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Crónicas mochileras en Conchucos : Chavín de Huantar

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De los centros arqueológicos más importantes del Perú Chavín de Huantar era el que me faltaba por conocer. Así que cuando caminé en sus laberintos subterráneos y le miré la cara al fiero dios que reinaba desde las sombras de ese submundo sentí la inevitable satisfacción que se experimenta cuando se ha cumplido un sueño.


Pero, “empecemos por el principio”. Para llegar hasta este lugar, salimos primero de Lima en  un bus de la empresa MOVIL TOURS (ver DATOS UTILES, abajo) hasta HUARAZ, capital del departamento deANCASH. Ya en esa ciudad, tomamos un taxi (3 soles) al paradero desde donde parten los taxis-colectivos hacia SAN MARCOS, en la esquina de las calles Tarapacá y Bolognesi. La idea era llegar a CHAVIN DE HUANTAR, pueblo ubicado antes de San Marcos.

El “Túnel Kawish”,a más de 4000 metrosde altura, bien podría ser considerado la entrada al CALLEJON DE CONCHUCOS.  Luego de atravesado el túnel aparece un Cristo blanco (similar al Corcovado brasileño) dándonos la bienvenida hacia una de las regiones donde germinó  parte de la gran cultura andina.

No son muchos los turistas que deciden quedarse a pernoctar en Chavín, ya que, una vez visitadas las célebres ruinas que allí se encuentran, se regresan a Huaraz sin imaginar todo lo que se pierden si siguieran adentrándose en la región de los Conchucos.

Chavín es un pequeño pueblo que posee todos los servicios necesarios. Es bastante desangelado en la entrada pero la cosa cambia cuando uno llega a su bien cuidada y encantadora plaza, alrededor de la cual hay una buena cantidad de hoteles (ver DATOS UTILES, abajo). Desde allí mismo, desde la plaza, parte la calle “17 de Enero” que te lleva directamente al lugar más importante del lugar: los antiquísimos restos de CHAVIN DE HUANTAR,  las cuales pertenecieron a la “Cultura Chavín, 2000 años más antigua que la Inca y que en algún momento fue considerada como la matriz de la cultura peruana, hasta el descubrimiento de Caral.

Plaza de CHAVIN DE HUANTAR. Ancash - Perú.
CHAVIN DE HUANTAR. Ancash - Perú.
Chavin de Huantar, quizás no es el centro arqueológico más atrayente de todos los que hay en el Perú, ni mucho menos el más grande. Sus estructuras han sido castigadas severamente por el hombre y por la naturaleza pero no lo suficiente como para que no se pueda encontrar todavía indicios y huellas que nos den a entender la tremenda importancia que este sitio tuvo.


Figúrese el viajero una de las grandes metrópolis de nuestra modernidad en la que confluyen todos los conocimientos de distintas partes del planeta. Allí se procesan esos saberes y se los devuelve al mundo pulidos, barnizados, mejorados. Chavín era algo así. Un gran oráculo adonde miles de personas ibana tributar y a pedir consejos a los dioses y sabios que allí se manifestaban. 

Sorprende la magnitud de la  “Plaza Cuadrangulary la “Circulardonde se celebraban ceremonias. 

Plaza Cuadrangular de CHAVIN DE HUANTAR. Ancash - Perú.
Plaza Cuadrangular de CHAVIN DE HUANTAR. Ancash - Perú.
Plaza Cuadrangular de CHAVIN DE HUANTAR. Ancash - Perú.
Igualmente, en la entrada de la construcción denominada “El Castillo”, se puede observar el bien conservado “Pórtico de las Falcónidas” con curiosas columnas delicadamente talladas sobre las que están representados algunos de los dioses Chavín; principalmente halcones, de ahí su nombre.

El Castillo de CHAVIN DE HUANTAR. Ancash - Perú.
CHAVIN DE HUANTAR. Ancash - Perú.
Pórtico de las falcónidas en CHAVIN DE HUANTAR. Ancash - Perú.
Pórtico de las falcónidas en CHAVIN DE HUANTAR. Ancash - Perú.
Lindando con El Castillo está el “Templo Viejo” el cual tiene dos puertas de acceso. La de la izquierda te lleva a las laberínticas “Galerías Subterráneas”  (alumbradas con luz eléctrica) y la derecha al “Santuario del Lanzón” intimidante imagen a la que se llega luego de sortear los oscuros pasillos que a manera de un laberinto te lleva en un viaje silencioso al inframundo. Hay que imaginarse lo que debió haber sido para un hombre de hace miles de años entrar en este lugar mientras que el agua corría por los acueductos creando un rugido, un sonido repetitivo, que como un mantra ambientaba sonoramente y preparaba al peregrino para verse cara a cara con el dios que yacía en las sombras, hasta que lo veía: la cabellera de serpientes, las garras como uñas, el fiero y felino rostro, los pétreos ojos desorbitados. 

Galerías subterráneas en CHAVIN DE HUANTAR. Ancash - Perú.
EL LANZON en CHAVIN DE HUANTAR. Ancash - Perú.
La performance del poder y del miedo que se aliaban para imponerse sobre el individuo. Y si a eso le añadimos algo de canibalismo… ¿Canibalismo en Chavín? ¡Blasfemias! Que no, que no. Que es cierto o eso al menos lo dice una luminaria de la arqueología peruana como don Luis Lumbreras. Ojo, lo dice un peruano no un gringo de esos que a veces nos dice a los peruanos cosas que no nos gustan sobre nuestras cosas... chovinistas como somos. A decir del arqueólogo ayacuchano en la “Galería de las Ofrendas” de este templo de Chavin se encontraron miles de huesos humanos que habían sido cortados, asados y roídos. Este canibalismo (no sé si obedecía a un ritual o era algo común) no era exclusivo de Chavín. Era, más bien, algo común durante toda la época del ARCAICO TARDIO (4.000 al 2000 a.C) y del FORMATIVO PERUANO (1.500 a.C. al 290 d.C., aproximadamente) que es donde se localiza a la sociedad CHAVIN. Claro, de la antropofagia de nuestros antepasados apenas se habla: cuando el sabio alemán Max Uhle, quien trabajó mucho en el Perú, quiso decir algo sobre ello casi lo lapidan. La arqueóloga Melody Shimada se pronunció sobre una “probable antropofagia, aunque con temor” (según Lumbreras) basada en los restos encontrados en Huacaloma.

Maqueta del centro arqueológico en el Museo CHAVIN DE HUANTAR. Ancash - Perú.
Dibujo del Museo CHAVIN DE HUANTAR. Ancash - Perú.
Queridos compatriotas, peruanitos hermanados conmigo en la orfandad de referentes, no se turbe vuestro corazón. Tener abuelitos antropófagos no ha sido siempre cosa de salvajes. De hecho la antropofagia aparece con la agricultura, muestra de que era practicada con sociedades desarrolladas. ¿Qué nos molesta que se digan estas cosas? Quizás se deba a que esto no calza con ese tango que nos ha venido cantando desde que éramos unos críos: que nuestro mundo andino fue el mejor de los mundos, que nada se comparaba a ello, que éramos muy avanzados para estar desconectados del mundo, que los Incas eran un pan de dios. Ay, ay, ay.

Ya sé que viene mal eso para un país acostumbrado a referirse sobre sus cosas con superlativos: el lago navegable MAS alto del mundo, el IMPERIO MAS grande de Sudamérica, uno de los nevados MAS ALTOS de América, el río MÁS largo del mundo, etc., etc., pero hay que aceptarlo. Humildad gente, humildad. Si consuelo cabe les paso un dato: los pueblos bárbaros practicaron en la Edad Media europea el canibalismo; en países como Inglaterra y Alemania hubo condes que criaban niños para comérselos ya que era un lujo invitar comida hecha con carne tierna de infante; de dónde creen que sale la leyenda de HANSEL Y GRETEL. Y los cruzados comían perros y seres humanos cuando cundía el hambre. La gran hambruna europea de inicios del siglo XIV hizo que muchos se comieran a sus congéneres, niños incluidos. Se quemaban seres humanos por supuesta hechicería; se emparedaban rivales y se les dejaba morir de hambre en castillos ingleses. Y de todas estas salvajadas se hablan en los libros de historia. ¿Por qué negar la nuestra?

En fin, antes de abandonar el gran sitio de CHAVIN DEHUANTAR, se debe caminar hacía el muro que conserva la única cabeza clava presente en las ruinas. Se sabe que había muchísimas más que, cuales celadores, estaban puestas en las paredes de este lugar. ¿Cómo advertencia, para infundir miedo, como simple ornamento?

CHAVIN DE HUANTAR. Ancash - Perú.
CABEZA CLAVA de CHAVIN DE HUANTAR. Ancash - Perú.
El precio de la entrada a estas ruinas es de 11 soles o 6 soles para estudiantes universitarios (con carnet acreditativo). Y están abiertas hasta las cinco de la tarde. Existe un área de picnic junto al río (sería buena idea llevar algo de comida para sentarse allí a disfrutar el almuerzo mientras que se siente el manso fluir de las aguas) y servicios higiénicos. El día y hora que nosotros elegimos, un viernes entre dos y cuatro de la tarde, tuvimos el grandísimo privilegio de disfrutar de todo ello en solitario lo que nos hacía pensar en lo repleto de turistas que deberían estar las calles de Huaraz en ese mismo instante mientras que nosotros teníamos a nuestra disposición todo un santuario, ni más, ni menos.

CHAVIN DE HUANTAR. Ancash - Perú
CHAVIN DE HUANTAR. Ancash - Perú
Además de la ruinas, existe un muy buen MUSEO, construido gracias a la colaboración japonesa, en el que se exponen, entre otras cosas, pututos tallados (caracoles marinos utilizados como instrumentos de viento), cerámicas, un obelisco y el resto de cabezas clavas, procedentes de las excavaciones llevadas a cabo en las ruinas. La entrada es gratis y está abierto hasta las cinco de la tarde. Seubica al otro lado del pueblo (lado norte) lo que significa que tienes que cruzarlo entero. Lleva unos 25 minutos llegar hasta ese museo (si es que vas caminando desde las ruinas).

Pueblo de Chavin. Ancash - Perú.
Pueblo de Chavin. Ancash - Perú.
MUSEO NACIONAL DE CHAVIN. Ancash - Perú
MUSEO NACIONAL DE CHAVIN. Ancash - Perú
MUSEO NACIONAL DE CHAVIN. Ancash - Perú
MUSEO NACIONAL DE CHAVIN. Ancash - Perú
MUSEO NACIONAL DE CHAVIN. Ancash - Perú
Hora de descansar. Esperamos verte en nuestro próximo destino por esta gran zona de Conchucos: HUARI. Hasta entonces.

Pablo

DATOS UTILES

Bus Lima – Huaras: Móvil Tours hacia HUARAZ. Servicio semi-cama, 50 soles, aunque también es posible un billete más económico por 30 soles en un bus ordinario (sin refrigerio) de la misma empresa. Ojos son datos del 2010. El servicio es bastante desorganizado pues nos dejaron sin cena alegando que habíamos comprado el billete demasiado tarde; cinco horas antes de la hora programada de salida fue considerado por ellos demasiado tarde (¡!). Además los asientos no son muy reclinables, uno esperaría mejor cosa de un “servicio especial” que deja mucho que desear. Cosa sorprendente porque la verdad es que otras veces he viajado muy satisfecho con el servicio de esta empresa. Otras posibilidades son Linea, Rodríguez o Cruz del Sur. El trayecto hasta Huaraz es de unas 8 horas aproximadamente.

De HUARAZ  a CHAVIN DE HUANTAR: El pasaje es 20 soles por persona,  viaje de dos horas (es en esta ruta en la que se atraviesa el túnel KAWISH). Una opción más barata son los buses pero se precisa averiguar sus horarios.

Hospedaje en Chavin: “Hostal la Casona” que nos cobró 40 soles por una habitación doble, con baño propio y TV. No estaba mal, aunque inicialmente el precio era de 60 soles por esa misma habitación.


Crónicas Mochileras en Conchucos: Hacia la catarata María Jiray de Huari

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Seguimos nuestra ruta por la zona de CONCHUCOS. Como recordarás, en la entrada anterior contamos nuestra experiencia en el centro arqueológico CHAVIN DE HUANTAR en el pueblo de CHAVIN. Ahora, nos enrumbaremos hacia el norte para poder alcanzar nuestro siguiente destino: el pueblo de HUARI.




Para ello salimos desde CHAVIN en un taxi colectivo hasta SAN MARCOS, son 1.5 soles y apenas 15 minutos para llegar hasta ese pueblito en el que destaca su bonita plaza mayor, bien ornamentada con flores; y su iglesia, una de las más encantadoras de la región sin lugar a dudas. En San Marcos hay una pequeña plazoleta desde donde parten los colectivos hacia Huari (son 5 soles y 50 minutos de viaje). Podrás reconocer bien ese lugar porque hay allí una representación metálica de una magnolia,  y es que por algo San Marcos es conocido como “El paraíso de las magnolias”.


