caminar. Además será esta la primera entrada que escribo este año a modo de desearnos suerte a todos los peruanos para que -¡ojala!- este 2014 el gran Qhapaq Ñan logre la denominación de Patrimonio Mundial dela Unesco

(Patio de un hotel en el Cusco, 17 de octubre, 2010)

He hablado con varios de los noruegos y parecen en su mayoría amables, aunque preguntan hasta por lo más mínimo en cuanto a seguridad y emergencia. Esto no es una molestia, al contrario, creo que todos deberían hacer algo como eso. Pero lamentablemente la palabra emergencia no se nos pasa por la cabeza cuando estamos de viaje, hasta que algo malo sucede claro, y entonces...

(Llactapata, 19 de octubre, 2010)

Llegamos por fin (después de casi 5 horas de camino desde el km. 82) a la zona donde acampamos: se llama Llactapata y me sorprende -todo iba a ser una sorpresa-, sobre todo porque por momentos le encuentro un cierto parecido a Ollantaytambo, lugar que visitamos ayer: ya sabes, andenerías inmensas que ascienden de forma vertiginosa y que le dan al sitio un aspecto de fuerte, de lugar impenetrable. Cuando llegamos todo está armadito: las carpas, el agua caliente, el baño, la comida recién hecha que empieza a oler: los porteadores son los héroes, puedo estar aquí yo con un idioma más, con un par de libros leídos, pero poco sirve, la columna vertebral de esta experiencia son ellos y de ellos dependemos. No podemos sentirnos más seguros, ni agradecidos.

Camino Inca. Cusco - Perú.

Camino Inca. Cusco - Perú.
Camino Inca. Cusco - Perú.
(Llulluchapampa, 20 de octubre, 2010)

Amaneció frío, aunque no tanto como imaginé que iba a ser. El verano en el hemisferio sur no está lejos, y eso se nota. Continuamos el camino de subida desde Llactapata, a través del valle de Cuscichaca, y pasamos por pequeños villorrios de contadas casas donde apenas llamamos la atención de los nativos: están acostumbrados a ver hordas de gringos por sus pagos. Vi en las puertas de algunas casas que la gente del lugar ofrece ciertos servicios y lo anuncian en inglés: algunos mensajes tienen gracia, te arrancan una sonrisa (ver fotos). Hasta que por fin llegamos al poblado de Huayllabamba. Elkin, el guía con el que trabajamos juntos para dirigir este grupo (también estuvo María, una chica muy diligente y amable) me llamó a un lado y me dice que hay una cosa donde una señora que siempre da de comer a los guías: un cuarto oscuro, teñido por el humo de la leña, un olor a carne y especias, el cacareo de una gallina que revolotea la tierra, el mugido lejano de un animal.

Camino Inca. Cusco - Perú.
Camino Inca. Cusco - Perú.
Camino Inca. Cusco - Perú.
Comemos tranquilamente. Pasan los porteadores cargados de esos bultos inmensos: de nuevo el sentimiento de agradecimiento y de culpa… Hacer este camino no sería posible, a no ser que se usen animales pero su uso dañaría el mismo camino y quizás harían que ande por aquí más gente de la que debe. No puedes dejar de pensar en la disyuntiva: unos hombres que hacen posible que viajes con comodidad y cuyo esfuerzo permite que el patrimonio se mantenga en buen estado… pero, ¿y ellos?, ¿sus espaldas?, ¿su salud?, ¿están afiliados?, ¿tienen seguro médico?... cuando intento hablar con uno de ellos me cambia el tema… sé que la empresa para la que trabajo se preocupa mucho por el trato a su gente (de hecho la recomiendan en el Lonely Planet y en diarios importantesde España y a ha ganado premios por buenas prácticas turísticas), pero esto que debería ser normal casi siempre es excepción: abundan los casos de explotación de varios “empresarios” inescrupulosos.

Camino Inca. Cusco - Perú.
Camino Inca. Cusco - Perú.






No es una norma pero habitualmente cuando uno paga un servicio de agencias comprometidas con buenas prácticas, y que respetan el trabajo de los porteadores, el precio del tour es elevado (eso salta a la vista, no hay que ser zahorí). Si pagas algo mucho más barato, es obvio que la calidad del servicio no va a ser el mismo y que el pago a los porteadores va a ser ínfimo. Eso hacen muchas, muchísimas, agencias, sobre todo aquellas que se meten al turismo como quien se mete a ser marchante de arte habiéndose dedicado toda su vida a la demolición de edificios: es decir, sin idea y sin estar enterado de conceptos como respeto a la gente, a la naturaleza, turismo responsable, etc. No sigo ahora con esto, es un tema complicado. Por ahora la cabeza se solaza porque de pronto el ambiente cambia y estamos en un alucinante bosque de queñuas. En mi vida las había visto tan altas y juntas en un espacio tan grande. Hace un poco de calor, se está bien caminando aquí.

Camino Inca. Cusco - Perú.
Camino Inca. Cusco - Perú.
Hemos subido bastante y luego de 6 horas de haber empezado la caminata llegamos a Llulluchapampa, a la sombra de la increíble montaña Huayanay. Habrá que descansar mucho, mañana empieza la subida hasta al primer “abra” o paso elevado; son 4215 metros sobre el nivel del mar, por tanto la caminata será más intensa y más extensa: casi 7 horas a pie. La noche es un regalo del universo: todo titila en una pantalla azulada, añejas luces enviadas por estrellas que ya no existen llegan a nosotros que estamos en medio de los Andes, agradecidos de que sea verdad tanta belleza.

(Phuyupatamarka, 21 October, 2010)

La claridad me deja ver el ascenso y con esa vista vienen las preguntas: ¿cuántos de estos turistas sentirán la pegada de los más de 4 mil metros?, ¿habrá algún contratiempo?, ¿habrá que bajar a alguno de emergencia? El que más me preocupa es un viejito cano, orondo, bonachón y barbado. Hablando con él me entero que importa vinos a su país. Confío en que el poder vikingo salga de donde sea y empuje a mi grupo hacia arriba.
 
Camino Inca. Cusco - Perú.
Desde la quebrada empezamos lentamente la subida: el Camino Inca trepa sinuoso por el lomo de las montañas y se pierde en la cima, en Warmiwañusqa.Hasta allí tenemos que llegar. Dejamos el verdor de Llulluchapampa y nos abrimos paso por el salvaje amarillear de la puna. Afortunadamente no hay ningún problema, excepto que una de las más jóvenes del grupo se ha doblado un poco el pie y camina más lento. Yo voy detrás de la tropa a modo de cierre. Delante van Elkin y María. Y mucho más adelante, veloces como solo ellos pueden ser en estas zonas, los porteadores.
 
    El viejito marchante de vinos, por el que temía, está fresco como una lechuga en este fuerte pendiente que nos apremia, pero es su esposa, una viejita con trenzas larguísimas que cada mañana hace estiramientos dignos de una joven bailarina de ballet, quien siente la pegada. A una hora de llegar a la cima hablo con ella, le doy aliento y le pido que me dé su mochila de ataque para llevarla yo. Me lo agradece. Y así, poco a poco, jadeantes pero felices, llegamos a Warmiwañusqa. ¡Al fin! Fotos, descanso, abrazos, sonrisas, bromas, satisfacción y éxtasis por ver toda la silenciosa belleza del sitio en el que estamos. 
 
Camino Inca. Cusco - Perú.
El cuerpo empieza a enfriar, hay que darle movimiento. Empezamos el descenso por una parte del camino que ha sido restaurado. Abajo está el río Pacaymayo. Hemos descendido una buena cantidad de metros pero nos queda todavía otro ascenso más: arriba, sobre los 4,050 metros esperan por nosotros las ruinas de Runkuraqay.
 
Camino Inca. Cusco - Perú.


Camino Inca. Cusco - Perú.

Camino Inca. Cusco - Perú.

Luego de visitar este sitio arqueológico empieza el descenso. El amarillo ichu le va dando paso al verdor y hay más variedad de vegetación. El sendero pasa al lado de una pequeña y hermosa laguna y se empiezan a ver las primeras evidencias del fascinante bosque de nubes. 

Camino Inca. Cusco - Perú.

Camino Inca. Cusco - Perú.
 Abajo, a lo lejos, la silueta de los imponentes y sólidos restos  de Sayacmarca, a 3,850 metros, resaltan sobre faldas de los cerros ya casi enteramente cubiertos de verdor. El lugar es uno de los más bellos en el Camino Inca, de hecho es, en mi opinión, la mejor zona del trayecto. Desde allí se observa el valle de Aobambadominada por el gran apu Salkantay, al oeste, y el Pumasillo al norte. 

Camino Inca. Cusco - Perú.

Camino Inca. Cusco - Perú.
Camino Inca. Cusco - Perú.

Camino Inca. Cusco - Perú.
Bajamos un poco más y llegamos hasta el límite en que se inician los bosques de neblina, exactamente a Phuyupatamarca,a 3,300 metros. Los árboles son cubiertos por la gaza blancuzca de la niebla, lianas que bajan a saber de dónde porque no vemos la copa de los árboles, las piedras que forman parte del camino se han empozado de barro con la lluvia que ha empezado a caer. Uno de los pasajeros, que es científico, se pone hablador y me endilga un monólogo sobre la teoría del caos, terminamos hablando de la propina de los porteadores y de las novelas del sueco Larsson y lo increíble que es que haya una superproducción de escritores de novelas negras en países donde lo único oscuro es el tiempo de invierno porque el crimen parece un fenómeno parapsicológico mientras que es casi parte del costumbrismo de países como el mío. Acampamos al amparo de la blancura milenaria de los nevados. Pese a la lluvia el frío no es para nada intenso aunque tampoco es que todo esté cálido. Mi vista da una vuelta de 360 grados por todo el espacio, el mundo parece un sitio digno de ser amado.
 
    Dentro de la gran carpa que hace de comedor nos cobijamos a la hora de la cena. Abrimos un poco una parte de la carpa para ver las manos de los porteadores pasándonos platos humeantes donde rebosan omelettes y panqueques: ¡en plena lluvia, en medio de la nada, comiendo algo tan rico! Los porteadores, de nuevo los increíbles porteadores.  Me voy luego a la carpa donde se cocina, Elkin y yo compartimos un té con el jefe de los porteadores: es amable, habla despacio y de vez cuando hace bromas. Al amparo de la lumbre sus dientes y pupilas parecen restallar. María, nuestra asistenta en el camino, sigue haciendo sus bromas. Es la alegría del grupo. Me cuenta que ha dejado a su hijito con la abuela para venirse a trabajar. Ella está contenta de hacer este trabajo. Ya son varias las veces que ha estado en el Camino Inca. La historia tremenda que me cuenta tiene como perfecta resonancia los salvajes sonidos de la noche que nos inunda: su familia tuvo que sacar el ataúd de un pariente que no había sido enterrado hace mucho para cambiarle de tumba pues lo habían puesto por equivocación en uno que no le pertenecía: un error en la burocracia de los vivos alteró la paz de los muertos. Si la historia fue cierta o no poco importa, lo que no olvidaré es el talento de la chica para contar algo tremendo –y con unos detalles de espanto- con una naturalidad y un poder de persuasión que ya quisiera yo.  

(Aguas Calientes, 21 de Octubre, 2010, mesa de un restaurante con una cuzqueña bien fría al frente)

Nos despertamos muy temprano pero con buen ánimo y con la mirada puesta en las alturas. No podría ser de otro modo ya que arriban brillan intensamente los blancos penachos de las montañas nevadas de los Andes sobre los que la neblina se enrosca levemente y asciende tan despacio que se necesitan varios minutos para ver la superficie de esas alturas, como si conscientes de su belleza quisieran mostrar su esplendor solo a aquellos que no se hayan olvidado del significado de la paciencia. Pero hay que avanzar, Machu Picchu espera por nosotros.
 
Camino Inca. Cusco - Perú.
Ahora sí, si alguien se queja de que todo es subida le llegó la oportunidad de gozar de un puro y afilado descenso que nos llevará hasta el increíble bosque nuboso, o de nubes, en medio del cual se ocultan las alucinantes, y bien restauradas, terrazas de Wiñay Wayna. Luego de poco más de 2 horas de caminata en medio del bosque empieza una subida muy escarpada: sospecho que allí arriba está el Intipunku. Elkin y yo subimos raudos, y sí, allí está. Y más allá la vista maravillosa de un Machu Picchu bañado por un sol bruñido. Una vez más Machu Picchu me recibe, aunque en esta oportunidad desde una perspectiva diferente. Llegan los noruegos y les decimos que tenemos un hermoso regalito para ellos si hacen el esfuerzo y suben un poco más. Alcanzan la cima y se quedan petrificados por un momento. Luego se abrazan, sonríen, toman fotos: satisfacción total.

Camino Inca. Cusco - Perú.

Camino Inca. Cusco - Perú.

Camino Inca. Cusco - Perú.
Entramos como peregrinos respetuosos y silenciosos que han llegado a un sitio que siempre se imaginó pero nunca se pudo conocer. No hay mucha gente entre los restos, es Octubre, temporada baja, esa es la razón. ¿Debo hacer el intento de explicar la belleza de tan fascinante lugar? ¿Hay palabras para hacerlo? No, no, para qué. Tú que has estado allí sabes bien la conmoción que se siente en ese lugar vayas solo o con grupo, de mochilero o con un grupo guiado: la emoción tiene igual grado de intensidad. Y si no has ido seguro que ya me darás la razón. 
 
Machu Picchu Inca. Cusco - Perú.
Machu Picchu. Cusco - Perú.

La chica con el pie dañado siente que ya no puede caminar más así que dejo al grupo con Elkin y me la llevo a Aguas Calientes donde en el hotel podrá aliviarse. El pueblucho este que ha crecido como un cáncer al pie de las ruinas les parece “cool” a los noruegos. La pasan bien, comen como reyes, beben como vikingos. Son felices. Buen trabajo chicos. Gracias por todo a todos. Gracias a la vida (y a mis colegas de Explorandes) por haberme dado la oportunidad de hacer una de las rutas más increíbles del mundo.
   A caminar viajeros. Que al paraíso se entra a pie. Saludos para todos. Que el 2014 venga lleno de caminos y aventuras.

Pablo.

La poesía del viaje : Bruno Schulz

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[…] En mayo los días eran como Egipto, de color rosa. En la plaza, la luz desbordaba todos los límites y ondeaba. En el cielo, los cúmulos de nubes veraniegos arrodillábanse esponjosos tras las grietas de luz, volcánicos, muy marcados, y Barbados, Labrador, Trinidad, se teñían de color rojo, como vistos a través de gafas de rubíes; durante sucesivos pulsos y embelesamientos, en el transcurso de ese rojos eclipse de la sangre que late en el cerebro, la corneta de Guayana atravesaba el cielo, crepitaban todas sus velas. Se deslizaba, haciendo resonar las telas, pesadamente, entre gruesas cuerdas y gritos de remolcadores, entre la indignación de las gaviotas y el resplandor rojo del mar. Entonces, crecía en todo el cielo y se desplegaba ampliamente, inmenso, un confuso aparejo de sogas, escaleras y perchas, bramando, la tela desdoblada en lo alto, se rompía el prolífero espectáculo aéreo de velas, baupreses, foques, en cuyas ventanillas aparecían por instantes pequeños, ágiles negritos corriendo en ese laberinto telar, extraviándose entre las señales y las figuras del fantástico cielo de los trópicos.

Más tarde, el escenario cambia; en el cielo, en las masas nubosas, culminaban hasta tres eclipses, humeaba la brillante lava trazando con una línea luminosa los severos contornos de las nubes, y –Cuba, Haití, Jamaica-, el seno del mundo, ahondaba, maduraba cada vez más visiblemente, lograba lo esencial y, de repente, toda la quintaesencia de esos días se derramaba: la oceanidad murmurante de los trópicos, archipiélagos azules, dichosos atolones, torbellinos ecuatoriales, monzones salados.

        Con el álbum de la mano leía la primavera. ¿Acaso no era ella un gran comentario de los tiempos, la gramática de sus días y noches? Esa primavera declinaba en Colombia, Costa Rica y Venezuela ya que, en realidad, México, Ecuador y Sierra Leona no son más que una rebuscada superficie, un refinamiento del sabor del mundo, una postrera y definitiva posibilidad, un callejón sin salida del aroma, en el que se pierde el mundo en sus búsquedas ensayando todas las escalas del teclado.

        Lo importante es no olvidar, con Alejandro Magno, que ningún México es el último, que es sólo un punto de paso, que el mundo va más allá y, tras cada México, se abre un nuevo México todavía más deslumbrante, archicoloreado y superaromático.


Bruno Schulz, Primavera, XIX, en Sanatorio Bajo la Clepsidra.
Madrid: Editorial Siruela, 1998 .

Imagen obtenida en http://fcit.usf.edu/holocaust/gallery/p175.htm


En la península de Capachica : Maravilla secreta

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El pequeño Christiantiene unos modales principescos. Habla pausadamente, se dirige a los mayores de usted, no dice palabrotas, y casi siempre dice “por favor”. Pero cuando toca ser niño de nuevo no para mientes y se divierte como un loco corriendo (chivateando diría mi madre) junto a sus amiguitas Jocelyn y Camila entre los campos que se encuentran a medio camino entre su escuela, ubicada cerca de la plaza de LLACHON, y su casa. El recorrido le lleva unos 40 minutos a pie. No se queja de tal esfuerzo. Él va a estudiar igual, y cuando llueve también lo hace pero toma un atajo por un camino que me señaló, allá arriba, entre las montañas desde donde el TITICACA debe verse esplendoroso. Cuando camina con nosotros mira hacia abajo y en las aguas del lago observa entusiasmado, como si fuera la primera vez que lo viera, cosas que nosotros no advertimos. Luego nos explica de qué se trata y continuamos.

Conocimos a este simpático chiquillo en la plaza de LLACHON, hasta donde habíamos llegado con la esperanza de pasar unos días en esa casi secreta península que penetra en la superficie de las profundas aguas del Titicaca, y el cual poquito a poquito ha empezado a posicionarse como la nueva, y sensacional, alternativa al turismo comunitario de las tan mentadas, y no por ello menos hermosas, islas del lago. Ya sabes, Taquile y Amantaní.  Los planes no salieron como quisimos pero eso ya lo contaré después.

LLACHON. PUNO - PERU.
        Todo había sido muy rápido. Tomamos un avión por la mañana desde Lima hasta Juliaca; en el aeropuerto de esa ciudad tomamos el servicio de transfer del señor Saira que nos llevó en su “van” hasta la terminal de combis hacia Capachica  (ver DATOS UTILES abajo). Allí tomamos la única combi que encontramos y que nos puso en poco tiempo en la entrada a la gran península (es decir en Capachica). Ya había tenido yo la oportunidad de conocer Llachón en la primera vez que hice kayak por el lago (ver aquí la entrada) pero la visita fue muy rápida pues estuve en ese sitio para subirme a un kayak, y empezar a remar hacia Taquile, pero esta vez la idea era visitar, sin apuro, todo lo posible en la península. Así que allí estábamos. (Dejo aquí un mapa para explicar la ruta)

EN LA COMBI HACIA CAPACHICA. PUNO - PERU.

La plaza de CAPACHICA es pequeña y su centro está lleno de tienditas rodantes y triciclos usados por gente que se dedican a vender cosas al por mayor. Hay una escalera multicolor que lleva a un “mirador turístico”. No vimos hoteles ni ningún teléfono público, solo una señora que vende golosinas alquila su teléfono celular; bien preciado que tiene casi toda la gente del pueblo. Tuvimos que esperar algo más de media hora hasta que apareciese una combi hacia Llachón, hay muy pocas. Lo que es más fácil encontrar son combis para Puno y Juliaca. Eso sí, nos dijeron que había taxis que te llevan a PLAYA CHIFRÓN que es una zona costera, al borde del lago cuya presencia aquí en Capachica, no se advierte por ningún sitio.

CAPACHICA. PUNO - PERU.
CAPACHICA. PUNO - PERU.
CAPACHICA. PUNO - PERU.
CAPACHICA. PUNO - PERU.
CAPACHICA. PUNO - PERU.
     En poco más de 40 minutos llegamos a LLACHON. Empezamos a buscar alguna casa hospedaje pero todos estaban en las afueras del pueblo. Yo recordaba la de la vez anterior que estuve aquí (la del señor Valentín Quispe) pero mi idea era cambiar y tener nuevas experiencias con más gente. Fui a preguntar a una tienda cuál nos recomendaban y cuando regresé a la placita encontré a Pilar conversando con Christian y sus amiguitas, quienes acababan de salir del colegio y estaban regresando a sus casas. El niño nos dijo que su madre daba hospedaje a turistas en su casa. Así que decidimos seguirle. Total, por algo estos mocosos habían aparecido en nuestro camino.

LLACHON. PUNO - PERU.
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Ya dije que la andadura desde la plaza del pueblo hasta la casa de Christian lleva algo así como 40 minutos. No es mucho pero si a eso le sumas que tienes que cargar tu mochila, que hay algunas pendientes, y que estás a mucha, mucha altura, pues el esfuerzo se redobla. A medio camino apareció un carro y Christian se puso a negociar con el conductor (su “tío”, en realidad los niños se refieren a todas las personas mayores como tío o tía) para que nos llevase hasta la casa. Subimos con los enanos y llegamos. Pagamos 4 soles. Normalmente desde la plaza de Llachón hasta la casa de Christian, o un poco más allá, un coche te puede cobrar 25 soles, por lo que averiguamos.




LLACHON. PUNO - PERU.

LLACHON. PUNO - PERU.
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Cuando arribamos a la casa nos sorprendió que fuera más grande y bonita de lo que esperábamos. Era diciembre y no estaba preparada porque en ese tiempo no van turistas así que pusimos a la doña Antonia, la madre de Christian, en apuros pero igual se las arregló para darnos un servicio de lujo. Y eso que la pobre estaba un poco mal pues se había ido a una conferencia sobre turismo comunitario en Chachapoyas, ciudad que está en el extremo norte del Perú, así que tuvo que cruzarse todo el país para ir hasta allí, y una vez más para regresar. Y es que los del ministerio en Lima (los que organizaban dicho encuentro) no le había informado dónde queda Chachapoyas. En fin, que había comido algo pésimo en la conferencia y el regreso en bus (¡!) fue una odisea. Pero allí estaba ella, solicita a atendernos, con su extraordinaria amabilidad y una sempiterna sonrisa.

LLACHON. PUNO - PERU.

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 El servicio que nos dieron incluía cama, cena y desayuno y pagamos 20 soles por persona y por noche (acuérdate que esto es en baja temporada, posiblemente en la alta suba un poquito). Las camas  estaban muy limpias y la habitación ordenada y con una vistas al lago que son pura miel. ¿Qué falta? Quizás un mejor baño y caños (grifos), pequeñeces en realidad que no estropean el viaje porque por lo demás todo es genial en la casa de esa familia. Hay que olvidarse de vez en cuando de las comodidades amiguitos, y conocer el Perú como es, que si esperamos a que todo sea 5 estrellas allí adonde vayamos entonces no saldremos jamás a disfrutar de esa tremenda belleza que hay en estas joyitas que tenemos por pueblos. La señora Antonia y su esposo (a quien no conocimos por que se había ido a Puno a llevar mercadería) tienen en mente ampliar las construcciones y mejorar las facilidades; en realidad son gente muy práctica y ambiciosa; da gusto verles motivados por recibir viajeros.

LLACHON. PUNO - PERU.

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Para darles tiempo a preparar las cosas dejamos nuestras mochilas en el patio de la casa y nos fuimos hasta donde acaba la península, es decir a punta COLATA, desde donde veríamos las islas y el lago en toda su inmensidad. Caminar hasta allí nos llevó unos 40 minutos. Nos cruzamos con la gente que regresaba a sus casas llevando de vuelta a los animales y con un campo de fútbol (algo me dice que debe ser el más alto del Perú) donde los chicos del pueblo jugaban como si tal cosa. El sol de la tarde más que iluminar parecía acariciar el mundo y todo se tiñó de un oro delicado.

LLACHON. PUNO - PERU.

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Por la noche comimos una cena deliciosa y puramente vegetal, con cosas que doña Antonia trajo de su chacra. Christian, que quiere se chef cuando sea grande, ayudaba a su madre solícito. Llovió toda la noche, unos goterones que percutían haciendo un eco metálico al caer sobre el techo de metal (era inicios de diciembre, tiempo de lluvias). El silencio nocturno hacía parecer que la lluvia fuera más feroz de lo que era en realidad y que se iba a traer abajo todo. No fue así, el techo resistió bien. Lo que no resistió fue mi cabeza que me empezó a doler como si tuviera un hacha en medio del cráneo. Jamás en mi vida había sufrido soroche (mal de altura), y eso que he caminado y he viajado mucho por los Andes, y a mucha altura. Parece que el cuerpo se me malacostumbró a los bajos niveles europeos. Snif, snif. En fin, que salí al amanecer al jardín de la señora Antonia y prácticamente barrí con toda la muñaque había sembrada allí. Tal era mi desesperación. La muña es una plata deliciosa con la que se hace infusiones, mi madre los solía hacer cuando yo era niño y desde entonces me encanta. También ayuda a soportar el soroche si la mueles en tus manos y las hueles. Afortunadamente el dolor bajó en intensidad pero en la mañana ¡ay, siguió doliendo! Había cometido el error de subir directamente desde Lima a Puno sin ningún paso intermedio para aclimatarme. Y es que nunca lo necesité en mi vida, y por eso pensé que iba a ser igual esta vez. Pero no fue así, mal que me pese.

LLACHON. PUNO - PERU.

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LLACHON. PUNO - PERU.

LLACHON. PUNO - PERU.
A la hora de almuerzo doña Antonia nos preparó unos platos hechos con un pescado pequeñísimo que rebosó y supo a gloria. No había pescado en lo de su vecino y tuvo que bajar al pueblo solo para conseguirlos y atendernos a nosotros. No les digo que era la amabilidad hecha persona. El malestar no pasó por lo que decidimos irnos, al día siguiente de nuestra llegada, a Puno donde podríamos encontrar farmacias o servicio médico si la cosa empeoraba. No puedo dejar de decir que me dio mucha pena dejar Llachón y a doña Antonia y Christian, y es que sinceramente el sitio merece días de estadía. Tan bonito es que hasta me pregunté en algún momento: ¿cuánto me costaría vivir allí?

LLACHON. PUNO - PERU.

LLACHON. PUNO - PERU.
Así que ya sabes, no te pierdas esta maravilla de sitio, pero eso sí, primero aclimátate y ve, y déjate engreír por las atenciones de esta increíble gente. Disfruta viajando por el Perú.

Pablo

PD: La próxima entrada será sobre la continuación de nuestro viaje, esta vez en la ciudad de Puno y visitando las maravillosas iglesias coloniales de estilo barroco de los pueblos situado a orillas de la zona sur del Titicaca. Hasta entonces viajeros.