PLAZA DE SAN MARCOS. Ancash-Perú.
IGLESIA  DE SAN MARCOS. Ancash-Perú.
Detalle en la puerta de la IGLESIA  DE SAN MARCOS. Ancash-Perú.
Lo primero que hicimos al llegar a HUARI fue buscar un hospedaje y el elegido fue  el Hostal  “HUAGANCU” (a media cuadra de la plaza principal, al lado izquierdo de la iglesia), que toma su nombre de la flor que abunda en esa zona (ver DATOS UTILES, abajo).

Huari (que, hasta donde sé, significa indómito en quechua) no es un pueblo especialmente bonito: es por momentos desordenado, bastante comercial y poco tradicional. Sin embargo, en sus alrededores se pueden encontrar sitios de plena belleza. Sus habitantes son conocidos por tener entre sus platos favoritos el “michi canca”que sería algo así como “gato al horno”, dicen que sabe al pollo. Si quieres probar algo exótico, allí tienes una buena opción… Miau.

Vista de HUARI. Ancash-Perú.
Desde Huari se pueden hacer excursiones a varios lugares interesantes, entre ellas: la catarata María Jiray, la laguna Purhuay, las ruinas de Marcajirca o las de Rapayan.


Nosotros elegimos caminar ese mismo día que llegamos hacia las cataratas y a la laguna. Parair a ambos sitios hay que dirigirse al pintoresco pueblo de ACOPALCA. Hasta allí se puede llegar caminando, eso te lleva unos 35 minutos, o 10 si vas en colectivo pagando  1.5 soles. 


En el camino de HUARI hacia ACOPALCA. Ancash-Perú.
En el camino de HUARI hacia ACOPALCA. Ancash-Perú.
Entrada del pueblo de ACOPALCA. Ancash-Perú.
ACOPALCA. Ancash-Perú.
ACOPALCA. Ancash-Perú.
ACOPALCA. Ancash-Perú.
En este pequeño pueblo destaca su coqueta plaza en la que se pueden ver figuras de músicos vestidos con trajes típicos de la zona, o una mujer campesina, así como es posible visitar su piscigranja de truchas (en la subida hacia la laguna de Purhuay).

Plaza de ACOPALCA. Ancash-Perú.
Plaza de ACOPALCA. Ancash-Perú.
Plaza de ACOPALCA. Ancash-Perú.
El primer lugar que visitamos fue la CATARATA DE MARIAJIRAY. Para llegar allí, desde Acopalca, hay que caminar por un empinado sendero de dos kilómetros de extensión, aproximadamente. El camino penetra un pequeño bosque hasta llegar a la catarata. Se precisa aproximadamente unos 40 a 60 minutos para llegar allí, según sea tu ritmo.

La ruta está bien señalizada al inicio con un cartel donde se especifican distancias y zonas por las que se atraviesa; además hay puntos de descanso, miradores y paneles en las que se pueden ver dibujos y explicaciones sobre la fauna de la zona. El camino pasa muy cerca de una Hidroeléctrica.

Mapa del recorrido hacia la catarata  MARIA JIRAY. Ancash - Perú.
Catarata MARIA JIRAY. Ancash - Perú.
Casi al llegar a  la catarata hay un mirador desde el cual se observa la tremenda fuerza con la que cae el agua, lo que hace imposible darse un refrescante baño debajo. Podría decir que ese mirador es un buen sitio para acampar. De nuevo, al igual que nos pasó en CHAVIN DE HUANTAR, solo nosotros éramos los únicos privilegiados visitantes en este lugar.


Catarata  MARIA JIRAY. Ancash - Perú.
Catarata MARIA JIRAY. Ancash - Perú.
Catarata MARIA JIRAY. Ancash - Perú.
Catarata MARIA JIRAY. Ancash - Perú.
Luego de descansar sintiendo el potente rugir del agua que caía empezamos el regreso a ACOPALCA para desde allí iniciar una nueva caminata: esta vez hacia la laguna de PURHUAY, experiencia de la cual te hablaremos en la entrada siguiente. Hasta pronto, entonces.

Pablo

DATOS UTILES


  • Hostal  “HUAGANCU” en Huari: el precio por la habitación doble con baño y TV fue de 30 soles.

Crónicas mochileras en Conchucos: Hacia la laguna Purhuay de Huari

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Como ya lo hemos contado en la entrada anterior, en la que escribí sobre nuestra caminata hacia la CATARATA MARIA JIRAY, decidimos que también queríamos visitar ese mismo día la LAGUNA PURHUAY.

LAGUNA DE PURHUAY. Foto de http://abelardomalqui.blogspot.com.es/
Para ello fue necesario volver hacia el pueblito de ACOPALCA desde donde sale un camino ascendente que lleva hasta la laguna. Intentamosencontrar un taxi o combi que nos llevase y así ahorrar tiempo y disfrutar lo máximo de PURHUAY pero no encontramos ningún transporte por lo que decidimos caminar por los 7 kilómetros de la ancha vía (subida no tan pronunciada y fácil) que discurre por una hermosa zona llena de bosques.

En el camino de Acopalca a la laguna. Ancash - Perú.
A las 4.30 de la tarde se abrió ante nosotros toda la líquida belleza de la laguna. Encontramos a un par de señoras que eran en ese momento las encargadas de los servicios que allí se ofrecen. Es bueno saber que son los comuneros de ACOPALCA los que, en turnos rotativos, administran esos servicios. 

Laguna Purhuay en Huari. Ancash - Perú.
Sin esperar más tomamos un paseo en barca para poder llegar hasta la “cola” de la laguna pues habíamos oído que en ese rincón se podían encontrar las mejores vistas. 


Embarcadero de la laguna Purhuay en Huari. Ancash - Perú.
Laguna Purhuay en Huari. Ancash - Perú.
Una de las señoras mandó a llamar a su esposo, el remero, y partimos por fin bien acompañados de toda la familia del remero: esposa, 4 hijos y un sobrino; todos ellos muy amables y alegres. Durante el trayecto los niños cantaron para nosotros y nos enseñaron a algunas palabras en quechua y a identificar la flor del Huagancu, que es la flor del amor y que puede ser de varios colares (hasta de cuatro), e incluso pudimos degustar su sabor pues sorprendentemente tiene una parte que es comestible.

Laguna Purhuay en Huari. Ancash - Perú.
Fruto del Hugamcu en la laguna Purhuay en Huari. Ancash - Perú.
Laguna Purhuay en Huari. Ancash - Perú.
Cañas para pescar en la laguna Purhuay en Huari. Ancash - Perú.
Personalmente no creo que haga falta llegar al final de la laguna para ver un mejor panorama; con llegar hasta el medio sería suficiente, pues para nuestro gusto las mejores vistas son las de las montañas nevadas que se encuentran precisamente detrás de la zona de donde parten las balsas: montañas y nubes que se reflejan en la cristalina planicie que es la laguna (que tiene forma de número 8 ), creándose un efecto  espectacularmente bello, como un espejo inmenso en el que se reflejara el mundo entero. Estate atento a la SIRENA, que aparece en los cerros de la derecha, los pobladores dicen que ella es la dueña del lago.

Laguna Purhuay en Huari. Ancash - Perú.
Laguna Purhuay en Huari. Ancash - Perú.
La "sirena" laguna Purhuay en Huari. Ancash - Perú.
Ya era algo tarde cuando llegamos hasta la parte final (la cola) de la laguna. Allíestuvimos un buen rato mirando a los chiquillos correr como locos y pescar con unas cañas largas mientras que los mayores recolectaban plantas y aprovechaban en mirar unos sembríos. Qué tranquilidad, nos sentíamos muy lejos del mundo pero muy cerca de nosotros, de nuestro interior, de nuestros palpitos. Querido viajero, no te voy a decir nada nuevo que no sepas pero siempre es bueno recordarlo: cómo limpia la naturaleza a todo corazón emponzoñado de miedo y paranoia. Hora de volver. Con algo de frío y con las primeras sombras devorándose las últimas luces del día llegamos hasta el embarcadero.

La parte final de la laguna Purhuay en Huari. Ancash - Perú.
Los niños pescando en la parte final de laguna Purhuay en Huari. Ancash - Perú.
Eran pasadas las seis de la tarde cuando nos despedimos de nuestros guías y comenzamos el regreso hacia HUARI. No había transporte alguno que nos llevase así que a caminar. La noche cada vez se hacía más presente y todo se volvió tinieblas pero por suerte contamos con nuestra linterna y con un cielo estrellado que jamás antes pensamos pudiera existir: miles de estrellas que hacían estremecer. Pero no todo iba a ser tan idílico y los perros y sus amenazantes ladridos se fueron haciendo cada vez más presentes al ir acercándonos a las primeras casas de ACOPALCA. Por suerte solo quedó en eso, ladridos y ningún mordisco. Llegamos sanos y salvos y desde allí continuamos caminando hasta HUARI.

Quizás si hubiéramos empezado todas nuestras actividades del día (caminata a la catarata MARIA y JIRAY y a la laguna de PURHUAY) un poco más temprano no nos habríamos vistos obligados a caminar de noche y a oscuras. Si piensas hacer lo mismo es mejor empezar muy temprano, no como nosotros que empezamos pasado el mediodía. Ahora, que si tienes un todoterreno pues puedes empezar cuando te venga en gana. El que puede, puede, y el que no, pues aplaude, como dicen en el Perú.

Otra alternativa que recomendamos es subir hasta la Catarata de María Jiray y acampar allí. Al día siguiente se puede bajar hacia Acopalca e iniciar la subida hacia Purhuay y hacer otro camping allí. Desde Purhuay es posible caminar 2 días hasta CHACAS, pueblo que visitaríamos luego pero adonde llegaríamos en bus. Pronto escribiremos sobre ese sitio. Hasta pronto.

Pablo
  
DATOS UTILES

  • En la laguna PURHUAY existe un restaurante donde se puede degustar trucha fresca pescada en sus propias aguas. Igualmente existe un área de camping gratuito (no hay hoteles como habíamos leído en una crónica de un famosísimo diario limeño) donde se pueden instalar carpas, eso si, siendo conscientes que estamos a 3.800 metros de altura y las noches son frías y húmedas.
  • También es posible hacer kayak o alquilar un paseo en barca que cuesta 10 soles hasta el final de la laguna o cola (o 5 soles hasta la mitad). El paseo dura aproximadamente una hora y media, entre ir y volver.
  • Aclarar que todo esto se gestiona por la comunidad de Acopalca, por su propios vecinos que se turnan en la atención y cuidado de los visitantes.

Crónicas mochileras en Conchucos : caminando hacia las ruinas de Marcajirca

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Continuamos con la aventura por el CALLEJON DE CONCHUCOS. Es hora de seguir caminando por los alrededores de HUARI de cuyos encantos ya habíamos conocido algunas cosas como la CATARATA MARIA JIRAY y la LAGUNA PURHUAY. Ahora tocaba hacer una tercera excursión, esta vez nos íbamos en busca de las RUINAS DE MARCAJIRCA.

Para llegar a estos restos arqueológicos hay que tomar desde HUARI un taxi hasta CHINCHAS (30 soles). Otra opción es subirse a uno de los colectivos que van hacia San Marcos o Huaytacuna(3 soles, 10 minutos) y pedir bajarse en el “cruce” a Chinchas. Allí mismo hay un tablero que invita a visitar las ruinas. Durante la caminata no volvimos a ver ninguna otra señalización que ayudase a llegar.

Camino a CHINCHAS. Ancash - Perú
Camino a CHINCHAS. Ancash - Perú
La subida, leve, sin exigencia, se hace a través de una carretera amplia, aunque no asfaltada, que te lleva hasta Chinchas adonde llegamos luego de 40 minutos de caminata. El pueblo es pequeño, no tiene mucho encanto aunque las vistas que la gente allí goza cada día pueden causar envidia. Al lado de la iglesia se encuentra el camino hacia Marcajirca. A partir de allí la subida si se hace algo pesada.

CHINCHAS. Ancash - Perú
CHINCHAS. Ancash - Perú
CHINCHAS. Ancash - Perú.
A poco de haber dejado atrás Chinchas vimos una familia cuyos miembros estaban ocupados metiendo unos muebles en su casa. Los hombres se tomaron un descanso y abrieron unas cervezas mientras nos miraban pasar. Uno de ellos se acercó y nos pidió acompañarlos; luego nos invitó un vaso con cerveza. Hay que ver cuántas familias en Lima harían lo mismo con cualquier provinciano que pasa por la calle. Habríamosquerido quedarnos con ellos pero nos aguijoneaba el impulso de querer empezar a andar cuanto antes.


Tanta pasión para nada. Sí, porque la caminata fue en cierta forma un fiasco. No tanto por el sitio, que es una belleza, sino más bien por nuestra incapacidad para encontrar las dichosas ruinas de MARCAJIRCA. Caminamos entre cuatro o cinco horas por una de las subidas más empinadas con las que nos hayamos encontrado, preguntando a cuanto nativo se nos cruzara y tratando de dilucidar cual de todos esos montones de piedra esparcidos en las faldas de los cerros podría ser las ruinas, pero no fue posible encontrarlas. Toda una frustración, aunque al menos la caminata y el paisaje compensaron un poco la decepción. El sendero no está en buen estado y no hay señalización por lo que hay que ir adivinando más o menos por donde puede ir la ruta. En todo caso, nos enteramos que la municipalidad de Huari provee del servicio de guías previa coordinación.

Subida a los restos de MARCAJIRCA. Ancash - Perú
Subida a los restos de MARCAJIRCA. Ancash - Perú
Nos quedamos un buen tiempo en las laderas de los cerros para contemplar el paisaje; extraordinario premio consuelo. Mordiendo el polvo que inevitablemente se mete en la boca todo derrotado, empezamos el camino de vuelta hacia HUARI

Subida a los restos de MARCAJIRCA. Ancash - Perú
Pasamos una vez más por CHINCHAS y llegamos al “cruce” a las 6 de la tarde; ya casi oscurecía. No había taxis-colectivos ni ningún otro medio de transporte pero felizmente conseguimos una "jalada" cuando paró un camión lleno de gente llevando banderas blancas con una A como símbolo. Eran los hinchas del equipo local de Huari que venían felices de San Marcos. Habían ganado de visita y los gritos de “hurra” y las sonrisas y carcajadas fueron la música de fondo inacabable. Algunos fanáticos nos preguntaban amigablemente sobre nuestro viaje, experiencias y demás cosas. Uno de los chicos nos dijo que había visitado hace un tiempo Marcajirca por segunda vez y que le daba pena lo mal que encontró las ruinas y que sólo había una "chullpa" en pie (no podemos confirmar esta información), cosa que nos sorprendió porque en las fotos que habíamos encontrado sobre el lugar vimos dos "chullpas". El hecho es que esta información nos hizo sentir menos tontos porque quizás fue por eso mismo que no pudimos encontrar el lugar, aunque también nos hizo sentir mucha pena saber que los restos estén siendo destruidos poco a poco.

Foto de la página http://www.perutouristguide.com/
Hasta que llegamos con la noche a la plaza de Huari con el conductor haciendo sonar enloquecidamente la bocina del camión, los hinchas dejándose los pulmones en vítores y la gente del pueblo respondiéndole con alegría por la nueva del triunfo local. Una vez más habíamos tenido la suerte de compartir y tener un contacto directo y sincero con la gente del lugar, aunque el poco espacio que tuvimos en el camión nos hizo flexionar tanto las piernas que cuando pisamos el suelo de la  plaza de Huari sentíamos cosquilleos en todas las extremidades. Para más INRI, los huecos de la carretera hicieron que el vehículo traqueteara tanto que nos dejó las  posaderas bastante doloridas. Es parte de la religión… del viajero.

Pablo

PD: Próxima entrada: CHACAS.

DATOS UTILES

Llevar algún refrigerio y agua pues en CHINCHAS no vimos tiendas.

Crónicas mochileras en Conchucos: La tranquilidad de Chacas

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La oscura calle estaba enfangada y caminar por allí era casi imposible. Desde la fría acera en la que estábamos sentados veíamos gente empujando sus carros para sacarlos del barrizal en el que se habían metido. Algunas personas venían por la misma razón por la que nosotros habíamos venido aquí: ¿el bus ya llegó?, ¿a qué hora llegaría, pues?, ¿pero iba a haber bus o no?. La incertidumbre es "made in Perú".

Allí estábamos, con mucho frío y a la deriva en la madrugada de Huari (ver entrada anterior). Esperando conseguir un bus que nos llevase hasta CHACAS, el siguiente pueblo que visitaríamos en esta aventura que nos estaba llevando por toda la zona de CONCHUCOS. Nos habían dicho que a esas horas tempraneras pasaba por el pueblo un bus que venía de Lima y continuaba hasta CHACASpero que su hora de arribo tenía una extensión de incertidumbre que iba desde las 04 hasta las 06 de la mañana, o quizás más; así que si no queríamos quedarnos varados en HUARI un día más había que esta allí, en la calle enfangada que funge de “terminal de buses”, frente al colegio GONZALES PRADA. Hasta el momento nos habíamos estado moviendo por los pueblos del callejón de Conchucos en taxis-colectivos pero al estar CHACAS ya muy lejos no había ese tipo de servicio sino solo el de buses lo que no quiere decir que no puedas contratar un taxi pero por lo que nos dijeron ese servicio particular podría costar 300 soles.
  
Así que había que estar atento y esperar uno de los 2 servicios que unen a Huari con San Luis y Chacas. Nosotros tomamos el único bus de la compañía ANDINOque llegó desde Lima poco antes de las 05 de la mañana y partió pronto (15 soles el pasaje; tiempo de viaje hasta Chacas: 5 horas). También existe un servicio de la empresa EL SOLITARIO que pasa por el pueblo más temprano, entre las (04 y 04: 30 de la mañana, más o menos). Dicen que esta empresa tiene otro bus que pasa por HUARI a las 05 de la tarde pero sería bueno confirmar esta información por que la que nos dio la gente del pueblo fue siempre bastante confusa.


El camino hasta CHACASes bastante malo pero discurre entre paisajes idílicos, llenos de pinares y nevados que por momentos te da la impresión de estar metido en una postal enviada desde Suiza, solo que más barato. Hay que ir, eso sí, bastante abrigado porque la gente tiene la mala costumbre de abrir las ventanas del bus y dejarlas así.

Chacas es un pueblo ideal para los que buscan tranquilidad; aquella calma y paz que son solo posibles en un lugar como este donde las puertas aún no se cierran con mil candados y la gente todavía saluda cuando los encuentras por la calle. Por un momento el viajero tiene la sensación de estar completamente incomunicado cuando ve que el sitio está rodeado de unas montañas grandes en cuyas cimas emergen blanquísimos nevados que parecen fauces que mordieran el paladar del cielo.

Plaza de Chacas. Ancash - Perú.
Plaza de Chacas. Ancash - Perú.
Plaza de Chacas. Ancash - Perú.
Si bien este pequeño villorrio no tiene lugares como ruinas arqueológicas relevantes si hay allí muchos atractivos naturales y sitios interesantes que por haber estado solo un día allí no tuvimos tiempo para visitarlos pero estoy seguro que con tiempo y tranquilidad uno se puede llevar una agradable impresión de este bello sitio.


Chacas. Ancash - Perú.
Chacas. Ancash - Perú.
Chacas. Ancash - Perú.
Es bueno saber que aquí se está llevando a cabo una importante labor de mejora arquitectónica y a la vez de la vida de sus pobladores. El artífice de todo esto es el cura italiano Bruno de Censi así como la ONG "Mato Grosso" de Italia. Para confirmar todo esto hay que ver los balcones magistralmente tallados con que cuentan los edificios de la plaza, elaborados por los que deben ser los mejores talladores del Perú en la escuela "Don Bosco" de Chacas.

Chacas. Ancash - Perú.
Chacas. Ancash - Perú.
Chacas. Ancash - Perú.
Chacas. Ancash - Perú.
Este desarrollo también puede ser apreciado en el hospital del pueblo que tiene una apariencia de resort suizo; en la escuela tan bien acondicionada; también en la iglesia, que es sin lugar a dudas una de las más hermosas (al menos interiormente) que hayamos visto en nuestro recorrido por los pueblos el Perú; y en un bien acondicionado refugio para andinistas.

Hay que ir a las afueras del pueblo a caminar un poco y sentarse a mirar los nevados y los cerros y el horizonte y olvidarse de todo. 

En las afueras de Chacas. Ancash - Perú.
En las afueras de Chacas. Ancash - Perú.
En las afueras de Chacas. Ancash - Perú.
En las afueras de Chacas. Ancash - Perú.
Hay que entrar a su iglesia; apreciar con atención el fino acabado de sus balcones; mirar a sus niños jugar locos de alegría en la plaza y querer volver a ser niño y jugar con ellos.

Iglesia de Chacas. Ancash - Perú.
Iglesia de Chacas. Ancash - Perú.
Iglesia de Chacas. Ancash - Perú.
Iglesia de Chacas. Ancash - Perú.
Un día fue suficiente para enamorarse de CHACAS. Habríamos querido quedarnos aquí más tiempo. Quizás incluso vivir aquí un tiempo pero hay que continuar, siempre hay que continuar, es el credo del viajero.

Era hora de volver al lugar en donde empezó toda esta travesía por CONCHUCOS, regresábamos a HUARAZ. En esa ciudad también nos dimos tiempo para conocer lugares interesantes, de los que hablaremos en la siguiente entrada. Hasta entonces.

Pablo

DATOS UTILES

  • En Chacas nos hospedamos en el Alojamiento "Carina" (Jr. Buenos Aires s/n) a una cuadra y media de la plaza, 30 soles la habitación doble con tv (solo 2 canales). Recomendable, buena atención y muy limpia. En el mismo alojamiento (Carina) se pueden comprar los Tkts hacia Huaraz con la empresa EL VELOZ (25 soles, 5 horas y 15 minutos). Servicios a las 07 de la mañana y 1 de la tarde. Es recomendable comprarlo con anticipación ya que son minibuses y por ende no tienen muchos asientos. Hay otra empresa llamada RENZO cuyos buses parten a las 07 de la mañana, 25 soles. La oficina de esta empresa está en una pastelería (a media cuadra de la plaza, al lado de la iglesia) que hace postres muy buenos y económicos y que recomendamos sin lugar a dudas.

  • Hay en Chacas servicio de internet, Banco de la Nación, teléfono y restaurantes muy económicos.

  • Todos los horarios y precios aquí dados son del año 2010.

Crónicas mochileras en Conchucos: de Chacas a Huaraz y ruinas de Wilcahuaín

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El viaje desde CHACAS (ver entrada anterior) hacia HUARAZ debe ser uno de los más impresionantes que existen en Perú. Y eso, en un país donde todo impresiona, ya es decir bastante. 

Camino de CHACAS a HUARAZ. Ancash - Perú.
El minibus sube despacio hasta la increíble  PUNTA OLIMPICA (4800 msnm) por un camino sinuoso y no apto para cardiacos por la profundidad de sus abismos y por la belleza descomunal del entorno. Los conductores de mi país, el Perú, muchas veces me repelen con sus actitudes matonescas, irresponsables y cavernarias con las cuales demuestran un gran desprecio por la vida. Otras veces me causan respeto y hasta admiración: conducir por estas zonas tan abruptas, lograr hacer subir un bus por las alturas de una de las cadenas montañosas más altas del mundo es para sacarse el sombrero.

Camino de CHACAS a HUARAZ. Ancash - Perú.
Se ingresa al Parque Nacional Huscarán por la quebrada  Ulta y por momentos parece que solo hay que abrir la ventana del bus para tocar los glaciares. Hay 2 paradas durante el viaje, una apenas pasada la Punta Olímpica (para fotos y otras necesidades, abrigarse que hace mucho frío)  y una segunda a la salida del PN Huascaran (baños no muy confortables y comida bastante básica). Estas paradas se agradecen, no solo por que el viajante alivia ciertos apuros fisiológicos sino también por las inmejorables vistas que se tienen de los asombrosos paisajes. Frente a nosotros teníamos los blanquísimos picos de la Cordillera Blanca; penachos de nieve que adornaban la inmensidad de los Andes. Es en esos momentos cuando uno agradece tener la fortuna de moverse, de viajar; de haberse animado a ir a buscar la belleza sobre las que otros te contaron; de no haberse quedado en la insatisfacción que prohijan las palabras que otros dicen para ir a buscar "la percepción directa de las cosas mismas" como dijo Schopenhauer cuando se fue a ver con sus propios ojos la belleza de los Alpes de las que tanto había oído.  

En el descenso hacia Huaraz se pasa prácticamente a la sombra del imponente y pálido Huascarán. A estas alturas del camino se le recomienda al viajero tener la cámara a la mano y mantener la boca cerrada aunque eso sea difícil allí; uno no deja de impresionarse.

Camino de CHACAS a HUARAZ. Ancash - Perú.
Camino de CHACAS a HUARAZ. Ancash - Perú.
Apenas llegados a Huaraz compramos nuestros tickets para salir esa misma noche a Lima (ver DATOS UTILES abajo). Teníamos muchas horas libres hasta la hora de partida del bus por lo que decidimos aprovecharlas para ir a conocer algo más. Así que nos decantamos por ir a visitar las ruinas de WILCAHUAIN, pertenecientes a la gran cultura Wari.