DATOS UTILES

La señora Antonia me dio una tarjeta para contactos: Asociación Turística SUMAQ HILLARY TOURS – Llachón Santa María. Luis Oha Quispe (es el nombre de su esposo). 951 613779 y 951908592; illary_tours@hotmail.com

Aprovechamos una buena oferta de la aerolínea TACA para ir de Lima a Juliaca, muy buena atención.

En el aeropuerto de Juliaca conocimos al señor Eloy Saira en cuya van  nos llevó hasta el paradero de combis hacia CAPACHICA. Era una persona muy amable y nos atendió bien. Trabaja para la empresa: Turismo Rosario. Ofrece servicio de transporte desde Puno hasta el aeropuerto de Juliaca y viceversa, también tours. Recogen a domicilio. Dirección: Jr. Tacna 282, en Puno. Teléfonos: Fijo 051 793262 y Móvil 942147661. Eloy cobra 15 soles por persona hasta la ciudad de Puno, pero por lo que oímos también se pueden conseguir por 10 soles. Eloy nos llevó hasta la terminal a Capachica por 10 soles (que pagamos por ambos).

La parada de combis hacia Capachica es bastante nueva pero algo desangelada. Allí vimos también combis hacia un pueblo llamado HUATA, por si les interesa el dato.

Desde Juliaca hasta Capachica: el viaje dura 35 minutos, y el pasaje cuesta 3 soles por persona.

Hay en Capachica una empresa de combis llamada San Salvador que presta servicios hacia Puno, Huata, Coata, Ccotos, y obviamente, Llachón.
 
De Capachica a Llachón (o viceversa) la combi tarda 40 minutos. El pasaje cuesta 2 soles por persona.

Desde Capachica hasta Puno el trayecto en combi dura 1 hora y el pasaje cuesta 4 soles por persona. Hay que recordar que para esta ruta solo hay combis hasta las 5 de la tarde. Es mejor pedirle al conductor que te baje lo más cerca del centro de Puno (Plaza Pino, por ejemplo), para no tener que ir hasta el terminal que está a las afueras de la ciudad.

Desde COLATA (la punta de la península) se puede tomar un bote hacia Amantani entre las 10 y las 11 de la mañana y hacia Puno (barco colectivo) a las 07 de la mañana. Lo que se debe hacer es pedir bajar la bandera del puerto, es una señal para indicar que hay pasajeros, de otro lado el bote no se acerca.  

Todos los precio son del 2012

La poesía del viaje : Matsuo Basho

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Los meses y los días son viajeros de la eternidad. El año que se va y el que viene también son viajeros. Para aquellos que dejan flotar sus vidas a bordo de los barcos o envejecen conduciendo caballos, todos los días son viaje y su casa misma es viaje. Entre los antiguos, muchos murieron en plena ruta. A mí mismo, desde hace mucho, como girón de nube arrastrado por el viento, me turbaban pensamientos de vagabundeo. Después de haber recorrido la costa durante el otoño pasado, volví a mi choza a orillas del río y barrí sus telarañas. Allí me sorprendió el término del año; entonces me nacieron las ganas de cruzar el paso de Shirakawa y llegar a Oku cuando la niebla cubre cielo y campos. Todo lo que veía me invitaba al viaje; tan poseído estaba por los dioses que no podía dominar mis pensamientos; los espíritus del camino me hacían señas y no podía fijar mi mente ni ocuparme en nada. Remendé mis pantalones rotos, cambié las cintas a mi sombrero de paja y unté moka quemada en mis piernas, para fortalecerlas. La idea de la luna en la isla de Matsushima llenaba todas mis horas. Cedí mi cabaña y me fui a la casa de Sampu, para esperar ahí el día de la salida. En uno de los pilares de mi choza colgué un poema de ocho estrofas. La primera decía así:


Otros ahora

en mi choza – mañana:

casa de muñecas. 1




                        Matsuo Basho, Sendas de Oku

                        Traducción de Octavio Paz y E. Hayashiya.

                        Universidad de Navarra.

 

1: Las familias con niñas celebran las Fiestas de las Muñecas el día tercero del Terce Mes del año. La casa se adorna con muñecas y flores. Basho piensa en el cambio en el aspecto de su choza que había sido habitada por un poeta ermitaño: él.

El estrecho camino hacia el interior. Basho. Imagen de http://basho-imagery.blogspot.com.es/

Juli y Pomata: esplendores del barroco, abismos de la modernidad

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POMATA: FELINOS Y FILOSOFOS.

Lo primero que ves al bajar de la combi que te trae desde Puno hasta POMATA no es nada barroco sino más bien uno de esos monumentos que forman parte de nuestro insufrible “patrimonio posmoderno”: un felino de tamaño gigantesco que recibe calurosamente al visitante mostrando sus nada amigables fauces. Quien puso esto, ¿se creería quizás uno de esos reyezuelos de la antigüedad que solía mandar a poner en la entrada de sus dominios unos monstruos gigantescos y atemorizadores para advertir al recién llegado? Ve tú viajero a saber todo lo que se esconde en las profundas (y no por eso llenas) capas cerebrales de nuestras autoridades edilicias. 

POMATA. PUNO - PERU.
Como bien recuerdan los improbables lectores de este blog, en una entrada anterior, en la que conté nuestra experiencia en la maravillosa península de Capachica de donde –mal que me pese- tuvimos que volver a Puno por problemas de salud, prometí seguir aportando datos sobre otros lugares interesantes que se pueden conocer en tierras puneñas. La continuación del viaje se daba ahora por algunos de los pueblos (exactamente POMATA y JULI) ubicados casi a orillas del Titicaca y en los que hay unas impresionantes iglesias barrocas.  Así que allí vamos. 

Pasado el susto del felino, nos recibió otra rimbombancia: enormes letras blancas sobre el césped que te indican la particularidad de Pomata: BALCÓN FILOSOFICO DEL ALTIPLANO. Ya. Un enorme tigre, una romántica presentación, esto se pone interesante... Entramos a la plaza y la cosa mejora. Al no ingresar los carros en el pueblo (las combis que vienen desde Puno te dejan a las afueras) hay mucha tranquilidad y silencio. Sinceramente pensé que iba a haber más construcciones antiguas pero de antigua solo había la iglesia, de la que hablaremos luego. Por ahora, lo que más me impresionó y me pareció encantador fue ver toda esa larga fila de gente de los pueblos aledaños que había venido hasta Pomata a hacer trámites. Mujeres cargando sus multicolores llicllas, protegiendo sus gastadas pieles con sus simpáticos sombreros bombín, vistiendo amplísimas faldas, cargando sus bolsas de plásticos, conversando, sonriendo, matando el tiempo en la cola con una calma y paciencia que a uno, veloz y neurótico como es, se le antoja imposible.

POMATA. PUNO - PERU.
POMATA. PUNO - PERU.
POMATA. PUNO - PERU.
POMATA. PUNO - PERU.
POMATA. PUNO - PERU.
POMATA. PUNO - PERU.
Cerca de la plaza se encuentra la joya del pueblo: la iglesia San Santiago de Pomata. A la entrada principal llegas a través de un caminito que se abre paso en un espacio ajardinado. Por fin estoy aquí. ¡Había visto tantas veces este sitio en fotos y reportajes; había viajado tantas veces por Puno y nunca me había dado el tiempo de conocer estos pequeños pueblos con grandes iglesias! 

El color rojizo de la fachada eclesial parece llamear estimulada por la luz del sol andino. No puedo dejar de recordar la intensa rojez que vi en las ruinas de las iglesias jesuíticas de Misiones, en Argentina. Sí, jesuíticas como estás de Pomata. Es indudable que hubo una conexión sureña, una larga ruta que vendría desde Lima y no se detendría sino hasta lo que es hoy Argentina. 

Las imágenes de las fachadas son todo un muestrario de simbología e iconografía. Podrías pasarte horas allí tratando de desentrañar el misterio de los mensajes en piedra que alguien hizo hace mucho y que todavía dialogan con el visitante. Monstruos, aves con un plumaje bien definidos, seres alados que parecen estar perdidos en medio de una jungla de rica y barroca flora.

POMATA. PUNO - PERU.
POMATA. PUNO - PERU.
POMATA. PUNO - PERU.



POMATA. PUNO - PERU.
POMATA. PUNO - PERU.
POMATA. PUNO - PERU.
Dentro, nos recibe una larga sala que nos lleva hasta un altar algo desnudo (se nota que aquí se ha esquilmado, y mucho) cuya carestía de imágenes se ha tratado de solapar poniendo imaginería moderna y poco agraciada. En el crucero lo que más me impresionó fueron las grandes pechinas sobre las que no se ha dejado espacio sin esculpir: hay allí un entramado de flores, hojas, ramas y plantas que parecen estar en movimiento. Y encima de todo, con adornos similares, la gran cúpula que parece flotar sobre la luz que penetra en el interior a través de los ventanucos.

POMATA. PUNO - PERU.
POMATA. PUNO - PERU.
POMATA. PUNO - PERU.
POMATA. PUNO - PERU.
Salimos de la iglesia y le dimos la vuelta para ver la otra parte de la fachada. Está muy descuida puesto que es la que no ve el que llega a conocer el edificio: sobre las paredes alguien ha tenido la genial idea de repetir varias veces una advertencia: No orinar. Las miasmas que se respiran pueden dar fe que nadie se ha dado por enterado. 

Sobre el pueblo de Pomata hay un mirador (es fácil llegar allí) a la que han acondicionado para que el visitante suba y contemple el Titicaca y los campos de labranza que llegan casi hasta sus mismas aguas. Abajo está el pueblo y su iglesia, o mejor dicho la iglesia a la que se le ha adherido el pueblo puesto que es eso lo que en verdad parece Pomata. El paisaje visto es hermoso. Se entiende mejor ahora eso de “balcón filosófico”; pero si no se te da mucho por el pensamiento, tranquilo(a), subir vale la pena, al menos tendrás una bonita foto para tu Facebook.

POMATA. PUNO - PERU.
POMATA. PUNO - PERU.
POMATA. PUNO - PERU.
POMATA. PUNO - PERU.

JULI: ¿LA ROMA DE AMERICA?

Cuando los jesuitas llegaron a Juli seguramente se decepcionaron: el agua era escasa, el clima pésimo y no había ni pastos ni pescado (Burrieza, 2007:233). Yo también sentí mucha decepción, pero por distintas razones. Este era otro sitio que quería conocer, sobre todo porque la conocían como  la “Roma de América”. Un sobrenombre demasiado engañoso, en mi opinión. O quizás sincero, por lo que fue, no por lo que hoy es. 

Llegamos justo cuando se celebraba los inicios de la Fiesta de la Concepción (era 6 de diciembre), por lo que había un ambiente festivo. Tardamos en encontrar un restaurante (no hay muy buenos), y luego de estar bien comidos  y protegidos con crema (hacía un sol que parecía un castigo) nos fuimos a recorrer el pueblo. Primero la plaza, aquella vez muy bulliciosa y llena de gente por lo de la fiesta. Allí se puede encontrar la iglesia de San Pedro Mártir, martirizada y ahogada en medio de todo ese urbanismo de ladrillo, cristales polarizados y horribles techos de plástico que impera en el lugar. Apenas si se puede ver nada que nos recuerde el tiempo jesuítico: todo son cabinas de internet (nunca había visto una plaza tan llena de ellas), tiendas de ropa con maniquíes en la puerta y una pileta sin gracia (por decir lo menos).

JULI. PUNO - PERU.
JULI. PUNO - PERU.
JULI. PUNO - PERU.
La iglesia, de estilo renacentista, con unos delicados pilares adosados a la fachada, tiene unas proporciones rítmicas: desde la elevada torre - campanario se baja hasta el techo de la nave principal y el descenso continúa hasta el edificio (imagino parroquial) que se ubica al lado. Frente a ella, hay una gran explanada donde vimos a algún caballero orinar (¡!). 

     Nos alejamos. Vamos a buscar las otras joyas jesuíticas de Juli que han sobrevivido a todo este marasmo moderno. Así encontramos la iglesia de Nuestra señora de la Asunción. La cosa mejora, aunque el impacto que el pueblo y su modernidad ha tenido es evidente. Lo más simpático es el arco de piedra, llena de florones tallados, a través del cual se entra en un amplio espacio que lleva hasta las escaleras que dan acceso a la iglesia. También llama la atención la torre del templo, con dos cornisas unidas por pilares clásicos. Se puede visitar el interior. Hay un vigilante en la puerta que vende las entradas (6 soles). 

JULI. PUNO - PERU.
JULI. PUNO - PERU.
JULI. PUNO - PERU.
JULI. PUNO - PERU.
Otra iglesia en este pueblo es la de San Juan Letrán (todas están muy cerca de la plaza). No tiene la fastuosidad barroca de las otras (aunque su entrada principal si tiene elementos barrocos andinos muy apreciables) pero sí se encuentra en un buen estado. Además se puede visitar por dentro (previo pago).

JULI. PUNO - PERU.
JULI. PUNO - PERU.
JULI. PUNO - PERU.
JULI. PUNO - PERU.
Lo último a visitar es la Iglesia de Santa Cruz. Bueno, más que visitarla a ella se visitan sus ruinas. También la antecede un arco triunfal y una amplio atrio hasta donde han llegado las construcciones modernas (cómo no). Desde allí se puede ver, más cerca que nunca, el celeste delicado del horizonte sobre el gran lago Titicaca.  El sitio merece la pena visitarlo solo si tienes mucho interés: parece un viejo saurio pétreo que apenas se sostiene apoyado sobre un paramento de maderas. Sin embargo allí está la pobre, con sus heridas, con su cara pintarrajeada, con sus hieráticos ángeles que parecen querer volar lejos de la decrepitud que los sostiene. 