Ruinas de WILCAHUAIN en Huaraz. Ancash - Perú.
Ruinas de WILCAHUAIN en Huaraz. Ancash - Perú.
Ruinas de WILCAHUAIN en Huaraz. Ancash - Perú.
Ruinas de WILCAHUAIN en Huaraz. Ancash - Perú.
Para llegar allí hay que tomar una combi (costo del pasaje 1 sol; tiempo de viaje: 15 minutos) en las esquinas de las calles Comercio y 13 de diciembre (por obras se han movido una calle más allá). Ojo, algunos conductores aprovechados a veces quieren cobrar más a los extranjeros. El ingreso a las ruinas cuesta 5 soles (2, universitarios mostrando carnet). Existe un pequeño museo con paneles bilingües que explican la relevancia del lugar.

Ruinas de WILCAHUAIN en Huaraz. Ancash - Perú.
Ruinas de WILCAHUAIN en Huaraz. Ancash - Perú.
Con el mismo ticket se puede visitar también los restos de “ICHIC WILCAHUAIN” localizados a 10 minutos a pie desde WILCAHUAIN. No son tan famosos pero quizás si sean, para nuestro gusto, mucho más impresionantes y han sido reconstruidos con muy buen gusto. Las construcciones de ambos sitios arqueológicos son “Chullpas” (tumbas) y viviendas con cierta influencia Chavín por los pasadizos subterráneos que nos hicieron recordar a el templo que visitamos en Chavín de Huantar. Su visita es más que recomendable. Atienden, en ambos lugares, de Martes a Domingo de 9 de la mañana a 5 de la tarde.

Ruinas de ICHIC WILCAHUAIN en Huaraz. Ancash - Perú.
Ruinas de ICHIC WILCAHUAIN en Huaraz. Ancash - Perú.
Ruinas de ICHIC WILCAHUAIN en Huaraz. Ancash - Perú.
Ruinas de ICHIC WILCAHUAIN en Huaraz. Ancash - Perú.
Ruinas de ICHIC WILCAHUAIN en Huaraz. Ancash - Perú.
A la salida de Ichic existe un cartel que anuncia un sendero de 4.5 kmhasta Huaraz que a nosotros nos tentó y decidimos seguirlo pero entonces (2010) se estaba trabajando en la red de alcantarillado de la zona por lo que buena parte del camino estaba levantado lo que impedía la normal circulación. Otro problema es el hecho de que no hay señalización y se debe continuamente preguntar en cada cruce sobre la ruta a seguir, siendo bastante fácil acabar perdido. En todo caso, a la altura del pueblo de Curhuas el paisaje es esplendoroso y sus gentes extremadamente amables.

Camino desde ICHIC WILCAHUAIN hacia Huaraz. Ancash - Perú
Camino desde ICHIC WILCAHUAIN hacia Huaraz. Ancash - Perú
En una parte el camino pasa por el paradero de combis de la línea 5 que llevan a Huaraz. Pero si se desea se puede seguir bajando a pie. El trayecto finaliza  en las afueras de Huaraz,  exactamente en la carretera que viene del Callejón de Huaylas. Allí puedes tomar una combi que en 15 minutos  te llevará hasta el centro de Huaraz (costo del pasaje: 0.70 céntimos de sol). Recomendamos hacer este trayecto de día, nosotros pasamos por barrios sin mucha iluminación. No nos pasó nada ni vimos nada extraño pero siempre es bueno tomar precauciones caminando con luz plena.

Así acabó nuestro viaje por esta zona poco visitada del Perú. Un sitio para cuya belleza no se necesitan buscar adjetivos. Las imágenes valen más que un millón de palabras. Anímate a conocer el CALLEJON DE CONCHUCOS, solo necesitas una pequeña dosis de espíritu de aventura,  flexibilidad y muchas ganas de estar en sitios adonde normalmente la gente no llega.

Pablo

DATOS UTILES


  • Como escribí en la entrada anterior sobre CHACAS, desde este pueblo se puede ir a HUARAZ con la empresa EL VELOZ (25 soles, 5 horas y 15 minutos de viaje). Servicios a las 07 de la mañana y 1 de la tarde. Es recomendable comprarlo con anticipación ya que son minibuses y por ende no tienen muchos asientos. Hay otra empresa llamada RENZOcuyos buses parten a las 07 de la mañana, 25 soles es el costo del pasaje.

  • En Huaraz, la oficina de la empresa EL VELOZse ubica en el Pasaje Manuel Villarán y Loli 158, teléfono 043-221225  o  943036918. A media calle se encuentra la terminal de la empresa Cruz del Sur (calle Bolívar) adonde fuimos a comprar un tiquete de regreso hacia Lima para esa misma noche. Esta empresa es de lejos la que mejor servicio tiene, si bien sus precios son más altos que el resto. Hay que preguntar si tienen disponible la TARIFA INSUPERABLE(usualmente en días de semana). Esta vez había y compramos a 2 tiquetes a 35 soles por persona.

  • Estos datos son del año 2010

Y ahora.... ¡Santander!

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Si hace 4 años alguien me hubiese dicho que iba a vivir en España, y más precisamente en Santander, le hubiese dicho que estaba loco (o loca) y que lamentablemente su predicción estaba equivocada porque no se me cruzaba por la mente vivir en esta parte del mundo.

Santander. Cantabria - España.
Santander. Cantabria - España.
Claro que pensaba pasar temporadas en Europa pero para mí el Viejo mundo era Alemania, Holanda o Suecia, por ejemplo. Para mí Europa era el frío, gris y desarrollado norte. Con el tiempo me di cuenta que éste no es el continente monolítico, sin resquebrajamientos, dúctil, orgánico, indivisible, que algunos pensamos que es cuando la miramos desde el otro lado del mar. No. Aprendí poco a poco que Europa es un lugar lleno de matices, por momentos de extremos, donde los países y las culturas se parecen menos de lo que uno imagina. Y aunque ahora la crisis ha puesto en entredicho la esencia de la unidad de este continente no se puede dejar de reconocer que la Unión Europea ha sido, y es, una de las aventuras políticas más interesantes y hasta esperanzadoras si se tiene en cuenta que se unieron países que hace poco más de 50 años estaban armados hasta los dientes y se odiaban a muerte.

Santander. Cantabria - España.
Santander. Cantabria - España.
En fin, el hecho es que no se me ocurría para nada vivir en España pero el azar es una fuerza que ha dirigido siempre mi vida y aquí estoy, fiel a los dictados del corazón y viviendo la experiencia sin quejarme. Ya casi me he acostumbrado a estas contingencias que el azar me ha puesto delante. Es por eso que este blog tiene el nombre de la brújula del azar, porque he vivido y estado en lugares donde nunca jamás imaginé ni planifiqué estar o vivir. El aire empuja y mi barca se mueve con él. Así de simple y bello, así de aterrador.


Y como en toda ciudad o lugar donde me toca vivir o estar, no podía dejar de lado de mi vicio de andar y caminar por las calles del sitio que ahora hace de puerto adonde ha llegado la barca de mi vida: y ese puerto es Santander, capital de la comunidad autónoma de Cantabria. A veces me sorprende lo curioso que puede ser el destino. Cuando era niño y supe que había un pueblo llamado SOLORZANO (como mi apellido) me juré que algún día llegaría allí. ¿Por qué? No lo sé; solo fue un antojo, un deseo, un capricho de ese momento que no pude sacarme de encima nunca. Y heme aquí que estoy, viviendo en Santander, a media hora de ese pueblo de donde seguramente salieron mis ancestros para llegar hasta el Perú. 

Y en el Perú no se detuvieron y siguieron moviéndose hasta llegar a un pueblo remoto y de difícil acceso en los Andes peruanos llamado UMBE. Allí se asentaron, tuvieron descendencia y continuaron la vida. Los quiero imaginar vagabundos, aventureros, yendo de un extremo al otro del mundo ávidos de encontrar algo. Pero, ¿qué? Quizás riqueza, aventura, tranquilidad. Vaya uno a saber. Desde Umbe el eterno movimiento no se detuvo y los Solórzano, fieles a su ímpetu volvieron a las andadas y terminaron en Lima: entre ellos estaba mi padre y sus hermanos que llegaron a la capital peruana buscando realizar sus sueños. Y de esa ciudad salí yo y casi llevando a su fin un recorrido circular he llegado al sitio de donde seguro partieron esos ancestros viajeros. ¿Seguiremos moviéndonos? Espero que sí, que el movimiento no se detenga nunca. 

En fin, esta es una propuesta de recorrido para conocer la parte monumental de Santander, de la que si bien queda muy poco debido a las muchas desgracias que asolaron a la capital cántabra (incendios, explosiones, batallas), es digna de ser visitada por los muy variados encantos que se pueden encontrar entre sus calles.

Santander. Cantabria - España.
Santander. Cantabria - España.
Santander. Cantabria - España.
Por su puesto la ciudad tiene muchos otros espacios para conocer y prometo escribir sobre ellos pues sería imperdonable no decir nada sobre su puerto, sus hermosas playas, su verde y alucinante península, etc. Como dije esto es solo una propuesta de recorrido, lo importante al fin y al cabo es que todo viajero se deje llevar por su propio olfato y que su intuición lo lleve, cual mágica brújula, a perderse por el laberinto santanderino; es seguro que sea donde sea que vaya esta ciudad no le decepcionará.

Pablo

Callejeando en Santander: el Casco viejo (1era parte)

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Para ser sinceros, Santander nome enamoró a primera vista. No fue tanto por que careciera de encantos como por mi estado de ánimo de entonces. De esto ya hace dos años. No me sentía bien conmigo mismo, tenía muchas ideas confusas en cuanto a mi futuro, había habido muchos cambios familiares en Perú y, para remate, las noticias sobre la situación en España no eran, todavía no lo son, nada alentadoras.

Llegué en invierno y me recibió una temporada de lluvias inacabables. Pasaron varios días hasta que por fin menguó la fiereza del aguacero aunque quedó como herencia un cielo plomizo, gris, sucio. Melville dijo de Lima que era la ciudad más triste que había visto jamás. Fue porque llegó allí en invierno y seguro que la bruma y el eterno gris del invierno limeño le hizo pensar en ello. Creo que si su barco hubiese llegado al puerto de Santander se habría dado cuenta de que hay una ciudad en el mundo todavía más gris. Pero, siendo justos, hay que decir que cuando el verano llega el sol convierte a Santander en una maravilla y el paisaje está a mil años luz de belleza de mi ciudad natal. Y si bien llueve mucho es gracias a esa lluvia que Cantabria puede presumir de bosques y grandes espacios verdes que le dan al paisaje de este territorio una extraordinaria variedad.

¿Por dónde empezar este recorrido por la capital cantabra? Pienso que cualquiera que sea el punto de arranque, el viajero, caminante, turista o lo que sea, siempre encontrará motivos para apreciar la belleza del sitio. Yo he elegido como punto para iniciar esta caminata el ecléctico edificio delAYUNTAMIENTO.¿Por qué? Pues porque es una buena referencia que puede dar orden para seguir una ruta definida y no tanto por su belleza, cosa por la que este edificio no se caracteriza, precisamente…

AYUNTAMIENTO. SANTANDER - ESPAÑA.
La plaza que está frente al Ayuntamiento es un clásico lugar de encuentro de los citadinos; en sus bancas no es raro ver a ancianos dicharacheros que miran impresionados las enérgicas correrías de sus incansables nietos y las andanzas de adolescentes vestidas de modelos y mujeres maduras vestidas de adolescentes (todas ellas bendecidas de belleza, justo es decirlo) que pasan raudas haciendo balancear en sus brazos anchas bolsas impresas con nombres de tiendas de moda.

Detrás del ayuntamiento se ubica el MERCADO DE LA ESPERANZA que es un edificio de 1904, digno ejemplar de la arquitectura que entonces tuvo como materia primordial el hierro. Este mercado cuenta con una espectacular zona de venta de pescado en la planta baja y en sus exteriores se expande la vivacidad y bullicio del mercadillo donde comerciantes gitanos, africanos y españoles piropean a los posibles compradores y voz en cuello pregonan las virtudes de las gangas y chollos que ofrecen.

MERCADO DE LA ESPERANZA. SANTANDER - ESPAÑA.
MERCADO DE LA ESPERANZA. SANTANDER - ESPAÑA.
Frente a toda esta explosión de vida se ubica la austera fachada de la IGLESIA DE SAN FRANCISCO en cuyos anchos escalones he visto varias veces yonkies, alcohólicos y demás desventurados encerrados en sus conversaciones ininteligibles. Si te animas a pasar entre estos personajes y visitar la iglesia por dentro (dicen que para llegar a todo paraíso hay que pasar previamente por un purgatorio) valdrá la pena ya que tiene algunos altares y capillas dignos de ser apreciados.


IGLESIA DE SAN FRANCISCO. SANTANDER - ESPAÑA.
IGLESIA DE SAN FRANCISCO. SANTANDER - ESPAÑA.
IGLESIA DE SAN FRANCISCO. SANTANDER - ESPAÑA.
Al haber nombrado a desventurados como los yonkis no quiero dar la idea de que Santander es una ciudad peligrosa o está llena de peligros. Todo lo contrario, no hace mucho la consideraron entre las primeras ciudades más seguras de España y con una alta calidad de vida. Eso es cierto. En ningún sitio me he sentido más seguro que en este lugar. Hay mucha tranquilidad y calma y eso, para un atormentado como yo por el vértigo limeño, es de agradecer. Caminarpor esta ciudad es una experiencia fantástica por lo sosegada y lo segura que es. Es como andar por un pueblo grande donde no es raro, nada raro, que en pleno centro te encuentres con el compañero de clase, el vecino del barrio, el profesor, etc. Parece que todos se conocen, que la gente siempre es la misma. Me ha pasado varias veces que me he encontrado con amigos o conocidos. Para que me suceda algo así en Londres o Lima tendría que pasar años, muchos años, si es que algún encuentro casual es alguna vez posible. Aquí en Santander eso es moneda corriente. Sin embargo, esto también puede ser agobiante. A veces hecho en falta esa maravillosa sensación de ser uno disuelto en la multitud, sin que nadie me reconozca y ni que por ello se elucubre lo que puedo estar haciendo en tal o cual lugar… Al lado de la iglesia está la calle Cisneros donde los edificios exponen sus largas e inmensas balconadas, cosa por lo demás muy característica de Santander. 

BALCONES. SANTANDER - ESPAÑA.
BALCONES. SANTANDER - ESPAÑA.
BALCONES. SANTANDER - ESPAÑA.
BALCONES. SANTANDER - ESPAÑA.
Por la calle Gravina se puede bajar hasta los edificios de la BIBLIOTECA MENENDEZ PELAYOy el del MUSEO DE BELLAS ARTES, ambas sitios de suma importancia para la cultura cántabra. La primera, de estilo neo-plateresco, fue  construida para albergar la inmensa colección que el polígrafo santanderino Menéndez Pelayo donó a su ciudad.  El museo, que está junto a la biblioteca pero es un edificio independiente, es un edificio de 1924 en donde hay una colección, no muy grande, en la que se mezclan el arte más moderno con el clásico como son algunos trabajos de Goya.

BIBLIOTECA MENENDEZ PELAYO. SANTANDER - ESPAÑA.
BIBLIOTECA MENENDEZ PELAYO. SANTANDER - ESPAÑA.
BIBLIOTECA MENENDEZ PELAYO. SANTANDER - ESPAÑA.
MUSEO DE BELLAS ARTES. SANTANDER - ESPAÑA.
Hay trabajos y exposiciones interesantes pero no son tan famosas ni llamativas como las que se pueden encontrar en Barcelona o Madrid. Es otra cosa que se puede echar en falta: una oferta cultural más amplia. No es que no lo haya, la hay y una muy llamativa, pero no se puede comparar a los grandes eventos culturales de otras ciudades españolas. Al fin y al cabo, y hasta donde sé, casi nadie viene a Santander a seguir los pasos y ver la obra de un artista famoso o trascendental, o quizás visitar un museo reconocido. No. Creo que las motivaciones para visitar Santander van por otro lado. Sin embargo, hay que decir que durante el verano sí hay una intensa oferta cultural en la cual destaca el prestigioso FESTIVAL INTERNACIONAL DE SANTANDER, un evento musical que, me consta, si vienen a ver gente de otras latitudes. Olvidaba decir que la entrada tanto al museo como a la biblioteca es gratuita.

De regreso al Ayuntamiento hay que ir, a través de la avenida CALVO SOTELO, hacia los JARDINES DE PEREDA; pero antes de llegar allí nos detenemos en LA PLAZA DE ATARAZANAS desde donde se puede ver las austeras fachadas de la vasta CATEDRAL DESANTA MARIA DE LA ASUNCION yeldeLA IGLESIA DE CRISTO.

CATEDRAL. SANTANDER - ESPAÑA.
CATEDRAL. SANTANDER - ESPAÑA.
La entrada que se ve desde la plaza es en realidad la puerta principal de la Iglesia de Cristo el cual es una cripta del siglo XIII construida sobre ruinas romanas. Se dice que en esta pequeña iglesia se encuentran, a modo de reliquias, las cabezas de los SANTOS MARTIRES: Emeterio y Celedonio. Cuenta la historia que estos santos fueron martirizados y sus cabezas arrojadas al río Ebro por donde milagrosamente llegaron hasta Santander motivo por el cual en el escudo de la ciudad se pueden ver dos testas. De hecho el nombre de la ciudad podría derivar de la palabra SANCTI-EMETHERII que devino en SANTE ENDERE y así sucesivamente.

Las tres naves de esta iglesia apenas si alcanzan los 4 metros de altura y la oscuridad que allí reina hace que el sitio inspire una sensación de encierro, de retiro, de recogimiento que contrasta completamente con la gótica grandeza y luminosidad de la Catedral que se ubica en la parte superior. Cuando los apuros cotidianos me traen al centro de la ciudad aprovecho en visitar el claustro gótico de la catedral no tanto por motivos religiosos (que no los tengo) como por el hecho de que el claustro es un buen refugio para leer o descansar.

CATEDRAL. SANTANDER - ESPAÑA.
CATEDRAL. SANTANDER - ESPAÑA.
CATEDRAL. SANTANDER - ESPAÑA.
Estimado(a) lector(a), siguiendo las indicaciones de varias páginas en las que recomiendan no escribir entradas muy largas en el blog, para no atosigar ni aburrir a los (improbables) lectores, detengo el callejeo en este sitio prometiendo volver pronto con más palabras e imágenes que espero capturen vuestra atención y les anime a visitar Santander. Hasta entonces.

Pablo


Callejeando en Santander: el Casco Viejo (2da parte)

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Desde la Catedral de Santander (ver entrada anterior) hasta los famosos JARDINES DE PEREDAhay un paso que doy sin apuro, contraviniendo un poco lo que he oído a muchos santanderinos: que se vive con mucha rapidez aquí… si supieran lo que es vivir en Lima o en Londres.  

Pues bien, en los JARDINES DE PEREDA el viajero puede encontrar una zona de solaz, llena de árboles, una fuente y un espacio de juegos infantiles; además de un conjunto escultórico en el que se han representado al escritor Jose María Pereda y algunos personajes que aparecen en sus libros. Si la mirada curiosa del visitante va un poco más allá verá, en el medio de una rotonda que se ubica frente al hotel Bahía, varias esculturas que dan la sensación de ser personajes tristes y desorbitados al pie de un monumento: es un conjunto que representa la reconstrucción de Santander después del atroz incendio de 1941.

JARDINES DE PEREDA. Santander - España.
JARDINES DE PEREDA. Santander - España.
JARDINES DE PEREDA. Santander - España.
JARDINES DE PEREDA. Santander - España.
Desde los JARDINES parte la larga avenida conocida como el PASEO DE PEREDA, todo un clásico cuando de Santander se habla. Esta arteria es una especie de pasarela que se extiende al lado del mar y en el cual los más ricos construyeron desde el siglo XVIII hasta el XIX los más hermosos edificios. Detrás de toda esta sucesión de magníficas construcciones empieza un desnivel en la que se trazaron nuevas calles que iban ascendiendo más y más, como si se tratase de una escalera ordenada por la jerarquía económica: los últimos escalones fueron habitados por los pobladores más humildes quienes seguramente consolaban su pobreza con las maravillosas vistas que tenían de la bahía santanderina desde allí.

PASEO DE PEREDA. Santander - España.
PASEO DE PEREDA. Santander - España.
Frente a los JARDINES DE PEREDA se ubica la PLAZA DE LA PORTICADA en cuya entrada brilla la imagen del héroe cántabro Pedro Velarde.Este amplio espacio fue construido luego del gran incendio de 1941 y en su momento albergó los conciertos del famoso FESTIVAL INTERNACIONAL DE SANTANDER. A su alrededor se ubican varios edificios gubernamentales.

PLAZA DE LA PORTICADA. Santander - España.
PLAZA DE LA PORTICADA. Santander - España.
PLAZA DE LA PORTICADA. Santander - España.
Recomiendo salir de la plaza por la calle GENERAL MOLA hasta llegar al MERCADO DEL ESTE, construido entre 1839 y 1842 con el propósito de que fuera un centro comercial de estilo parisino, idea novedosa en la España de entonces. Este es un sitio ideal para tomarse unas cervezas o un café y de paso comprar algún recuerdo de tierras cántabras. Es uno de los lugares en los que más me agrada tomarme un descanso cada vez que paseo por el centro de Santander.

MERCADO DEL ESTE. Santander - España.
MERCADO DEL ESTE. Santander - España.
MERCADO DEL ESTE. Santander - España.
Hay que salir por la puerta trasera del MERCADO y torcer a la derecha, calle Hernán Cortés, para ver uno de los edificios más elegantes de la ciudad: el BANESTO, de 1902, declarado Monumento Históricodel patrimonio español. La fachada está bastante decorada y tiene cierto sabor afrancesado. Llama mucho la atención las cuatro torres que posee en cada una de sus esquinas y que son coronados por unas cúpulas de formas algo curiosas.

BANESTO. Santander - España.
BANESTO. Santander - España.
Continuando por la calle Cortés se llegará hasta una de las más emblemáticas plazas santanderinas: la del POMBOque recibe ese nombre por el palacio allí construido y que perteneció a un comerciante que así se apellidaba y que hizo fortuna en las Indias. El paseo continúa justo en las calles posteriores a la plaza donde el caminante encontrará la IGLESIA DE SANTA LUCIA que tuvo tal importancia que hizo funciones de catedral mientras que se restauraba la titular. 

PLAZA POMBO. Santander - España.
PLAZA POMBO. Santander - España.
PLAZA POMBO. Santander - España.
IGLESIA DE SANTA LUCIA. Santander - España.
IGLESIA DE SANTA LUCIA. Santander - España.
A lado de la iglesia se encuentra la PLAZA CAÑADIO, lugar donde se solía atracar para descargar en los almacenes en los que hoy se ubican bares y restaurantes. Esta plaza es el lugar favorito de la juventud santanderina para darle rienda suelta al desvarío y el jolgorio al organizar aquí sus monumentales y polémicos “botellones”.

PLAZA CAÑADIO. Santander - España.
PLAZA CAÑADIO. Santander - España.
Recomiendo salir desde esta plaza por la calle PEDRUECA hasta la calle SAUTUOLA y una vez allí doblar a la derecha para subir hasta la cercana PLAZA RIO DE LA PILA donde empieza una de las calles caracterizadas por ser en realidad una cuesta y que tiene el mismo nombre de la plaza que acabamos de pasar. Como dijimos líneas arriba los barrios de las partes altas de Santander fueron habitados por la gente más humilde, algo que parece no haber cambiado hasta hoy. 


CALLE RIO DE LA PILA. Santander - España.
CALLE RIO DE LA PILA. Santander - España.
Por la calle RIO DE LA PILA se puede subir para conocer una Santander menos turística y que incluso muchos santanderinos apenas conocen. No hace mucho se ha inaugurado en esta cuesta, para beneplácito de los cansados vecinos y de visitantes remolones, un funicular (servicio gratuito hasta las 12 de la noche) que lleva hasta una de las partes más altas de la ciudad y que permite tener unas vistas espectaculares de la bahía.

Funicular de la CALLE RIO DE LA PILA. Santander - España.
Funicular de la CALLE RIO DE LA PILA. Santander - España.
Vista desde el funicular de la CALLE RIO DE LA PILA. Santander - España.
Bajamos de nuevo hasta la PLAZA RIO DE LA PILA desde la cual se proyecta la calle ARRABAL por la cual descendemos para llegar hasta la calle SAN JOSEdonde se encuentra la iglesia más hermosa -a mi juicio- de SANTANDER: la jesuita del SAGRADO CORAZON DE JESUS. Es una excelente muestra de arquitectura neogótica del XIX. 


IGLESIA DEL SAGRADO CORAZON DE JESUS. Santander - España.
IGLESIA DEL SAGRADO CORAZON DE JESUS. Santander - España.
Cuando uno entra en ella y ve sus frescos cree que ha sido transportado a una de esas iglesias góticas de Centroeuropa, pero no, uno está en pleno norte español. Cuando he mostrado las fotos del interior a algunos cántabros se han sorprendido de que exista este templo. 

IGLESIA DEL SAGRADO CORAZON DE JESUS. Santander - España.
IGLESIA DEL SAGRADO CORAZON DE JESUS. Santander - España.
IGLESIA DEL SAGRADO CORAZON DE JESUS. Santander - España.
Es lo bueno de caminar por caminar y sin mucha información, dejando al azar sorprenderte… se pueden encontrar agradables e insospechadas sorpresas. Espero que esta racha continúe en mis próximas caminatas por esta ciudad. Hasta entonces.