JULI. PUNO - PERU.
JULI. PUNO - PERU.
JULI. PUNO - PERU.
JULI. PUNO - PERU.
Nos vamos de regreso a Puno. Un poco decepcionados. No encontramos ni “Roma de América” ni nada que dé una idea de ello. Juli debe ser un gran ejemplo del trato que se da a nuestro patrimonio, y de la poca consideración que le tenemos a la hora de “idear” el urbanismo de nuestras ciudades y pueblos. Por ahora toca pensar en lo que nos deparará el próximo lugar que conoceremos (al día siguiente): las increíbles chullpas de CUTIMBO. Hasta entonces.

Pablo

DATOS UTILES

PUNO

Nos hospedamos en el Hotel Los Pinos Inn (entre las calles Tarapacá y Giraldo, y muy cerca del Parque Pino). 50 soles habitación doble. Agua caliente. Pero mala iluminación y una televisión que no funcionaba bien. Aunque el trato es muy bueno.

Un lugar para desayunar o merendar: Café Ricos Pan, excelentes pasteles y mucha amabilidad. Ni muy barato ni muy caro. Jirón Arequipa 332.

En la calle Lima hay una oficina de I - Perú (información turística) donde nos atendieron de maravillas y las chicas que allí trabajan parecen saber de todo sobre Puno.

Las combis hacia sitios como Pomata o Juli salen desde el Paradero Zonal, un taxi hasta allí (desde el centro) puede costarte 3 soles.

Desde Puno a POMATA hay 59 kilómetros de distancia. El viaje dura 1 hora 40 minutos. Se pasa primero por Chucuito (hasta allí hay 20 minutos), luego Ilave (45 minutos). 

POMATA

Entrada a iglesia 2 soles, pedir ticket. Abierto de 8 a 4 de la tarde, todos los días.

No vimos allí un hotel pero sí hay un hospedaje municipal: 10 y 15 soles la cama, el encargado está por la tarde, desde las 4. Se le ubica en el municipio.

JULI

Para tomar la combi que lleva desde Pomata a Juli hay que bajar a la carretera. Tuvimos que esperar un poco de tiempo pues la mayoría de combis que vienen desde la frontera con Bolivia están llenas. Afortunadamente encontramos uno donde entramos a duras penas. 

Desde Pomata hasta Juli hay 30 minutos de viaje y el pasaje cuesta 2 soles.

En Juli fue difícil encontrar un buen restaurante. Hay uno llamado la Fontana en el Jirón Lima (cuadra 4). Por la fiesta no había menús por lo que pedimos trucha (10 soles). No fue la gran cosa, pero era eso o morirse de hambre

Hay varios hospedajes, nosotros preguntamos en el hotel San Bartolomé, en la plaza: 25 soles la habitación doble con baño. No pudimos entrar por lo que no podemos dar fe de su calidad.

Entrada a la iglesia - museo Nuestra señora de la Asunción: 6 soles, de 8 a 5 de la tarde.

Encontramos la oficina de una empresa de buses que ofrece servicio desde Juli hacia Moquegua: Sol andino: 25 soles el pasaje. Salida a las 6 y a las  7 y 30 de la tarde, y a las 8 de la mañana.

Desde Juli a Puno hay 1 hora de viaje, y el pasaje cuesta 4,5 soles por persona.

(Datos del 2013)

BIBLIOGRAFIA

Burrieza Sánchez, Javier. Jesuitas en Indias: entre la utopía y el conflicto : trabajos y misiones de la compañía de Jesús en la América moderna. Valladolid: Universidad de Valladolid, 2007.

Chullpas de Cutimbo : inmensas y misteriosas

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“Perdón joven, se me olvidó” me dijo el chófer, mientras frenaba apresuradamente la combi. Antes de partir le había pedido que nos dejara en el lugar indicado desde donde se puede subir hacia las CHULLPAS de CUTIMBO, pero como ya dije, “se le olvidó”. En fin, tampoco nos dejó muy lejos, apenas a unos 15 minutos a pie del pueblo desde donde se inicia la subida hacia los restos. Hasta agradecimos el desliz pues tuvimos que caminar en medio de un paisaje lunático: pampas llenas de ichu, como única evidencia de que allí algo crece; unos cerros truncos cuyas cimas parecían haber sido aplanadas  ex profeso como si se quisiera poner allí campos de fútbol –tal era su planitud-; y el ulular del viento altiplánico que parece desgranar misterios en los oídos.

CUTIMBO. PUNO - PERU.

Era el último lugar que íbamos a ver en Puno (al día siguiente nos iríamos a MOQUEGUA). Ya habíamos estado cerca de la gloria en LLACHON,y admirado las olvidadas bellezas barrocas de JULI y POMATA. Era hora de ver algo más antiguo, más autóctono, más AYMARA, así que CUTIMBO nos pareció una buena idea.


Al pie del cerro sobre el que se ubica ese lugar se encuentra el pueblo de COLLACACHI (este dato lo he sabido después de leer al extraordinario periodista de viajes Alvaro Rocha).  Más que un pueblo parece una aglomeración de una veintena de casas en cuyas zonas ajardinadas tienen por animales no a perros sino a lanudos auquénidos.  Hay también una escuela y un cementerio de tumbas pequeñísimas, que de no estar pintadas de vivos colores apenas si podrían ser advertidas en medio de la opaca inmensidad de la meseta.

CUTIMBO. PUNO - PERU.
CUTIMBO. PUNO - PERU.
CUTIMBO. PUNO - PERU.

Al lado de un pequeño museo de sitio, con oficinas, empieza el camino de subida hacia los restos arqueológicos. Cuando fuimos a comprar la entrada no había nadie atendiendo. Decidimos subir de todos modos y pagar cuando regresásemos a pasar por allí.  El sendero está bien señalizado y acondicionado para ayudar al caminante a llegar. Hay algunos tachos de basura y unas bancas donde descansar mientras se va subiendo lentamente, ya que no siempre es fácil llegar a  más de 4 mil metros sobre el nivel del mar.

CUTIMBO. PUNO - PERU.
CUTIMBO. PUNO - PERU.
CUTIMBO. PUNO - PERU.

El primer aviso de lo que se verá llega a medio camino: una gran chullpa cuadrada hecha de rocas macizas que han sido puestas de tal modo que parece que la gente que la hizo no tenía en el vocabulario la palabra dificultad. Aparecen sobre la superficie de esta chullpa imágenes de serpientes esculpidas y una pequeñísima entrada que mira hacia el este que es, como se sabe, por donde sale el sol. Salta a la vista la intención simbólica de esta disposición y la función que tuvieron estas estructuras: un lugar para los muertos.

CUTIMBO. PUNO - PERU.
CUTIMBO. PUNO - PERU.
CUTIMBO. PUNO - PERU.

 
CUTIMBO. PUNO - PERU.
CUTIMBO. PUNO - PERU.

Seguimos cuesta arriba hasta encontrar, dentro de una cueva protegida por rejas, unas pinturas rupestres que aunque no son impresionantes valen la pena ver: delgadísimas imágenes de llamas. Según el Gobierno del Perú estas imágenes tendrían 8 mil años de antigüedad.

CUTIMBO. PUNO - PERU.
CUTIMBO. PUNO - PERU.
CUTIMBO. PUNO - PERU.

Continuamos. Asomando sobre la cima ya se puede ver la cresta de las otras chullpas, las más impresionantes. El camino nos lleva primero hasta una explanada donde muchísimas vizcachas saltan y huyen espantadas por nuestra presencia. Nunca las había visto en tal número. El color de sus pelajes se mimetizaba muy bien con el de la tierra por lo que a veces parecían solo piedras que parecían ser movidas por una misteriosa fuerza. 

CUTIMBO. PUNO - PERU.
CUTIMBO. PUNO - PERU.

Por fin llegamos. Ya están ante nuestros ojos las dos inmensas chullpas que son un prodigio de la arquitectura andina. Una es redonda y la otra cuadrada, quizás esta última es la que más sorprende pero ambas son de lo mejor que hay en cuanto a restos arqueológico en el altiplano peruano, sin duda. Yo conozco las de Sillustani y puedo decir que comparación están son más hermosas y están en mejor estado. Claro, no tienen una laguna al frente como las otras pero el paisaje aquí también tiene suficiente encanto. 

CUTIMBO. PUNO - PERU.
CUTIMBO. PUNO - PERU.
CUTIMBO. PUNO - PERU.
CUTIMBO. PUNO - PERU.

Como no era de esperar vienen las preguntas a la cabeza del viajero: ¿Por qué hacer tumbas de tamaños colosales?, ¿por qué construirlas sobre la cima de unos cerros?, ¿qué significado tienen esas figuras zoomorfas (monos, sapos, roedores, felinos) esculpidas sobre la casi perfecta faz hecha de piedra?, ¿por qué tantos bloques perfectamente tallados esparcidos por aquí y por allá como si los constructores hubieran sido sorprendidos por algo o alguien, y hubiesen tenido que huir dejándolo todo a medio terminar?

CUTIMBO. PUNO - PERU.
CUTIMBO. PUNO - PERU.
CUTIMBO. PUNO - PERU.
CUTIMBO. PUNO - PERU.

En esto estaba pensando cuando apareció Antonio, el guardián. Acompañado de la suave música de su radio a pilas, fiel compañera de quienes trabajamos en soledad, nos cobró la entrada (6 soles) y charló con nosotros un buen rato. Nos dijo que hay una vía para autos que te lleva hasta la mitad del cerro y luego hay que continuar a pie. Nosotros no vimos la tal pero parece que sí existe porque el hombre nos alcanzó rapidísimo ya que había subido con su moto. 


Empezamos el regreso. Bajamos hasta la carretera donde nos dijeron que las combis hacia Puno pasaban cada media hora, nosotros tuvimos que esperar mucho menos hasta que apareció una que nos llevó de regreso a la ciudad. Tomamos un café, repasamos las fotos, planificamos nuestras visitas en Moquegua (adonde iríamos al día siguiente), y por la noche nos fuimos a caminar.  
 
CUTIMBO. PUNO - PERU.

     Cutimbo es impresionante y algo recomendable para aquel viajero o viajera que quiere conocer algo distinto, poco concurrido y en extraordinario estado. Solo hay que hacer un pequeño esfuerzo y calzarse las botas para subir hasta la cima del cerro. Pero tranquilos, el camino es perfecto y el paisaje es inspirador por lo que allí no hay cansancio que cuente. 


Pablo


DATOS ÚTILES

Las combis para ir hacia LARAQUERI (Cutimbo se encuentra ubicado en el camino) salen desde el cementerio de LAYKAKOTA, en Puno. Desde el centro de la ciudad hasta ese lugar un taxi te puede cobrar 2,50 soles. Las combis salen cuando llenan.

Son 20 minutos hasta COLLACACHIpueblo que se ubica en el kilómetro 21 de la ruta hacia LARAQUERI y desde el cual se inicia la subida hasta las chullpas.

La poesía del viaje : Robert Walser

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En el DÍA DE LA POESIA...

La dicha de ser un hombre racional y ponderado, de sentimientos simples, es algo que ve precipitarse, deshecho en mil fragmentos, por la pendiente desmoronada de su vida, como rocalla que se estrellara y rebotara estrepitosamente en su caída. Y encima él colabora, es algo ya decidido; quiere entregarse por entero a la mala estrella de los poetas: lo mejor será encaminarme a mi perdición lo más rápidamente posible.

KLEIST EN THUN

Una mañana, hasta donde recuerdo, hallándome a mitad de una suave cuesta, bajo unas encinas, me puse a contemplar un adorable pueblecito perdido entre el bosque y la montaña, que brillaba a mis pies bañado en la hermosísima, cálida y benévola luz de una mañana estival. ¡Qué alegría tan sana y buena procura el vagabundear! Solo las alegrías inocentes son verdaderas. 

EXCURSION

En Munich había conocido bastante bien a varias personalidades literarias de categoría, pero las reuniones artísticas y literarias me habían provocado sensaciones extrañas y opresivas [… ] Todo comportamiento impecable, perfecto, intachable o elegante solo me infundía pesar y una especie de temor. ¡Gran Dios todopoderoso y bueno: qué hermoso es caminar en verano por tu cálida, ancha y tranquila tierra, con la sed y el hambre honestamente unidos a todo aquello! Todo tan calmo y luminoso, y el mundo tan vasto.

WÜRZBURG

 “Es imposible, Hölderlin”, le dijo un día la señora de la casa, “y lo que tú quieres es inconcebible. Todo cuanto piensas va siempre más allá de lo conveniente y posible, y todo cuanto dices desgarra lo alcanzable. No quieres ni puedes vivir bien. El bienestar te resulta demasiado pequeño, y la paz dentro de la limitación, demasiado ordinaria. Todo es y se vuelve para ti un abismo, una infinitud. El mundo y tú son un mar.”

HÖLDERLIN

Deberíamos aprender si quiera a entender a nuestro prójimo, ya que somos incapaces de impedir su desventura, su oprobio, su dolor, su debilidad y su muerte.

FRAU WILKE
 

Vida de Poeta, Robert Walser.
Editorial Alfaguara, 1992.
Traducción de Juan José del Solar.

Imagen tomada de la página http://rafaelnarbona.es/

La poesía del viaje: Nicolás Bouvier (2)

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En la geografía como en la vida, el vagabundo imprudente puede llegar a una zona de silencio, a uno de esos periodos de calma vacía en que las velas colgantes condenan a una tripulación entera a la demencia o al escorbuto. Es raro que alguien se tome la molestia de prevenirlo.