Pablo.

Acompañado por el mar : en el Paseo Marítimo de Santander

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Conozco pocas ciudades que tengan una ubicación tan ideal para hacerlas especial. Santander es una de ellas. Y es que eso de estar encajonada entre una bahía esplendorosa y elevadas montañas no es algo muy común. Solo aquí es posible caminar a la orilla del mar mirando las blancas ojivas de algún alto macizo.

Me gusta como los santanderinos aprovechan y adoran sus playas. Los inviernos son muy grises y lluviosos en esta ciudad por lo que en verano todos se desprenden de las gruesas ropas con las que han estado invernando y se lanzan a la costa ávidos de sol, sal y mar.

La bahía de Santander con las montañas detrás.
Se dice que la naturaleza de un determinado sitio tiene una gran influencia en la gente que allí vive y creo que eso se puede confirmar en Santander. Mucha de la calma que aquí se puede sentir creo yo que tiene que ver con el contacto directo que hay con el espejo ilimitado de este mar Cantábrico. Y cuando es tiempo de frío y el oleaje arremete furioso contra la costa siempre queda la cercana montaña y sus bosques que en otoño se tiñen de mil matices. Costa o montaña, siempre habrá una buena opción natural a la que ir para reconciliarse con uno mismo.

Cómo me encantaría que en Lima, el sitio donde he nacido, se apreciara el mar del mismo modo que aquí. Allí nos quejamos siempre de la falta de espacios naturales o de la escasez de jardines, de la abundancia de cemento y sin embargo vivimos de espaldas al mar… a una costa larga, inacabable. El gran pedazo de cercana naturaleza que tenemos apenas si la consideramos… no hay en los limeños ese aprecio, esa tradición marina que hay en ciudades como Santander, por ejemplo. Pero bueno, no quiero hablar de Lima…

En las dos entradas anteriores escribí mi experiencia de caminante en lo que se podría llamar el Casco Viejo de Santander. En esa zona hay cosas interesantes pero debido a que, como ya lo dije, gran parte de la ciudad fue destruida en incendios y explosiones, es muy poco lo que pueda considerarse allí muy antiguo o medieval. Lo que hace atractiva a la ciudad es sin lugar a dudas su paseo marítimo, como toda ciudad que se precie de haber crecido y florecido por la bendita influencia del mar.

El paseo es largo y lleva un buen tiempo caminar por allí. Se podría ver lo mismo desde un coche o desde el bus turístico pero créeme, no hay nada como andar sin apuros por esta costa, sintiendo el sonido de las aguas lamiendo los embarcaderos. Frente a los JARDINES DE PEREDA (ver entrada anterior) se ubica esa reliquia que rememora los tiempos de desenfreno comercialen los que se cargaba y descargaba cuanta mercancía llegase a estas costas, me refiero a la GRUA DE PIEDRA, elemento que se ha convertido en parte del paisaje de la ciudad y en favorito de la querencia de muchas santanderinos que no hace mucho pusieron el grito en el cielo cuando se enteraron que la famosa grúa podría ser removida para que se construya el futuro Centro Botín, como bien se puede ver en este video.

GRUA DE PIEDRA. Santander - España.
GRUA DE PIEDRA. Santander - España.
Muy cerca de la grúa uno puede ver el PALACETE DEL EMBARCADERO, una sala de exposiciones cuya colección tiene como temática el mar. Desde allí se extiende un largo paseo que por las vistas que desde allí se tienen bien podría ser la envidia de muchas ciudades. Es de mis lugares favoritos para caminar. Sea verano o invierno es un lugar encantador, ideal para tomarle el pulso a los habitantes de la ciudad: se puede ver cuán tranquilos van mientras los acompaña el mar; cuántas ganas tienen de mostrarse con los últimos emperifollamientos que se han comprado; en fin, todo un buen escaparate para ver cómo andan las cosas por aquí.

PASEO MARITIMO. Santander - España.
PASEO MARITIMO. Santander - España.
PASEO MARITIMO. Santander - España.


Si se camina un poco más el viajero se topará con otro “clásico de clásicos” de Santander: LOS RAQUEROS. Un conjunto escultórico en la que se han representado a unos niños que están a punto de lanzarse al mar y que no es sino una forma de recordar a esos pobres personajes sobre los que escribió JOSE MARIA PEREDA y que se supone que se lanzaban al mar arecoger las monedas que se les lanzaba. Vaya manera de divertirse… En fin, cuando la pobreza campea ya se sabe que todo esfuerzo para sobrevivir vale la pena.

LOS RAQUEROS. Santander - España.
LOS RAQUEROS. Santander - España.
Detrás de estos personajes hay un edificio blanco sin gracia que es la sede del REAL CLUB MARITIMO y del cual lo más interesante que se puede decir es que ha sido construido sobre pivotes colocados en el mismo mar.

LOS RAQUEROS con el REAL CLUB MARITIMO detrás. Santander - España.
Un poco más allá y ya estamos en PUERTOCHICO. Quien hoy ve este lugar lleno de los yates de la gente bien y con la jóvenes muy bien vestidos caminando alrededor no creería que fue en el pasadouna zona de trabajo duro ya que allí llegaban las embarcaciones cargadas de cosas que debían ser trasladados hasta las bodegas que en aquel entonces abundaban en el barrio.

PUERTOCHICO. Santander - España.
PUERTOCHICO. Santander - España.
PUERTOCHICO. Santander - España.
Edificio ubicado frente a PUERTOCHICO. Santander - España.
Desde allí es fácil reconocer el PALACIO DE FESTIVALES,  en mi opinión, el más desangelado de los edificios que por aquí se puede ver. Imagino que se quiso dar un toque de modernidad a este sitio plagado de tradición pero la verdad es que el dichoso edificio desentona mucho en medio de todo eso: parece una nave espacial o una construcción digna de una ex república soviética. En fin, que es el sitio donde más eventos culturales hay en la ciudad así que….

PALACIO DE FESTIVALES. Santander - España.
Y si el caminante ha llegado hasta este lugar (y el improbable lector a estas alturas de la entrada) puede cerrar las andanzas por el paseo visitando el MUSEO MARITIMO DEL CANTABRICO. Sinceramente no sé porque este museo es tan poco conocido. Me refiero a poco conocido fuera de Santander. Quizás se debe a que cuando se habla de esta ciudad se nombra muy poco a sus museos pues no los tiene tan impresionantes. Sin embargo este debe ser de lo mejor que hay y creo yo que debería ser más promocionado porque nos muestra la historia de Cantabria y su relación con el mar y la riqueza que allí abunda. Sinceramente recomiendo mucho ese sitio, a mí me dejó una muy buena impresión. Y hasta puedes ver cómo desayunan los bonitos tiburones en su acuario principal…

MUSEO MARITIMO DEL CANTABRICO. Santander - España.
MUSEO MARITIMO DEL CANTABRICO. Santander - España.
MUSEO MARITIMO DEL CANTABRICO. Santander - España.
MUSEO MARITIMO DEL CANTABRICO. Santander - España.
MUSEO MARITIMO DEL CANTABRICO. Santander - España.
MUSEO MARITIMO DEL CANTABRICO. Santander - España.
Pues bien, no sé si ha valido la pena el esfuerzo de escribir sobre el bonito paseo marítimo de Santander porque los vientos de cambio están soplando fuerte y ya hay proyectos que van a alterar un poco algunas partes de este lugar por lo que si te animas a hacer este recorrido en un futuro cercano no me culpes si lo que ves no coincide plenamente con lo que aquí está escrito. Bueno tampoco importa, la ciudad puede seguir cambiando pero el mar seguirá intacto en su eterna belleza.

Pablo

La poesía del viaje: Hermann Hesse

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“Sobre los viajes”

La poesía del viaje no reside en descansar de la monotonía de la vida doméstica, del trabajo y las preocupaciones, ni tampoco de la azarosa convivencia con otras gentes o en la contemplación de otras imágenes. Tampoco reside en la posibilidad de satisfacer una curiosidad. La poesía del viaje reside en la experiencia vital, es decir, en el enriquecimiento, en la incorporación orgánica de lo recién adquirido, en el incremento de nuestra compresión por la unidad en la diversidad, por el gran tejido del mundo y de la humanidad, en el recuentro de unas verdades y unas leyes antiguas bajo unas condiciones nuevas.

(…)



Del  mismo modo que una amistad o un amor que nos exige cuidados y sacrificios, o un libro que hemos elegido, comprado y leído con toda reflexión, así también cualquier viaje de placer o de estudios debe suponer una afición, un deseo de aprender, una entrega. Debe tener como objetivo convertir un país y un pueblo, una ciudad o un paisaje en propiedad espiritual del viajero; con amor y devoción, éste debe ponerse al acecho de lo desconocido y esforzarse con perseverancia en descubrir el secreto de su manera de ser.

(…)



El que no necesita ahorrar tiempo y dinero y siente el placer de viajar, debería tener la necesidad imperiosa de hacerse suyos, pedazo a pedazo, aquellos países en los que se adivina algo codiciable para sus ojos y su corazón, y conquistar un fragmento de mundo con un aprendizaje y un goce lentos, echar raíces en muchos países y coleccionar, del este y el oeste, piedras para el hermoso edificio de una amplia compresión hacia la tierra y sus formas de vida.

Herman Hesse, EL ARTE DEL OCIO.

La magia de lo natural: Caminando en el Monte Buciero

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Fue una de las primeras caminatas que hice desde que me vine a vivir a España. Pero no lo recuerdo solo por ello sino, y sobre todo, por el sentimiento de regeneración y calma que conseguí. Preso como estaba de un ensimismamiento del que me era difícil sacudirme, irme a caminar por un lugar como este fue liberador. Recuerdo lo gris de aquellos días en que caí en una especie de pozo en cuyo fondo yacía mi yo ahogado en mil preguntas, en la incertidumbre. Fui, como nunca, conciente de mi vulnerabilidad, de un pesimismo atroz. Me inventé una cárcel con mis preocupaciones y dentro estaba yo y lo peor es que no me dejaba salir a mí mismo: jugaba el nocivo papel de celador y cautivo.

Pero, esto le importa poco al (improbable) lector del blog. Y yo, ¿por qué diantres me pongo a escribir sobre estos sentimientos? Pues porque la caminata por el MONTE BUCIERO me hizo experimentar una sensación de calma que me pareció un oasis en el erial de aquellos días. Me habría sentido igual de bien en cualquier otro sitio en donde la naturaleza me hubiese mostrado su rostro y hubiese entrado en mi alma a través de mis sentidos. Pero el destino, o cualquier otra fuerza, quiso que el sitio fuera el Monte Buciero… y allí estaba yo… caminando…

MONTE BUCIERO. SANTOÑA - CANTABRIA.
MONTE BUCIERO. SANTOÑA - CANTABRIA.
La naturaleza nunca me ha fallado. Cuando me quedaba enfangado en la paranoia, los miedos, ciertas inevitables sombras en Lima, salir a caminar en los Andes, viajar a sitios distintos, me hacía volver nuevo, diferente, esperanzado, feliz.  Esto era, o debía de haber sido, lo que el poeta romántico ingles William Wordsworth denominaba “enclaves temporales”: aquella herencia que la naturaleza nos deja después de haberle permitido entrar en nosotros y que se convierte en patrimonio de nuestra alma. Luego,  cuando vienen los momentos de abatimiento o el aburrimiento nos encadena, aflora de nuevo ese patrimonio como una especie de refugio. Demasiado romántico, ya lo sé, pero no tengo otro modo de explicarlo.

Pues bien, de muchas de esas cosas sombrías sentí liberarme cuando caminé por el monte. No fue una caminata larga pero sí estuvo llena de asombro, de belleza, de ese encanto casi místico que reposa en los sitios donde la naturaleza se ha expresado con sus mejores dones. Y todo esto no lo busqué, vino solo e inesperado como las mejores sorpresas. Al llegar al final del paseo marítimo del pueblo de SANTOÑAno imaginé que meterme por el camino que subía al monte me traería una gran sensación de bienestar. Dejamosatrás el Fuerte de San Martín y llegamos a un ascendente sendero de piedras... un camino que se adentra en un bosque siempre es una imagen seductora para un caminante… allí fuimos. Abajo, la bahía de Santoña estaba colmada del tono suave que el mar turquesa prodigaba.

MONTE BUCIERO. SANTOÑA - CANTABRIA.

VISTA DE  LA PLAYA DE. SANTOÑA - CANTABRIA.


MONTE BUCIERO. SANTOÑA - CANTABRIA.
El camino en subida nos llevó hasta una baranda de madera que hacía de mirador natural: desde allí podíamos ver una especie de rocoso torreón al que llaman LA PEÑA DEL FRAILE.Fue la primera gran impresión de la caminata.