No se viaja para adornarse de exotismo y de anécdotas como un árbol de Navidad, sino para que el camino nos desplume, nos enjuague, nos exprima, nos ponga como toallas raídas por los detergentes que ofrecen con un pedazo de jabón en los burdeles. Se aleja uno de las coartadas, de las maldiciones natales, y en cada fardo mugriento llevado a cuestas en salas de espera repletas, en los pequeños andenes de estación, abrumadores de calor y de miseria, lo que uno ve pasar es su propio ataúd. Sin este desapego y esa transparencia, ¿cómo esperar que los demás vean lo que uno ha visto? Volverse reflejo, eco, corriente de aire, mudo invitado al pequeño rincón de la mesa antes de decir cualquier cosa.


Mi cabeza se resiste a abrirse y me duele. Con frecuencia lloro sin saber por qué. Los empleados de correos me pierden con arrogancia esas cartas de Europa que necesito tanto como la sangre. Así que me quedé en la última, en donde ustedes me dicen que esta estadía no me sirve de nada, que la isla me está quemando los nervios y que no es posible encargarse de lo que les envío, pues el lector occidental no está preparado. Estoy de acuerdo, pero viajo para aprender y nadie me había enseñado lo que estoy descubriendo aquí. 


No se viaja sin conocer esos momentos en los que todo aquello de lo que uno estaba seguro se escabulle y nos traiciona como en una pesadilla. Detrás de ese desenlace aterrador, más allá de ese punto cero de la existencia y del final del camino, debe de haber todavía algo más. 

Nicolás Bouvier, El pez escorpión, Editorial Altair



Enigmas de cerro Baúl

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La mujer que encontramos en el “puesto de vigilancia” de CERRO BAÚL nos dijo que ella y los vecinos de los pueblos aledaños se organizan para cuidar el cerro porque viene “gente de noche a hacer brujerías”. Nos explicó las vueltas que dan por las faldas del cerro durante las cálidas madrugada moqueguanas, bien premunidos de lámparas y palos (no me animé a preguntar si también cargan armas), y nos contó también algunas historias extrañas y misteriosas. Toda esta parafernalia mágica es posible en un cerro como este, de forma tan peculiar y distinta a la que tienen los cerros que lo rodean: una mole de forma casi acastillada que emerge en medio del desierto con su cima extrañamente aplanada, como si el hombre le hubiese dado esa forma. Si no fue así, su forma natural lo hizo, con seguridad, lo suficientemente atractivo para los ojos humanos. Por ello no es de extrañar que los WARIS lo hayan elegido como lugar para construir en sus alturas una gran ciudadela. 

CERRO BAÚL. MOQUEGUA - PERU.

Habíamos cambiado el frío del hermoso altiplano puneño (ver entrada anterior) por el reconfortante calorcito de MOQUEGUA hasta donde llegamos luego de un viaje sencillamente alucinante que nos llevó desde las alturas nevadas de los Andes hasta el desierto de los valles costeros. Tenía muchas ganas de conocer esta pequeña ciudad que tiene un cariz barranquino (por Barranco,el distrito limeño sobre el que escribí) pero la experiencia sin ser mala tampoco fue lo que esperaba. Es un sitio relativamente tranquilo, con casas antiguas y, afortunadamente, sin edificios nada agraciados que alteren su interesante patrimonio arquitectónico (como vimos en JULI, por ejemplo). Pero parece que como pueblo pequeño que es nunca estuvo preparado para que por sus pequeñas calles reciban de golpe toda la modernidad y el barullo que trae la mina que se ubica cerca y que es una de las más importantes del país. Temo que le pase en el futuro lo que ha Cajamarca que de ser una ciudad tranquila y encantadora ha pasado a ser una gran urbe llena de todos los problemas sociales que eso significa ¿Son estos los costes a pagar por la boyante economía? Bueno, no quiero sonar alarmista, con todo Moquegua sigue siendo, aún, un lugar apacible y que bien se merece una visita. 

MOQUEGUA - PERU.
MOQUEGUA - PERU.
MOQUEGUA - PERU.
MOQUEGUA - PERU.
MOQUEGUA - PERU.

Desde Moquegua es muy fácil llegar a Cerro Baúl (ver DATOS UTILES abajo), lo difícil es (para algunos) ascender por su secas y rocosas laderas. Eso hicimos luego de despedirnos de la señora que nos vendió las entradas y nos contó lo de la “brujería”. Tuvimos suerte: el sol nos dio tregua pues se nubló así que la subida no fue tan difícil, al principio. No hay señalización y las primeras ¾ partes del camino están en pésimo estado por lo que hay que adivinar por dónde ir y pisar: todo es un erial agreste en el cual crece, con timidez, algún matojo de hierba o planta bien adecuada al desierto.

CERRO BAÚL. MOQUEGUA - PERU.
CERRO BAÚL. MOQUEGUA - PERU.
CERRO BAÚL. MOQUEGUA - PERU.
CERRO BAÚL. MOQUEGUA - PERU.
CERRO BAÚL. MOQUEGUA - PERU.

Hasta que tocamos la “pared” del farallón y encontramos una gruta donde hay velas derretidas, hojas de coca, restos de cigarros, caramelos: es obvio que el cerro sigue siendo un Apuprotector al que se viene a pedir favores a cambio de dejarle ofrendas, y de subir hasta su cima a celebrar, sagrativamente (qué lindo adverbio que la DRAE quiere desaparecer), rituales. No sé si la señora se refería a esto u a otro tipo de “rituales”, es decir a alguno que tuvieran que ver más con magia negra. En todo caso, imagino que sí se le permitirá a la gente subir a dejar sus hojas de coca o demás cosas pues esto es más tradicional y se hace incluso en Semana Santa cuando los peregrinos suben a la cima del cerro durante la madrugada. Para que se hagan una idea les dejo este vídeo. 




Cerca de la cima el camino se desovilla empinadamente hasta que aparecen escaleras y barandas que alivian el esfuerzo de subir. Es algo de agradecer pues es justo la parte donde se inicia el empinado farallón por lo que si sufres de vértigo o no tienes equilibrio te recomiendo no subir.

CERRO BAÚL. MOQUEGUA - PERU.
CERRO BAÚL. MOQUEGUA - PERU.
CERRO BAÚL. MOQUEGUA - PERU.

En la cumbre lo primero que aparece ante los ojos del caminante son 7 cruces puestas sobre un montículo de piedras a cuyos pies hay restos de “ofrendas” y mil velas ennegrecidas y derretidas que han dejado los que han subido a ofrendar. Desde esos 2,600 metros sobre el nivel del mar teníamos otra vista del valle moqueguano: ya no nos parecía tan árido sino más bien un alargado y bello oasis cuyo milagroso verdor contrastaba con la intensa dureza del desierto. 

CERRO BAÚL. MOQUEGUA - PERU.
CERRO BAÚL. MOQUEGUA - PERU.
CERRO BAÚL. MOQUEGUA - PERU.

Para seguir con la mística y lo ritual, hay que decir que casi toda la cima de CERRO BAUL está llena de maquetas hechas con piedras y lajas que representan en su mayoría pequeñas casas que parecen hechos para muñecos o enanos: las hay de dos pisos, alguna con jardín, otras con una especie de garaje; otros son solo formaciones circulares en cuyos centros se han puesto piedras enhiestas como si fuera una construcción “mágica”, en fin, todo lo que la inventiva de los oferentes puedan hacer y quieran pedir. Es más que interesante ver todo aquello.

CERRO BAÚL. MOQUEGUA - PERU.
CERRO BAÚL. MOQUEGUA - PERU.
CERRO BAÚL. MOQUEGUA - PERU.
CERRO BAÚL. MOQUEGUA - PERU.
CERRO BAÚL. MOQUEGUA - PERU.
CERRO BAÚL. MOQUEGUA - PERU.

Un poco más allá está lo que queda de las ruinas WARI, el gran estado ayacuchano que llegó hasta esta zona y construyó una ciudadela justo allí, en las alturas del cerro. Algunos dicen que ellos mismos la arrasaron antes de abandonarla, ¿por qué hicieron tal acto?... un misterio más… en todo caso te recomiendo que leas lo publicado por los estudiosos del PROYECTO ARQUEOLÓGICO CERRO BAÚL pues aclaran algunas cosas. 

CERRO BAÚL. MOQUEGUA - PERU.

Bajamos a la carretera a esperar la combi pues queríamos continuar hasta TORATA, no habíamos oído nada de ese lugar pero ya que estábamos por la zona quisimos continuar conociendo sitios. El pueblo tiene una atmosfera apacible y una plaza muy bonita y colorida. Alrededor hay zonas que tienen el digno encanto de lo viejo y otras donde se impone la suciedad y los materiales de construcción esparcidas por la calle. Parece que Torata está siendo reconstruida. 

TORATA. MOQUEGUA - PERU.
TORATA. MOQUEGUA - PERU.
TORATA. MOQUEGUA - PERU.

Eso sí, subiendo por un calle muy en empinada se llega hasta un mirador en la que hay un parque con jardines llenos de flores a los pies de un Cristo blanco. Abajo estaba el villorrio encajonado entre cerros cubiertos de verdor (aquí ya el desierto se impone menos) y el cual se propagaba el divino olor a leña que tanto nos reconforta a los que solo olemos el enfermizo olor del smog. Después de eso no hay nada más que ver. 

TORATA. MOQUEGUA - PERU.
TORATA. MOQUEGUA - PERU.

Regresamos a la plaza a tomar la combi de regreso a Moquegua pues al día siguiente continuaríamos nuestro viaje por el sur del Perú: AREQUIPA esperaba por nosotros. Hasta entonces viajeros.


Pablo.



DATOS UTILES


Desde Puno a Moquegua: la mejor opción son las combis que se encuentran en la calle Echenique de Puno, cerquísima de la terminal de buses. Son 4 las agencias que hacen ese recorrido. Las conocen como los “H1”. El pasaje es 35 soles y el viaje dura 4 horas. Las combis son muy modernas y confortables. Hay empresas de buses que prestan servicio hacia Moquegua pero lo hacen normalmente por la noche, el único que lo hace de día es SAN MARTIN: a las 09 de la mañana, precio del pasaje: entre 20 y 25 soles. El viaje dura 6 horas. La carretera está en muy buen estado pero la zona por donde pasa está llena de algunos abismos y una niebla espesa como la que jamás había visto en mi vida. Ves tantos y tan variados paisajes que parece que hubieses visitado diferentes lugares del mundo en poco tiempo. 


Hospedaje en Moquegua: Columbia Hostal. Calle Junín 334. Teléfono 053 – 463553. Costo de habitación doble: 70 soles (negociable). Muy buen servicio, aunque hay una cochera atrás donde muy tarde y muy temprano salen o entrar coches lo que lo hace muy bullicioso por lo que es mejor no pedir las habitaciones que dan a ese lugar. 


Hay una pizzería llamada VISSIOS en la plaza de Moquegua que pone unas pizzas buenísimas. Y en el Parque La Alameda hay bonitos restaurantes.


Desde Moquegua a Cerro Baúl: Ir hasta el Estadio de Moquegua que es desde donde parten las combis hacia TORATA. El pasaje es 3 soles y hay que bajarse al inicio del camino al cerro (poco antes de Yacanga). Hasta ese lugar el viaje dura poco menos de 30 minutos. En la pequeña caseta de control se paga 4 soles por la entrada, o 1 sol si eres estudiante y muestras tu carnet.La subida hasta la cima lleva 1 hora a buen ritmo, y media hora para bajar. Es bueno llevar agua, gorra, mucho protector solar y usar calzado adecuado.


Desde Cerro Baúl a Torata: se pueden tomar las combis que vienen desde Moquegua. Pasado el mediodía suelen demorarse más. El pasaje es 0,50 céntimos y el viaje dura 8 minutos. 


Desde Torata a Moquegua: las combis parten desde la plaza una vez estén llenas. El pasaje es 3 soles por persona y el viaje dura entre 30 y 40 minutos.

 

Escrituras nómades: Sendas de Oku de Matsuo Basho

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 "El que camina honor a sus sandalias"
Carlos Edmundo de Ory

No puedo dejar de sentir verdadera admiración, envidia, y fascinación por los viajeros que van hacia sus destinos a pie. Esos caminantes se me antojan seres distintos, casi feéricos, alejados como están de la enloquecida velocidad  con que se vive al rededor. La aventura de estos soñadores es la más pura, sencilla y original de todas las experiencias de viaje. De ahí que no pueda haberme dejado de emocionar cuando leía, hace varios años ya, el libro “El Perú a toda costa” de Ricardo Espinoza, conocido en el Perú como El Caminante, o esa maravilla de maravillas llamado “El tiempo de los Regalos” en el que irrepetible Paddy Leigh Fermor  nos cuenta su aventura a pie desde Holanda hasta Turquía. Y es que caminar es un modo de penetrar en la naturaleza al ritmo que ella hace las cosas: lentamente, por ende en ese acto hay más armonía que en pocos actos de nuestra vida. Que lo digan Chatwin, Thoreau, Walser, Sebald, Coleridge, quien se caminaba al menos 50 kilómetros por día, Rimbaud o Wordsworth, quienes caminaron por media Europa buscando ve tú a saber qué, Van Gogh o Benjamin, que lo digan los situacionistas, los dadaístas, Nietzche, que lo digan los peregrinos de otros, y de estos, tiempos. ¡Quién pudiera vivir cosas semejantes! Envidiable modo de viajar, más aún hoy en que tenemos que resignarnos a la velocidad con la que hay que vivir y visitar los sitios pues las vacaciones se acaban en pocos días y no hay tiempo para sentir ni ver: hay que correr en pos de lo aparente para perdernos lo sublime que yace en lo profundo. 


Esa emoción por el hecho de caminar y por los caminantes me ha regresado al alma hace poco en que estuve leyendo en estado de gracia el bellísimo libro SENDAS DE OKU del poeta, calígrafo y caminante MATSUO BASHO, quien ya está en mi personal olimpo literario después de esta lectura. En este precioso libro el poeta nos cuenta parte de la gran peregrinación que inició en 1689 y el cual le llevó 2 años por el centro de Japón. Esto no era algo excepcional en él, ya había escrito cinco diarios de viaje (tema que siempre estaría presente en su obra) en los que relataba sus andanzas por lugares sagrados de su país a los que llegaba como un humilde “sembrador de poesía”.





Pero no por ser un personaje excepcional Basho se nos presenta como un hombre fuera de lo común y autocomplaciente. No, todo lo contrario. Desde el inicio del viaje nos hace cómplice de sus sentimientos cuando nos cuenta esa disyuntiva que todo viajero ha sentido antes de dejar lo conocido por ir a husmear al otro lado, allí donde palpita la tierra prometida en la que se harán realidad nuestros sueños de huida: el poeta se debate entre “la violencia misma del deseo” que le incita a irse y el miedo por los riesgos y la pena por la incertidumbre del regreso.


Entonces el poeta cose sus  viejos pantalones y se va. Peregrina conociendo templos y rezando en ellos, visitando a eremitas y cementerios, recordando lecturas que hacían referencia a los lugares que visita y a al modo de un cronista nos informa sobre algunas costumbres y tradiciones que todavía existen, lo que nos da un indicio de su alta cultura. Sensible, nuestro frugal caminante llora y ora ante ruinas (¡que levante la mano el que no ha sentido algo semejante!) y tumbas de hombres santos, castillos; se pierde y lo detienen unos guardias; se hospeda en casas de amigos o en templos y también en miserables sitios donde las pulgas le atormentan o simplemente en los bosques usando yerbas de bambúes como almohada. Está atento a la maravilla del mundo y de la vida; hasta la naturaleza le invita a sacar conclusiones y pensar: un árbol que aún debajo de la espesa nieve sigue floreciendo, por ejemplo. Y así, dejando poemas allí donde llega, encapsulando la belleza del momento en haikus que como gotas pequeñísimas guardan la esencia de la belleza de todo ese océano que es la vida, el mundo, las lindezas de la tierra. Así la poesía de Basho nos incita a hacer algo que quizás no hacemos cuando viajamos y que tal vez solo el caminante viajero tenga el privilegio de ver gracias a la lentitud con la que se mueve: estar atento a lo nimio, a lo cotidiano, porque allí se guarece lo maravilloso; y todo ello le arranca a su pluma metáforas y comparaciones magistrales: “La escena tiene la fascinación distante de un rostro hermoso”. Pero no es que escriba o describa toda la grandeza de los paisajes que ve, su sencillez aflora cuando se niega a describirnos esos lugares pues ya lo habían hecho mejor otros maestros, hacerlo sería “como añadir otro dedo a la mano”.
 
Imagen de http://kids.britannica.com/
 Así va nuestro caminante, completamente en comunión con la aspereza del mundo, en donde todo sucede a la altura de sus ojos, no a sus pies. Y es que eso es viajar caminando: diluir las fronteras de tu yo, tu falso orgullo y ponerte al nivel de las cosas que pasan, del mundo que te rodea y en donde no eres más que un simple elemento a merced de lo que la naturaleza te quiera proveer, para tu bien o para tu mal.


No puedo dejar de decir que la introducción de Octavio Paz es magistral y sus explicaciones nos ayudan a entender mejor la obra de Basho. Solo un inmenso poeta puede entender a otro de su calibre. El mejor resumen de esta preciosa obra lo hace el mexicano cuando nos dice que SENDAS DE OKU “es algo más que una obra literaria: es una invitación a vivir de veras la vida y la poesía”. Ya saben viajeros, caminen, que al cielo se entra a pie.


Pablo




“Con un viaje aún largo en perspectiva, mi estado me desosegaba aunque el andar de peregrino por lugares perdidos, me decía, es como haber dejado ya el mundo y resignarse a su impermanecencia: si muero en el camino, será por voluntad del cielo.”


Basho



Arequipa : entre la belleza y el caos

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Arequipa era un estado mental. Creo. Cuando era niño y hablaban los mayores de lo sucia, bulliciosa y descuidada que era Lima solían decir: “Deberíamos aprender de AREQUIPA, la Ciudad Blanca, tan cuidada, tan limpia…”; el orden significaba entonces una ciudad al sur del país que era la antítesis de la capital peruana. Un lugar al que imaginaba perfecto.




Fui por primera vez hacia Arequipa hace muchos años, exactamente en 1999, camino del Cuzco para ver a mi ídolo Charly García en el ya extinto Festival de la Cerveza Cuzqueña. Qué buen concierto se hizo el genio. Como buen groupielo perseguí hasta el hotel Monasterio donde se hospedó. Excúsenme la digresión. Iba a decir que eso fue hace años y sí, la ciudad casaba bien con mis expectativas. Aunque no puedo decir gran cosa, porque apenas estuve un día por allí. Pero, creo, sirvió para darme cuenta de lo tranquila y agradable que era. Luego volví varias veces, por trabajo, por placer, y cada vez iba notando cambios, una metamorfosis algo silenciosa. Hasta que regresé a fines del 2012 y ya noté el cambio radical que ha dado esa ciudad que antes era pequeña, noble, y tranquila. Y desde entonces para mí, ha pasado de ser un estado mental, a una dura realidad. 

 



 Ya no se me antojaba media pueblerina, sosegada, elegante sino más bien era ahora una ciudad pujante, desordenada, intensa, a medio camino entre una gran capital y una ciudad de provincia. Huelga decir que esto no es exclusivo de Arequipa, todas las grandes capitales peruanas han ido dejando atrás sus ropajes de lugares pequeños, cristalizados en un sueño de siglos para, poco a poco, convertirse en satélites intensos que atraen a su alrededor mundos fulgurantes. El candor de muchos de ellos se ha perdido y son hoy un pequeño reflejo de Lima. ¿Es eso malo? ¿Son los precios que hay que pagar por esa modernidad tan deseada?
 







Sin embargo, el viajero nunca se cansará de volver a Arequipa. Uno caerá por allí una y otra vez y redescubrirá el encanto de sus calles, de sus gentes, de su cultura. Pocas ciudades tienen una riqueza patrimonial tan impresionante. O están rodeadas de un paisaje alucinante de volcanes, desiertos y campos cultivados como lo está Arequipa. Y sí, es un trago amargo el que hay que pasar cuando se ve tanto tránsito caótico, tanta bulla, tanto barullo, tanta fricción, y por momentos, cierto miedo. Pero, vamos, con un poco de paciencia, cuidado y buen tino se puede tener en esta ciudad una grata experiencia.

 Allí llegamos luego de haber estado en Moquegua(ver ENTRADA ANTERIOR). Queríamos continuar nuestra aventura por el sur peruano y además teníamos una amiga querida que visitar. Así que por qué no darse el lujo y andar de nuevo por esta urbe que crece y crece imparable a los pies de fascinantes y temidos volcanes. Por que sí, por que hay que ver la elegancia de sus casonas y sus hermosos patios adornados de macetas y flores (clara influencia andaluza), y la belleza barroca de las portadas de algunas de sus iglesias, y sus callejuelas donde las paredes de las casas blancas restallan al ser heridas por la luz del sol, y sus parques bien cuidados, y saborear la sazón prodigiosa de sus platos, y… nunca acabaría de alabar sus bondades.





 



 Nos quedamos algunos días en la ciudad porque Paolita, nuestra amiga, y Kari, su compinche de aventuras artísticas y de negocios, nos hicieron pasar unos días inolvidables. Dos chicas alucinantes, con una intensidad, vitalidad y creatividad envidiables. Son ellas reflejo de esta nueva sociedad pujante, creativa, efervescente que ahora se impone en Arequipa. Disfrutan de todas esas mieles y también de los cálices amargos que ello trae: van adelante con su negocio aunque alguna vez han sido asaltadas, pero adoran este lugar y quieren cumplir sus sueños por aquí. Por otro lado, también tuve la inmensa suerte de conocer por fin a una bloger de viaje: la peruana Susana Montesinos, una viajera y escritora que debe ser la única persona de mi país que ha ido por bici por África y Centro Europa; sinceramente conocerla fue un gran honor: es una persona muy tranquila, sensible, culta y con sentido del humor. Ella es una arequipeña cosmopolita como ven. Cada quien escoge la manera de vivir y realizar sus sueños  y ella ha llevado los suyos lejos de su tierra. Estar con estas chicas me ha dado la oportunidad de ver dos caras de la misma realidad. 




  

 



En fin, esto es, en mi opinión, Arequipa. Hemos caminado mucho por allí, y conocimos algún rinconcito poco famoso del que hablaré luego. Y como no todo en la vida del viajero es aventura nos animamos a ir en un tour para visitar los lugares típicos, y no por ello menos hermosos, que se encuentran en la ciudad y sus alrededores, sobre esto también escribiré una entrada a ver si les sirve a ustedes y se animan a visitar esos lugares mis queridos e improbables lectores. También partimos desde Arequipa hacia el Cañón del Colca donde estuvimos vagando unos días... tranquilos, ya escribiré sobre ello. Hasta entonces viajeros. 


Pablo


DATOS UTILES


De Moquegua hacia Arequipa: En Moquegua se pueden encontrar las combis que van hacia Arequipa en la Avenida del Ejército 135. Si vas en taxi debes decir que te lleven al paradero de “las H1”. El lugar está justo al frente de la empresa CRUZ DEL SUR, a media cuadra del paradero de colectivos que van a Tacna e Ilo. El pasaje (que se paga al mismo conductor) cuesta 30 soles y el viaje dura 2 horas y media. En nuestro caso el viaje fue una pésima experiencia pues el chofer era pésimo ya que iba a una velocidad endemoniada, haciendo más de 70 en curvas donde se indicaban 40 y adelantando temerariamente. Le reclamamos y bajó la velocidad pero fueron momentos muy tensos. Es una de las cosas menos agradables de los viajes en el Perú: ese amor suicida por la velocidad que tienen los conductores, como resultado de todo ello basta con ver las altas tasas de muertos en las carreteras. Una real vergüenza. En fin, que cuando llegamos a la terminal pedimos el libro de reclamos y al principio la mujer que atendía se hizo la loca, luego ya nos dio el cuaderno y escribimos nuestra queja. La empresa se llama “SUR PERUANO”, según la mujer el conductor se llamaba Eugenio. Desde esa terminal hasta el centro de la ciudad de Arequipa un taxi cobra 5 soles. 


Hospedaje en Arequipa: Nos quedamos una noche en el hotel SANTA CATALINA. Es un lugar que seguro tuvo tiempos mejores, ubicada en una bulliciosa esquina (sobre todo en el día) pero pese a eso no está tan mal: posee un bonito patio y terraza con vistas. La habitación doble cuesta 60 soles (negociable) y una sin baño 40. Luego nos cambiamos al hostal EL REMANSO (Bolívar 403) mucha más moderno y tranquilo, y con una buena atención. También tiene una linda terraza que da hacia el Convento de Santa Catalina, desde allí vimos a alguna monja de clausura trabajando en el huerto. He perdido la factura que nos dieron pero en precio recuerdo que era similar al Santa Catalina. Su correo electrónico es hostalelremanso1@hotmail.comy el teléfono (054) 227421. Recomendado. 


También vimos el HOSTAL BOLIVAR, Calle Bolívar # 202 Cercado-Arequipa, tiene una bonita entrada y patio, con habitaciones algo viejas aunque el sitio es muy tranquilo. Habitación doble con baño 75 soles (negociable), incluye desayuno. Tiene una excelente ubicación aunque nos pareció que la gente que atendía era poco amigable.  

Comer en Arequipa: Probamos el CAFÉ CAPRICCIOen la calle Mercaderes, es un lugar agradable, elegante aunque no muy caro, sus postres y cafés son buenísimos. También es muy recomendable la heladería ICE PALACE en la calle San Agustín, sus helados no tienen pierde. Un lugar atípico y que me encantó es el CAFÉ GOURMETVALENZUELA (Calle General Morán 114, Altos) http://www.cafevalenzuela.com.pe/  se ha convertido en mi sitio predilecto y sé que cada vez que vuelva a Arequipa caeré por allí pues sus cafés son de lo mejor y el local en el que está es muy simpático: una especie de cueva pequeñísima donde apenas entran las mesas, con un ambiente muy relajado.   


Comimos una vez en el restaurante ON THE BALCONY (aunque también le conocen como LOS PORTALES DE VENEZIA) localizado en el Portal de Flores en la plaza, el servicio es excelente y tienen muy buenos platos aunque caros. Se ubica en la parte alta de una casona, lastima es que no tengan ascensor por lo que hay que subir por varias escaleras, por ende tienes unas gratas vistas de la ciudad. Mucho más barato es el restaurante CHINESE FOOD en el 121 de la calle puente Bolognesi, no es la maravilla pero es una buena opción si no se quiere gastar mucho en comida. También es recomendable LA ALEMANA (San Francisco 137) sobre todo por sus salchipapas y embutidos, si los maridas con una Cuzqueña red lager, como lo hice yo, te encantará.  