PEÑA DEL FRAILE EN EL MONTE BUCIERO. SANTOÑA - CANTABRIA.
  
Luego todo fue una sucesión de farallones y abismos a cuyos pies el mar dejaba una orla de blanquísima espuma. Era delicioso que llegase hasta allí arriba el sonido del bramar de las olas. Unos minutos más tarde el sendero nos llevó hasta un  bosque, y aunque muchos árboles acusaban la desnudez típica de épocas frías no por ello dejaban de ensombrecer el camino por el que bajábamos. A continuación, llegamos a un cruce de caminos en donde tomamos el de la derecha para bajar hasta el primero de los 667 escalones de la larga escalera que nos iba a llevar a un sitio peculiar: el Faro del Caballo.

MONTE BUCIERO. SANTOÑA - CANTABRIA.
MONTE BUCIERO. SANTOÑA - CANTABRIA.
El vertiginoso descenso parecía no llevar a ningún sitio,  pero tranquilos, se sabe que abajo, donde acaba el farallón por cuya pared descendíamos, esperaba el abandonado faro. Era delicioso bajar y detenerse para mirar el camino serpentear teniendo detrás, como un fondo amplísimo y divino,  el mar y su perenne y delicado color. Árboles que crecen entre los riscos, desafiantes al borde del abismo, con ramas que el viento marino movía a su antojo; un sol suave se dejaba ver cuando las nubes le daban tregua para mirar el mundo; piernas de caminante que tiemblan por el esfuerzo que propicia un descenso que parece no tener fin. ¿Qué hay disuelto en espacios como este?, ¿qué divinidad, qué hechizo se guarece en lugares en donde todo es simple, bello, incomprensible?

DESCENSO AL FARO DEL CABALLO MONTE BUCIERO. SANTOÑA - CANTABRIA.

DESCENSO AL FARO DEL CABALLO MONTE BUCIERO. SANTOÑA - CANTABRIA.


Por fin llegamos al faro y allí el placer del que gozaba nuestra mirada no terminó pues ahora veíamos las paredes rocosas del monte; el mar abierto, planicie sin fin; y un amplio horizonte cuya linealidad hizo tantas veces temblar al hombre, preguntarse medroso que había más allá e imaginar respuestas en forma de abismos y de monstruos. Y aunque desde 1492 (o quizás antes) sabemos que eso no es así no puedo dejar de pensar en el fin del mundo que palpita allí, detrás de esa infinitud lineal, celeste, mortal, desasosegante.

FARO DEL CABALLO MONTE BUCIERO. SANTOÑA - CANTABRIA.
DESCENSO AL FARO DEL CABALLO MONTE BUCIERO. SANTOÑA - CANTABRIA.
VISTA DEL MONTE BUCIERO DESDE EL FARO DEL CABALLO. SANTOÑA - CANTABRIA.
FARO DEL CABALLO MONTE BUCIERO. SANTOÑA - CANTABRIA.
La subida fue otro cantar y nos pasó factura la falta de ejercicio físico. Felizmente llegamos sin calambre alguno al cruce de caminos por donde habíamos bajado hacia el faro y esta vez doblamos a la derecha. Fuimospor un bosque por el que llegamos hasta un nuevo faro, este moderno y en uso. Nuestra intención era llegar al FARO DEL PESCADOR pero parece que tomamos un sedero equivocado por lo que decidimos volver a Santoña. Ya no importaba llegar sino haber ido; con lo visto ya estábamos más que satisfechos. Pero por si alguno está interesado en ir por estos sitios hay que saber que la se puede dar la vuelta a todo el monte como pueden ver en este mapa.

IMAGEN DE http://www.verdenorte.com/
Santoña nos recibió una vista estupenda pues haces de luz traspasaban oscuras nubes dejando suspendidos en el aire lanzas luminosas que no detenían su camino sino en la misma planicie marítima. Pusimos pie en el pueblo y nos fuimos a caminar por su paseo marítimo desde donde vimos la playa solitaria; ajena y lejana de la locura de los días de verano. Visitamos también la iglesia del pueblo; el centro y las marismas que tanta fama le ha dado a esta villa costera.

 SANTOÑA - CANTABRIA.
 SANTOÑA - CANTABRIA.
 SANTOÑA - CANTABRIA.
SANTOÑA - CANTABRIA.
 SANTOÑA - CANTABRIA.
 SANTOÑA - CANTABRIA.
Pues sí, regresaba bien, mejor, redimido. Hay que hacer eso de vez en cuando viajero, salir a airear un poco la vida y dejar que aflore esa parte sensible que tenemos allí al fondo, empolvándose. Salir a conectarse con el mundo de lo natural para que vuelva a nosotros el sentido de las cosas. Ir a esos santuarios con el corazón abierto para saberse parte de algo inmenso, que vibra, que se mueve en armonía y dejarse así de tonterías, de pensar que no somos más que un eslabón en una caótica cadena de absurdos. No, el monte, el mar, el bosque muchas cosas hablan… para nuestro consuelo, felizmente.

Pablo

En el techo del Viejo Mundo: Caminando en los Picos de Europa

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Mirando las puntas y alturas de los PICOS DE EUROPA desde la cima del PICO TESORERO sentía una gran satisfacción, no solo por el logro que significaba el haber llegado hasta allí sino, y sobre todo, por que acababa de ayudar acumplir un deseo al niño soñador que fui y que miraba el mundo desde la cúspide del cerro del parque San Agustín, un pequeño montículo ubicado cercano de mi casa.


Alcanzar esa cima era para ese niño haber logrado subir al techo del mundo; haber culminado una extraordinaria aventura, como aquellas que vivían los héroes en las películas o series que veía por las tardes en la televisión. Caminabapor las polvorientas laderas de ese cerro y de vez en cuando removía la tierra con la esperanza deencontrar un pedazo de cerámica que algún habitante de tiempos lejanos hubiese dejado allí para que yo lo encontrase, miles de años después. Así iba, mirando de vez en cuando el suelo, a la espera de encontrar esas “culturas” como les llamaba; imaginando ser aventurero, arqueólogo, viajero, caminante… aunque en ese momento el no lo sabia, claro. Y así llegaba a la cima y era el niño más feliz del mundo. Desde allí veía casas en cuyos techos bamboleaban las ropas tenidas a secar; las copas de algunos mustios árboles; y, en la distancia, los cerros inalcanzables en cuyas superficies crecían las barriadas que me eran tan familiares.


Esa sensación de logro, de satisfacción, de sueño cumplido, de aventura, de algo poderoso que rompe la rutina, lo he sentido siempre que he llegado caminando a lugares de difícil acceso. Cuando lo hago no puedo dejar de pensar en ese niño… de ahí que ame todo lo que tiene que ver con viajeros y sobre todo con caminantes, con gente que se entrega al placer extraordinario que provee una buena caminata… caminar, caminar… un verbo que en estas épocas de apuro y maquinas que nos trasladan adonde queramos guarda una esencia subversiva, excéntrica, y para muchos, improductiva. ¿Caminar?, ¡para qué si existen los coches, hombre!, ¡qué ganas de perder el tiempo, qué pereza!


Perdóneme el lector esta digresión. No puedo evitarlo. Lo importante aquí es contarles un poco sobre este increíble sitio llamado PICOS DE EUROPA, el segundo PARQUE NACIONAL más grande de la Península Ibérica. Allífuimos para intentar alcanzar la cima del PICO TESORERO, que se eleva sobre los 2,570 metrossobre el nivel del mar.

Empezamos la aventura subiendo en el TELEFERICO DE FUENTE DÉ que nos eleva por la primera gran parte del Parque hasta llevarnos al inicio de la pista que lleva hacia LA VUELTONA. Dicenque hasta este sitio llega la nieve en el tiempo de invierno. Nosotros fuimos en primavera por lo que no vimos nada de ello. Por lo que sé, desde el mismo arranque de la caminata se puede ver la casi perfecta pirámide que es el TESORERO pero por ser una mañana nublada no pudimos verle. Y ahora… ¡que se inicie la caminata!








Al principio el paisaje está matizado de cierto ligero verdor pero poco a poco se va volviendo bastante pedregoso. En realidad casi toda la caminata la hicimos en un terreno duro, lleno de piedras y guijarros que por momentos hacían el sendero un espacio resbaladizo y poco cómodo para caminar. Todo esto no se condecía con las imágenes que habíamos visto de los PICOS DE EUROPA en los cuales el verdor se impone, pero bueno, poco a poco nos enteraríamos que hay muchas geografías con sus propias características en este gran santuario.
 


La base de la cadena montañosa estaba cubierta por la neblina que se había quedado allí como si fuera un cinto alargado, perfecto. Poco a poco fuimos avanzando y metiéndonos mas entre cerros monumentales y riscos hasta que tímidamente el sol se dejó ver destellando en las partes altas de picos y cerros.






Por fin todo se llenó de luz, la niebla desapareció y los perfiles y siluetas de las moles que nos rodeaban tomaron forma dejándonos ver el mundo medio lunar en el que nos habíamos metido. Esa sensación de estar en un rincón que más parecía digno de la luna se afirmó cuando sobre la cima de un cerro vimos, resplandeciente por darle de lleno el sol, el plateado cascaron del refugio más alto de la Península Ibérica: CABAÑA VERONICA, construida con la cúpula de una batería del portaaviones USS PALAU que fue desguazado en el País Vasco. Sinceramente, parecía más bien una nave espacial que hubiese recién alunizado. Se puede subir a este sitio, de hecho parte del grupo con el que íbamos subió, pero nosotros preferimos continuar sin dilaciones hacia el TESORERO.






Caminamos por el collado de HORCADOS ROJOS, otra cumbre emblemática del Parque, desde donde ya podíamos ver con mas nitidez las puntas de los cerros, muchos de ellos tan altos que las nubes no llegaban a cubrirlos, como por ejemplo el NARANJO DE BULNES, cuya cima se alcanzó por vez primera en 1904, fecha que marca el inicio del alpinismo español.


Desde el mismo collado emerge violentamente el TESORERO, así que empezamos la subida siguiendo el camino que marcaban los montículos de piedras que se han puesto a modo de guía para los caminantes. Pero luego perdimos el sendero que marcaban esos montículos, sinceramente con tanta piedra son algo difícil de identificarlos, por ello no llegamos a la cima del pico por el camino que podría considerarse el habitual aunque te haga dar un rodeo por la ladera del cerro.






Muy “avezados” nosotros subimos directamente por una parte bastante empinada por el cual tuvimos que trepar y avanzar haciendo uso de manos y piernas. Ello hizo el camino más corto pero elevó el esfuerzo a su máxima potencia. Suspirando y algo jadeantes coronamos por fin la cima y la sensación de bienestar vino a nuestro cuerpo, no solo por haber finalizado el esfuerzo sino también por lo que veíamos a nuestros pies: riscos, puntas y picos que se nos mostraban diáfanos, bellos en su inmensidad y hasta se nos antojaban cercanos, casi como si los pudiéramos tocar a todos. Y ese mundo pétreo estaba limitado por una gran pared blanca y amorfa formada por nubes inamovibles. Dicen que el hecho de estar elevados sobre los 2600 metros hace que sea posible ver estos roquedos desde el Cantábrico; ha de ser por ello que los marinos que llegaban al Viejo Mundo por esta parte le llamaban a estos cerros y montañas los PICOS DE EUROPA, por que era lo primero que veían en lontananza, al acercarse con sus navíos a las costas cántabras.




De haber estado allí, ¿qué habría pensado el niño  que observaba el mundo desde la cima del cerro del parque San Agustín? Quizás mirando todo ese espectáculo habría imaginado que los cerros no eran sino las gibas fosilizadas de los dinosaurios que se habían quedado allí, estáticos en un sueño de siglos; o quizás que todas esas estribaciones eran lugares que ocultaban a gente pequeñita que salía de noche a poblar el mundo mientras todos dormían; o tal vez que debajo de esa coraza de piedra cada cerro guardaba una ominosa amenaza: eran volcanes que dormían y estallarían cuando llegase aquello que las monjas de su colegio le enseñaron a temer: la llegada del fin del mundo.





El regreso al CABLE fue fácil: era todo descenso. Allí, en el lugar donde el visitante al Parque baja o se sube al teleférico, hay una cafetería grande que debe ser una de las pocas en el mundo que tiene una de las mejores vistas que se puede imaginar. Misión cumplida caminante, niño soñador.

Pablo

Callejeando en Vitoria - Gasteiz. Capital Verde Europea 2012

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Entre muchas de las malas noticias con las que nos bombardean todos los días una en particular llamó mucho mi atención hace unos pocos días. En el diario EL PAIS leí que al menos el 94 % de habitantes de España respira un aire que sobrepasa loslímites de contaminación que ha establecido la OMS. En el artículo se leen datos que son de espanto y se presentan declaraciones de personas que viven en lugares donde la insalubridad es pasmosa.