Precios del 2012.





Arequipa: los tesoros secretos del Convento La Recoleta

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Cuando el viajero está en Arequipa (ver entrada anterior) sabe que tiene que ir sí o sí a ver esa maravilla llamada el Convento de Santa Catalina. Sí. Es un “must”. Pero para un mochilero que va ajustando el presupuesto al máximo tal vez el ticket de entrada a ese convento tenga hoy un precio casi prohibitivo. Tranquilo, afortunadamente Arequipa tiene mucha riqueza patrimonial y nos ofrece una alternativa más económica pero también fascinante: el CONVENTO LA RECOLETA. 

Ubicado a pocos minutos a pie del centro de la ciudad, solo hay que cruzar el puente Grau, y mirar abajo el famélico Chili, para llegar al famoso barrio de Yanahuara. Desde el mismo puente casi se puede ver la torre del convento, así que no hay pierde. 
 
CONVENTO LA RECOLETA. AREQUIPA - PERU.




La fachada de la iglesia es bastante sobria, pero la entrada al museo se encuentra al lado, en la portada del convento. Allí llegamos, y aunque parecía que no había nadie respondieron rápido a la llamada del timbre. Nos recibió Andrea, una chica joven muy simpática, amable e inteligentísima que es guía voluntaria en la Recoleta. Nos cayó tan bien que al final la invitamos a almorzar y aceptó. Fue interesante escucharla hablar sobre los sentimientos y opiniones que su ciudad le despierta. Si quieres puedes hacer la visita sin guía (en el ticket está bien dibujado el recorrido por lo que no hay pierde), pero para serte sincero vale la pena ir con alguien que te informe porque el sitio es más grande lo que se espera y hay mucho más patrimonio de lo que uno podría imaginar. En verdad, pesábamos que solo había un claustro, alguna biblioteca y un jardín: lo que no imaginábamos era que había mucho más que todo eso.

De entrada te recibe el bien soleado “Claustro de la Portería” (hay 4 claustros en total) con su maciza arquería, una piedra de molino que han puesto a modo de adorno (dicen que es el más antiguo del Perú, un dato que hay que tomarlo con pinzas, claro) y toda una colección de bellísimas crasas. Nunca imaginé que las hubiese de esas formas y colores. Sinceramente desde que las vi allí me enamoré de esas plantas, y si antes no las encontraba tan interesantes ahora me parecen una hermosura.

CONVENTO LA RECOLETA. AREQUIPA - PERU.
CONVENTO LA RECOLETA. AREQUIPA - PERU.
CONVENTO LA RECOLETA. AREQUIPA - PERU.

Un pequeño zaguán te lleva hasta el “Museo Precolombino” donde, como es de esperar, hay interesantes piezas perecientes a varias de las culturas precolombinas (entre ellas huacos eróticos mochicas, ¡vaya con los curitas!), y algunas momias y cráneos en asombroso estado de conservación. Una vista sinceramente impresionante.

CONVENTO LA RECOLETA. AREQUIPA - PERU.
CONVENTO LA RECOLETA. AREQUIPA - PERU.
CONVENTO LA RECOLETA. AREQUIPA - PERU.
CONVENTO LA RECOLETA. AREQUIPA - PERU.


El siguiente claustro es el “Mayor o de San Francisco”, quizás el más hermoso de todos. Sus cipreses dan una sombra agradable, mientras que el agua corre por un pequeño canal haciendo ese sonido que invita al sosiego. ¡Qué tranquilidad! Fuera, a unas pocas calles, en el puente Grau, mil combis y taxis competían por ensordecer a la gente con sus bocinas desbocadas y allí dentro el mundo era otro, distinto, mejor. Es un sentimiento que siempre he tenido cada vez que visito un monasterio en una gran ciudad peruana como Lima o Arequipa: es como entrar en otra dimensión.

CONVENTO LA RECOLETA. AREQUIPA - PERU.


Y para continuar con ese viaje dimensional tomamos las escaleras que se inician en este claustro para ir a mi sitio favorito: la gran biblioteca del convento. Querido viajero y viajera, no quiero sonar afectado pero este tipo de espacios dentro de un convento sencillamente me fascinan y me pasaría horas hablando de ello, de cada una de los libros que vi (no todos pues hay aproximadamente 23 mil), de la forma y las letras que observé en los lomos de esos viejos amigos (algunos tenían una marca de fuego en forma de R, para evitar robos), del olor que desprenden esas hojas tan añejas, en fin, que me emociono y nadie me corta el rollo. Una curiosidad: hay una pequeña puerta en este sitio que da a una habitación a la que conocen como “el infierno” puesto que allí están varios de los libros prohibidos por la censura eclesiástica. Recordé que Vargas Llosa, en un opúsculo llamado “Historia secreta de una novela”, en el que cuenta cómo se gestó su novela La Casa Verde, relata que cuando era estudiante de posgrado en el Madrid franquista iba a estudiar a la Biblioteca Nacional y había allí también un espacio llamado “el infierno”, y por la misma razón. Andrea también me contó que una pareja de bibliotecarios jubilados, venidos de los Estados Unidos, están catalogando, ad honórem, el patrimonio de esta biblioteca. ¡Benditos sean!


CONVENTO LA RECOLETA. AREQUIPA - PERU.
CONVENTO LA RECOLETA. AREQUIPA - PERU.
CONVENTO LA RECOLETA. AREQUIPA - PERU.
CONVENTO LA RECOLETA. AREQUIPA - PERU.
CONVENTO LA RECOLETA. AREQUIPA - PERU.

Un pequeño pasaje, llamado “de los profetas”, lleva hasta el sencillo “Claustro de las misiones”;hay que recordar que la franciscana era una orden misionera que intentó evangelizar en la selva. Desde allí se puede acceder al “Museo amazónico”, que no es sino una colección de instrumentos y ropas de las tribus selváticas del Perú junto a una impresionante cantidad de animales amazónicos disecados.  Al lado se encuentra un espacio que hace un gran contraste: el “Museo religioso”, como lo indica su nombre hay allí esculturas e instrumentos para celebraciones religiosas, amén de cuadros. Dale una miradita al artesonado de madera en el techo, realmente singular.

CONVENTO LA RECOLETA. AREQUIPA - PERU.
CONVENTO LA RECOLETA. AREQUIPA - PERU.
CONVENTO LA RECOLETA. AREQUIPA - PERU.
CONVENTO LA RECOLETA. AREQUIPA - PERU.

Finalmente se llega al hermoso “Claustro de alcantarino” en donde lo más notable es el rítmico movimiento que parecen tener sus 26 pequeños y macizos arcos. Si bien este rincón ha sido muy restaurado, ya que el terremoto del 2001 le afectó, y mucho, no deja de tener gracia sus techos de tejas rojas, el pozo central; las flores y los árboles le terminan por dar a este rincón un ambiente más que especial: dan ganas de quedarse unos días a vivir retirado aquí. En las salas que rodean a este claustro se encuentran la Pinacoteca (me hizo recordar a alguno de los salones del Convento de los Descalzos en Lima), un par de celdas que nos dan idea del modo de vista austero en que vivían (y viven) los franciscanos y, para cerrar, hay una habitación donde se exponen una colección de juguetes: esto es quizás lo más raro de todo puesto que uno apenas si podrían esperar encontrar tal colección en un convento franciscano, más aún después de haber visto huacos, momias, cuadros y libros antiguos, pero bueno, la cosa tiene su gracia, además, las sorpresas nunca vienen nada mal.
CONVENTO LA RECOLETA. AREQUIPA - PERU.
CONVENTO LA RECOLETA. AREQUIPA - PERU.
CONVENTO LA RECOLETA. AREQUIPA - PERU.
CONVENTO LA RECOLETA. AREQUIPA - PERU.

Así que ya saben viajeros, si quieren una alternativa económica al convento de Santa Catalina, aquí tienen un buen y bonito lugar. Sinceramente a mí me dejó un extraordinario recuerdo. Les animo a visitar este sitio cuando caigan por Arequipa. En la próxima entrada contaré un poco sobre el tour clásico  con el que nos fuimos por los alrededores de la ciudad de Arequipa. Hasta entonces. Abrazos para todos.

Pablo


DATOS UTILES

Convento y Museo La Recoleta. Calle Recoleta 117. Horarios de 9 a 12 y de 3 a 5. Teléfono (054) 270947. Correos electrónicos:  recoleta_museo@usa.net, convento_la_recoleta@hotmail.com. Precio de la entrada: 10 soles general, 5 soles para estudiantes. 

En la península de Capachica : Maravilla secreta

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El pequeño Christiantiene unos modales principescos. Habla pausadamente, se dirige a los mayores de usted, no dice palabrotas, y casi siempre dice “por favor”. Pero cuando toca ser niño de nuevo no para mientes y se divierte como un loco corriendo (chivateando diría mi madre) junto a sus amiguitas Jocelyn y Camila entre los campos que se encuentran a medio camino entre su escuela, ubicada cerca de la plaza de LLACHON, y su casa. El recorrido le lleva unos 40 minutos a pie. No se queja de tal esfuerzo. Él va a estudiar igual, y cuando llueve también lo hace pero toma un atajo por un camino que me señaló, allá arriba, entre las montañas desde donde el TITICACA debe verse esplendoroso. Cuando camina con nosotros mira hacia abajo y en las aguas del lago observa entusiasmado, como si fuera la primera vez que lo viera, cosas que nosotros no advertimos. Luego nos explica de qué se trata y continuamos.

Conocimos a este simpático chiquillo en la plaza de LLACHON, hasta donde habíamos llegado con la esperanza de pasar unos días en esa casi secreta península que penetra en la superficie de las profundas aguas del Titicaca, y el cual poquito a poquito ha empezado a posicionarse como la nueva, y sensacional, alternativa al turismo comunitario de las tan mentadas, y no por ello menos hermosas, islas del lago. Ya sabes, Taquile y Amantaní.  Los planes no salieron como quisimos pero eso ya lo contaré después.

LLACHON. PUNO - PERU.
        Todo había sido muy rápido. Tomamos un avión por la mañana desde Lima hasta Juliaca; en el aeropuerto de esa ciudad tomamos el servicio de transfer del señor Saira que nos llevó en su “van” hasta la terminal de combis hacia Capachica  (ver DATOS UTILES abajo). Allí tomamos la única combi que encontramos y que nos puso en poco tiempo en la entrada a la gran península (es decir en Capachica). Ya había tenido yo la oportunidad de conocer Llachón en la primera vez que hice kayak por el lago (ver aquí la entrada) pero la visita fue muy rápida pues estuve en ese sitio para subirme a un kayak, y empezar a remar hacia Taquile, pero esta vez la idea era visitar, sin apuro, todo lo posible en la península. Así que allí estábamos. (Dejo aquí un mapa para explicar la ruta)

EN LA COMBI HACIA CAPACHICA. PUNO - PERU.

La plaza de CAPACHICA es pequeña y su centro está lleno de tienditas rodantes y triciclos usados por gente que se dedican a vender cosas al por mayor. Hay una escalera multicolor que lleva a un “mirador turístico”. No vimos hoteles ni ningún teléfono público, solo una señora que vende golosinas alquila su teléfono celular; bien preciado que tiene casi toda la gente del pueblo. Tuvimos que esperar algo más de media hora hasta que apareciese una combi hacia Llachón, hay muy pocas. Lo que es más fácil encontrar son combis para Puno y Juliaca. Eso sí, nos dijeron que había taxis que te llevan a PLAYA CHIFRÓN que es una zona costera, al borde del lago cuya presencia aquí en Capachica, no se advierte por ningún sitio.

CAPACHICA. PUNO - PERU.
CAPACHICA. PUNO - PERU.
CAPACHICA. PUNO - PERU.
CAPACHICA. PUNO - PERU.
CAPACHICA. PUNO - PERU.
     En poco más de 40 minutos llegamos a LLACHON. Empezamos a buscar alguna casa hospedaje pero todos estaban en las afueras del pueblo. Yo recordaba la de la vez anterior que estuve aquí (la del señor Valentín Quispe) pero mi idea era cambiar y tener nuevas experiencias con más gente. Fui a preguntar a una tienda cuál nos recomendaban y cuando regresé a la placita encontré a Pilar conversando con Christian y sus amiguitas, quienes acababan de salir del colegio y estaban regresando a sus casas. El niño nos dijo que su madre daba hospedaje a turistas en su casa. Así que decidimos seguirle. Total, por algo estos mocosos habían aparecido en nuestro camino.

LLACHON. PUNO - PERU.
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Ya dije que la andadura desde la plaza del pueblo hasta la casa de Christian lleva algo así como 40 minutos. No es mucho pero si a eso le sumas que tienes que cargar tu mochila, que hay algunas pendientes, y que estás a mucha, mucha altura, pues el esfuerzo se redobla. A medio camino apareció un carro y Christian se puso a negociar con el conductor (su “tío”, en realidad los niños se refieren a todas las personas mayores como tío o tía) para que nos llevase hasta la casa. Subimos con los enanos y llegamos. Pagamos 4 soles. Normalmente desde la plaza de Llachón hasta la casa de Christian, o un poco más allá, un coche te puede cobrar 25 soles, por lo que averiguamos.




LLACHON. PUNO - PERU.

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Cuando arribamos a la casa nos sorprendió que fuera más grande y bonita de lo que esperábamos. Era diciembre y no estaba preparada porque en ese tiempo no van turistas así que pusimos a la doña Antonia, la madre de Christian, en apuros pero igual se las arregló para darnos un servicio de lujo. Y eso que la pobre estaba un poco mal pues se había ido a una conferencia sobre turismo comunitario en Chachapoyas, ciudad que está en el extremo norte del Perú, así que tuvo que cruzarse todo el país para ir hasta allí, y una vez más para regresar. Y es que los del ministerio en Lima (los que organizaban dicho encuentro) no le había informado dónde queda Chachapoyas. En fin, que había comido algo pésimo en la conferencia y el regreso en bus (¡!) fue una odisea. Pero allí estaba ella, solicita a atendernos, con su extraordinaria amabilidad y una sempiterna sonrisa.

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 El servicio que nos dieron incluía cama, cena y desayuno y pagamos 20 soles por persona y por noche (acuérdate que esto es en baja temporada, posiblemente en la alta suba un poquito). Las camas  estaban muy limpias y la habitación ordenada y con una vistas al lago que son pura miel. ¿Qué falta? Quizás un mejor baño y caños (grifos), pequeñeces en realidad que no estropean el viaje porque por lo demás todo es genial en la casa de esa familia. Hay que olvidarse de vez en cuando de las comodidades amiguitos, y conocer el Perú como es, que si esperamos a que todo sea 5 estrellas allí adonde vayamos entonces no saldremos jamás a disfrutar de esa tremenda belleza que hay en estas joyitas que tenemos por pueblos. La señora Antonia y su esposo (a quien no conocimos por que se había ido a Puno a llevar mercadería) tienen en mente ampliar las construcciones y mejorar las facilidades; en realidad son gente muy práctica y ambiciosa; da gusto verles motivados por recibir viajeros.

LLACHON. PUNO - PERU.

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Para darles tiempo a preparar las cosas dejamos nuestras mochilas en el patio de la casa y nos fuimos hasta donde acaba la península, es decir a punta COLATA, desde donde veríamos las islas y el lago en toda su inmensidad. Caminar hasta allí nos llevó unos 40 minutos. Nos cruzamos con la gente que regresaba a sus casas llevando de vuelta a los animales y con un campo de fútbol (algo me dice que debe ser el más alto del Perú) donde los chicos del pueblo jugaban como si tal cosa. El sol de la tarde más que iluminar parecía acariciar el mundo y todo se tiñó de un oro delicado.

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Por la noche comimos una cena deliciosa y puramente vegetal, con cosas que doña Antonia trajo de su chacra. Christian, que quiere se chef cuando sea grande, ayudaba a su madre solícito. Llovió toda la noche, unos goterones que percutían haciendo un eco metálico al caer sobre el techo de metal (era inicios de diciembre, tiempo de lluvias). El silencio nocturno hacía parecer que la lluvia fuera más feroz de lo que era en realidad y que se iba a traer abajo todo. No fue así, el techo resistió bien. Lo que no resistió fue mi cabeza que me empezó a doler como si tuviera un hacha en medio del cráneo. Jamás en mi vida había sufrido soroche (mal de altura), y eso que he caminado y he viajado mucho por los Andes, y a mucha altura. Parece que el cuerpo se me malacostumbró a los bajos niveles europeos. Snif, snif. En fin, que salí al amanecer al jardín de la señora Antonia y prácticamente barrí con toda la muñaque había sembrada allí. Tal era mi desesperación. La muña es una plata deliciosa con la que se hace infusiones, mi madre los solía hacer cuando yo era niño y desde entonces me encanta. También ayuda a soportar el soroche si la mueles en tus manos y las hueles. Afortunadamente el dolor bajó en intensidad pero en la mañana ¡ay, siguió doliendo! Había cometido el error de subir directamente desde Lima a Puno sin ningún paso intermedio para aclimatarme. Y es que nunca lo necesité en mi vida, y por eso pensé que iba a ser igual esta vez. Pero no fue así, mal que me pese.

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A la hora de almuerzo doña Antonia nos preparó unos platos hechos con un pescado pequeñísimo que rebosó y supo a gloria. No había pescado en lo de su vecino y tuvo que bajar al pueblo solo para conseguirlos y atendernos a nosotros. No les digo que era la amabilidad hecha persona. El malestar no pasó por lo que decidimos irnos, al día siguiente de nuestra llegada, a Puno donde podríamos encontrar farmacias o servicio médico si la cosa empeoraba. No puedo dejar de decir que me dio mucha pena dejar Llachón y a doña Antonia y Christian, y es que sinceramente el sitio merece días de estadía. Tan bonito es que hasta me pregunté en algún momento: ¿cuánto me costaría vivir allí?

LLACHON. PUNO - PERU.

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Así que ya sabes, no te pierdas esta maravilla de sitio, pero eso sí, primero aclimátate y ve, y déjate engreír por las atenciones de esta increíble gente. Disfruta viajando por el Perú.

Pablo

PD: La próxima entrada será sobre la continuación de nuestro viaje, esta vez en la ciudad de Puno y visitando las maravillosas iglesias coloniales de estilo barroco de los pueblos situado a orillas de la zona sur del Titicaca. Hasta entonces viajeros.

DATOS UTILES

La señora Antonia me dio una tarjeta para contactos: Asociación Turística SUMAQ HILLARY TOURS – Llachón Santa María. Luis Oha Quispe (es el nombre de su esposo). 951 613779 y 951908592; illary_tours@hotmail.com

Aprovechamos una buena oferta de la aerolínea TACA para ir de Lima a Juliaca, muy buena atención.

En el aeropuerto de Juliaca conocimos al señor Eloy Saira en cuya van  nos llevó hasta el paradero de combis hacia CAPACHICA. Era una persona muy amable y nos atendió bien. Trabaja para la empresa: Turismo Rosario. Ofrece servicio de transporte desde Puno hasta el aeropuerto de Juliaca y viceversa, también tours. Recogen a domicilio. Dirección: Jr. Tacna 282, en Puno. Teléfonos: Fijo 051 793262 y Móvil 942147661. Eloy cobra 15 soles por persona hasta la ciudad de Puno, pero por lo que oímos también se pueden conseguir por 10 soles. Eloy nos llevó hasta la terminal a Capachica por 10 soles (que pagamos por ambos).

La parada de combis hacia Capachica es bastante nueva pero algo desangelada. Allí vimos también combis hacia un pueblo llamado HUATA, por si les interesa el dato.

Desde Juliaca hasta Capachica: el viaje dura 35 minutos, y el pasaje cuesta 3 soles por persona.

Hay en Capachica una empresa de combis llamada San Salvador que presta servicios hacia Puno, Huata, Coata, Ccotos, y obviamente, Llachón.
 
De Capachica a Llachón (o viceversa) la combi tarda 40 minutos. El pasaje cuesta 2 soles por persona.

Desde Capachica hasta Puno el trayecto en combi dura 1 hora y el pasaje cuesta 4 soles por persona. Hay que recordar que para esta ruta solo hay combis hasta las 5 de la tarde. Es mejor pedirle al conductor que te baje lo más cerca del centro de Puno (Plaza Pino, por ejemplo), para no tener que ir hasta el terminal que está a las afueras de la ciudad.

Desde COLATA (la punta de la península) se puede tomar un bote hacia Amantani entre las 10 y las 11 de la mañana y hacia Puno (barco colectivo) a las 07 de la mañana. Lo que se debe hacer es pedir bajar la bandera del puerto, es una señal para indicar que hay pasajeros, de otro lado el bote no se acerca.  

Todos los precio son del 2012

Tour clásico por los alrededores de Arequipa

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Aunque he puesto un título demasiado explícito a esta entrada, y el o la (improbable) lector o lectora de este blog ya puede imaginarse de qué va, no quería dejar de contar la experiencia en un tour en los alrededores de la gran ciudad de Arequipa. Si bien no solemos contratar tours (no veo nada de malo en hacerlo, pero nos gusta más ir por libre) tenemos que reconocer que en este caso hacerlo te facilita la vida ya que no tienes que preocuparte en subir o bajar de combis, esperar a que se llenen para partir, averiguar como loco por dónde pasa el transporte y, sobre todo, si se puede encontrar a todas horas. Así que nos fuimos a la plaza de AREQUIPAy allí se nos acercó un hombre a ofrecernos un tour de la empresa TAHUANTINSUYO TOURS. El servicio costaba 35 soles, eso nos dijo, pero nos lo dejaron en 25. No se incluye la entrada a ninguno de los sitios que se visita. Nos regalaron botellitas de agua y algunas cosas para ir comiendo, buen detalle. 
AREQUIPA.PERU

Nos recogieron en la misma plaza y aquí es donde empiezan las pegas. Los buses en los que te llevan son grandes, de 2 pisos, los típicos que se usan para un “sightseeing” que le llaman. Lo que me pareció incomprensible es que en un bus de tal tamaño solo estuviéramos 10 o 12 personas. Es decir, iba casi vacío. Había más buses de otras agencias que también lo estaban. Ahora bien, imagínense ver tantos buses inmensos (con la mayoría de sus asientos vacíos) juntos en una plaza, metiéndose luego en calles estrechísimas en donde hay que hacer mil maniobras para no chocar: pues que todo es un caos de tráfico que avanza lento ya que estos buses (semivacíos) ocupan casi el espacio de 3 coches, si no es más. Y como el tráfico desespera y los peruanos tenemos por deporte favorito tocar la bocina, pues hay que imaginar el delirio que se forma. ¿No podrían las agencias coordinar para que cada una tenga una hora definida para que su bus ande por la plaza sin causar tal desorden? ¿A santo de qué se necesitan tantos buses inmensos y vacíos colapsando un lugar tan bonito?


En fin. Partimos y la primera parada fue el agraciado mirador de Carmen alto. Desde aquí se ven las magnas siluetas del Chachani, el Misti y el Pichu Pichu, increíbles volcanes a cuyos pies se extienden kilómetros de verdes campos de cultivo. 




Se continúa hasta un sitio emblemático y bello de la ciudad: YANAHUARA. La verdad es que no es necesario subirse en un tour para llegar hasta tan bonito barrio arequipeño, de hecho nosotros volvimos otro día caminando desde el centro, pero como era parte del itinerario pues allí estábamos. Como siempre, lo más interesante es el mirador y sus arquerías de sillar en las que se leen frases escritas por arequipeños célebres, además de las geniales vistas del Misti. Afortunadamente el día estaba clarísimo por lo que los ojos se regocijaron con el paisaje. Pero también es bueno andar por las calles empedradas de este barrio, ver sus paredes blanquísimas adornadas con macetas llenas de geranios, la limpieza y sentir la tranquilidad que aquí se respira. 



  
La visita continúa, ahora en la fábrica de tejidos INCALPACAy su mini zoológico donde se pueden ver ejemplares de los cuatro camélidos sudamericanos (llama, alpaca, vicuña y guanaco), y de paso, claro, te llevan a la tienda a ver si compras una de sus carísimas, pero bonitas, todo hay que decirlo, prendas de vestir. 






El bus se va metiendo más y más por la campiña arequipeña y uno ya se saca de encima la sensación medio agobiante que crea la ciudad puesto que todo ya se torna bucólico y hasta algún burrito, y varios toros, se nos cruzan por la carretera. Ya estamos en el distrito de Sachaca, donde hay una blanquísima iglesia colonial, a la que se ve desde el bus. Pocos minutos después nos detuvimos en la  mansión del fundador, una hermosa casona virreinal hecha en sillar y que data del XVI. Se llama así por haber pertenecido a García Manuel Carbajal, fundador de Arequipa. La entrada a la casa es 12 soles. La verdad es que el edificio se ve increíble en medio de ese oasis del que está rodeado y que resalta en medio de todo ese continuum seco y pedregoso en que a veces se convierte la campiña.

 




El tour no puede acabar de mejor manera: se visita el encantador Molino de Sabandía (la entrada cuesta 5 soles por persona), una estupenda experiencia. Y claro, cómo no lo va a ser, con esa construcción en sillar que te hace imaginar las épocas en que antiguas familias vivían en sus casas señoriales creando una especie de paraíso cerrado: todo allí es plantas, cascadas, flores, animales, caminitos que se pierden en medio de las plantaciones. 





Si tuviera una casa en el campo, definitivamente quisiera que fuera como este lugar. ¡Y quién no! Por si entra hambre hay un restaurante y hasta piscina. ¡Ah!, también se ofrecen paseos a caballo por la campiña (5 – 10 soles). 





  
Como ven no está mal el tour. Ya lo he dicho, no todo en la vida del viajero es aventuras, así que no está mal ahorrarse ciertas incomodidades y contratar uno para ir a estos lugares tan interesantes. Nosotros regresamos a Arequipa a descansar puesto que al día siguiente nos iríamos hacia la zona del cañón del Colca, a conocer los pueblos menos visitados de la zona (esta vez ya por nuestra cuenta) y donde encontraríamos verdaderas joyas. Pero de todo esto ya escribiré pronto. Gracias por vuestra atención. Millones de abrazos.


Pablo


DATOS UTILES


Como ya he dicho la agencia con la que hicimos este tour se llama TAHUANTINSUYO TRAVEL, el servicio no está mal. Dirección: Portal San Agustín 133, en la plaza de Arequipa. Email: ttahuantinsuyo@hotmail.com, rebe833@hotmail.com. Teléfono: 206463. 


Dejo su página web, pero la verdad es que no verás nada nuevo de la información que aquí te pongo. De hecho da un poco de vergüenza ajena porque tiene demasiados espacios inflados con esos textos de relleno de lorem ipsum que usan los diseñadores, y la agencia no se ha dado el trabajo de ordenarlos. Si yo viera esa página creería que no es una agencia seria pero como los conocí antes si quiera de ver su página web puedo decir que dan un servicio aceptable. 


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