Y sin embargo, contrastes van, contrastes vienen, hay que recordar que es justamente en este país en donde se exceden los límites de emisión de elementos nocivos al aire, donde se ubica VITORIAla EUROPEAN GREEN CAPITAL 2012 (Capital verde de Europa). Es una ciudad en donde se han hecho, y todavía se están haciendo, muchas cosas para mejorar la conservación de su medio ambiente y de la vida de sus pobladores. Los vitorianos pueden presumir de estar ala vanguardia en lo que a políticas de sostenibilidad y respeto al medioambiente se refiere. Pero esto no es un logro que se haya alcanzado en poco tiempo, son por lo menos 30 años de trabajo en aspectos como el reciclaje, la calidad del aire, el consumo de recursos, entre otros factores; todo lo cual ha hecho posible recibir esa denominación que pone a la ciudad al nivel de las mejores y más desarrolladas ciudades del Viejo Mundo.

Para ver in situ esta maravilla decidimos aprovechar un tiempo libre que nos quedaba en nuestro viaje por LA RIOJA para acercarnos a ALAVA, la provincia donde se ubica VITORIA-GASTEIZ, que es el nombre completo de la ciudad.  Y esto es lo que vimos.

PARQUE DE VITORIA. ESPAÑA
El terminal de buses de la ciudad se encuentra muy cerca del centro histórico por lo que caminamos  unos minutos y llegamos a lo que sería el corazón del casco viejo de Vitoria, el cual, bien visto, tiene forma de almendra. La mejor manera de conocer un lugar es, en nuestra opinión, caminando; y mejor aún si esta placentera actividad se hace en una ciudad en la que el 25 % de su espacio está reservado para los caminantes y donde al menos el 51 % de las actividades se hacen a pie. ¡Qué maravilla!

En una punta del casco viejo iniciamos nuestras andanzas, exactamente en un espacio clásico de la ciudad en donde se puede sentir con facilidad ese sabor medieval que alguna vez pudo haber tenido Vitoria, pues no todo aquí tiene que ver con la naturaleza y su protección sino también con la cultura. Me refiero al rincón en la que se ubican la Torre de los Anda, y un poco más abajo, la Plaza de la Burullería y El Portalón

Torre de los Anda. Vitoria - España.
Plaza de la Burullería. Vitoria - España.
El Portalón. Vitoria - España.
Da gusto caminar por un espacio así, salta a la vista la intención que se ha tenido de conservar el legado cultural pues estos viejos edificios se encuentran en un buen estado y le dan mucha solera a este rincón vitoriano. Pero ojo, aquí lo antiguo no está reñido con la modernidad: en la plaza de la Burullería hay un inmenso mural con imágenes y dibujos muy modernos y hechos con muy buen gusto. Y en las calles aledañas se pueden ver muchos otros diseños que nos han perecido más que simpáticos. De hecho se ha creado un itinerario muralístico que se puede seguir por tu cuenta o con visitas guiadas. Dejamos fotos para que lo puedan disfrutar.


Murales. Vitoria - España.
Murales. Vitoria - España.
Murales. Vitoria - España.
Murales. Vitoria - España.
Murales. Vitoria - España.
Murales. Vitoria - España.
Desde la plaza es muy fácil llegar a la CATEDRAL DE SANTA MARIA que fue construida en el siglo XIII y que acusó el paso de los años por lo que desde ya hace un tiempo se ha iniciado su recuperación. Por lo que me he enterado es posible visitar el interior del tempo y ver las obras de mantenimiento que se están llevando a cabo. Pero para ello hay que hacer una reserva en la página de la catedral. Para que les pique el bichito de la curiosidad dejo este video. Yo después de haberlo visto creo que no dudaría en tratar de entrar si tuviera la oportunidad de visitar una vez más Vitoria.

Por este edificio pasa una larga, y por momentos estrecha, calle llamada FRAY ZACARIAS MARTINEZpor donde caminamos para llegar hasta el PALACIO DE ESCORIAZA-ESQUIVEL, lugar en el que el encanto del medioevo sigue hechizando al visitante pues allí se pueden ver parte de las murallas y una gran puerta medieval. Una cosa que me encantaría resaltar es que cuando íbamos entre las calles de la almendra nos percatamos de que muchas de los desniveles que hay allí se han salvado poniendo unas largas rampas mecánicas que imagino han sido colocadas para hacer esta parte de la ciudad accesible para todos. Bien por ello.

PALACIO DE ESCORIAZA-ESQUIVEL. Vitoria - España.
Muralla medieval. Vitoria - España.
Puerta medieval.. Vitoria - España.
Dejamos atrás la zona de la puerta medieval y continuamos caminando por la larga ZACARIAS MARTINEZ que nos lleva por delante del centro cultural MONTEHERMOSO


La calle desemboca en una intersección de arterias que dan forma a una pequeña plaza desde donde se puede ver ya la torre de la PARROQUIA DE SAN VICENTE, de allí estamos a unos pasitos de LA CUESTA DE SAN VICENTE desde donde, a modo de balcón, se puede ver abajo la PLAZA DEL MACHETE. 


TORRE DE LA PARROQUIA DE SAN VICENTE. Vitoria - España.
Hemos llegado a lo que es en mi opinión la zona más hermosa de VITORIA y sobre la cual escribiré en la próxima entrada por lo que espero que el improbable lector o lectora de este blog siga entonces acompañándonos. Un abrazo.

Pablo 

Callejeando en Vitoria - Gasteiz - II. Capital Verde Europea 2012

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Lo prometido es deuda, así que estamos de vuelta para contarles un poco más sobre VITORIA – GASTEIZ una ciudad en la que, como verán, se dan la mano el desarrollo con las buenas prácticas ambientales; cosa que la convierte en una especie de ínsula en un país donde, como dijimos en la entrada anterior, casi la mayoría respira un aire viciado, según las estimaciones de la OMS.

Pues bien, luego de haber dejado atrás la parte medieval de la capital alavesa bajamos por la CUESTA DE SAN VICENTE hacia lo que sería la zona más neoclásica. Digo esto porque es notorio el cambio que se da al pasar del dédalo de callejuelas enrevesadas de la zona alta a un espacio amplio, abierto, esquemático, si se quiere, de la parte baja al que alguno conoce como el ENSANCHE. Lo primero que vimos apenas dejamos atrás la cuesta fueron LOS ARQUILLOS, una simpática sucesión de largos soportales.




Desde allí otra cuesta, la de MATEO DE MORAZA, nos llevó hasta lo que debe ser la plaza más bonita de la ciudad: la de LA VIRGEN BLANCA, corazón de Vitoria desde que en la Edad Media en había allí un mercado. A mí me encantó esta plaza, es muy tranquila y amena y se encuentra rodeada de bellos edificios como la IGLESIA DE SAN MIGUEL ARCANGEL. La nota curiosa en esta iglesia la pone el monumento al Celedón que se encuentra en el atrio, al lado de una balconada. Este es un personaje que representa al muñeco de trapo al que lanzan, atado a una cuerda, desde la torre de la iglesia de San Miguel. El monigote suele tener un paraguas del que parece aferrarse para hacer un aterrizaje forzoso. Abajo, en la plaza, miles de vitorianos eufóricos esperan el descenso del Celedón mientras que descorchan cientos de espumosos champanes. Les dejo un videíto que buen vale la pena ver. Dan ganas de estar allí, siendo parte de todo ese jolgorio desbocado. 





En medio de la plaza de la Virgen Blanca hay un conjunto escultórico excepcional al que llaman el Monumento a la Batalla de Vitoria, que rememora el enfrentamiento entre las fuerzas españolas y las francesas que al final ganaron los hispanos lo que obligó a los galos y a su líder, José Bonaparte,Pepe Botella para los amigos, a retirarse para humillación del Corso.




Al lado de esta plaza se encuentra otra que se llama la de ESPAÑA y que es grande y cuadrada como muchas de las que he visto en otras ciudades de este país. No me esperaba encontrar una plaza con este nombre en el País Vasco; parece que, como me dijo un amigo, los Vitorianos son los más españoles de los vascos.


Desde la plaza de la VIRGEN BLANCA sale la moderna calle del Prado por el que caminamos unos pocos metros hacia el edificio que se veía al fondo, al final de la calle: la CATEDRAL DE MARIA INMACULADA, que se considera la catedral nueva, hermanada con la vieja, que se está restaurando, aunque son muy distintas. Esta, la de María Inmaculada, tiene un estilo neogótico que se nota a leguas.




A un costado de este templo se ubica la calle MONSEÑOR CADENA que es la frontera entre dos parques: el que se encuentra detrás de la catedral es muy interesante y tiene unas esculturas muy llamativas. El que está al otro lado de la calle es el PARQUE LA FLORIDA al que se considera el parque por excelencia de la ciudad. Allí fuimos y recorrimos sus sinuosos senderos bien sombreados por cedros y castaños. Es bueno saber que hay en Vitoria-Gasteiz algo más de mil hectáreas de áreas verdes y eso significa que si tuviéramos que repartir esta riqueza verde entre cada habitante de esta ciudad  cada uno recibiría 46 metros cuadrados. Envidiable. Como peculiar adorno se pueden ver en este gran jardín varias estatuas hechas en memoria de algunos artistas, como por ejemplo algún músico de jazz.





Desde este espacio verde se llega, en contados minutos, al delicioso PASEO DE LA SENDA y que recorreremos no solo para mirar los bonitos edificios que allí hay sino también para disfrutar una imprescindible y estupenda caminata. Este es uno de los varios paseos que parten desde el centro de la ciudad y se internan en la periferia. Los vitorianos pueden caminar por allí o ir en bici pues existe un excelente servicio de préstamo  -hay un puesto de préstamo a menos de 300 metros del ciudadano- a la sombra de algunos de los 130 mil árboles que hay en las áreas públicas de la ciudad. Entre los edificios más hermosos que allí se pueden ver están la Villa Sofía, el Museo de la Armería, el de Bellas Artes, entre otros muchos.







Causa grata impresión saber y ver de todo esto. Máxime si se considera que en Vitoria el uso del coche era muy exagerado y el servicio de transporte público bastante deficiente. Hoy los trayectos del servicio público han crecido un 41,42 %, eso incluye el uso de los nuevos tranvías. Pero las buenas y verdes noticias no acaban allí. Es necesario saber, y recorrer, el “Anillo Verde”, un espacio que tiene un “alto valor ecológico y paisajístico”yque con sus 30 kilómetros circunda la ciudad. Como ven, había justos y suficientes motivos para que Vitoria fuera considerada la CAPITAL VERDE EUROPEA del 2012.

El Paseo de la Senda nos llevó, cómo no, hasta el amplio PARQUE DEL PRADO, una antigua dehesa medieval que se ha convertido en el lugar favorito para los amantes del atletismo; dicen que  Martín Fiz, campeón del mundo de maratón-1995, se ha preparado allí para todas las grandes competiciones internacionales en las que ha participado. Avisados estáis deportistas. Si sigues caminando por este parque llegarás a uno más grande llamado Armentia que forma parte del Anillo Verde del que hemos hablado líneas arriba.



En conclusión, la visita a Vitoria, aunque corta, ha sido placentera. No siempre se tiene la suerte de caminar en una ciudad donde la calidad de vida y el compromiso con el medio ambiente no sean solo intenciones sino hechos y resultados. Esto da esperanza y motiva. Vitoria debería ser el modelo a seguir por muchas ciudades no solo en España sino en el mundo. El hecho de que haya un lugar como este nos enseña que puede haber desarrollo sin que eso merme la vida y la salud de las personas. Muchas veces pienso que sí, que hay que decrecer en aquello que nos daña y crecer en iniciativas que ayuden a hacer la vida mejor para la gente de las ciudades: crecer en políticas de sostenibilidad, respeto al medio ambiente, uso del transporte público, manejo responsable de los recursos y demás. No es una utopía, es posible y en Vitoria se nota que sí se puede hacer realidad todo ello. Hasta la próxima.

Pablo


El viaje : Charles Baudelaire

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A Maxime du Camp

I
Para el niño que adora los mapas y grabados
el universo iguala a su enorme avidez.
¡Ah, qué grande es el mundo a la luz de las velas!,
¡qué pequeño es el mundo cuando mira el recuerdo!

Un buen día partimos, con el cerebro en llamas,
en el pecho rencores y deseos amargos,
y al ritmo de las olas avanzamos meciendo
el infinito nuestro en los finitos mares:

Unos huyen alegres de sus patrias infames
o de su horrible cuna, y no faltan tampoco
astrólogos ahogados en ojos de mujer,
la tiránica Circe de filtros peligrosos.

Se embriagan, por no verse convertidos en bestias,
de espacios y de luz, de cielos abrasados;
el hielo que les muerde y el sol que les broncea
van borrando despacio la marca de los besos.

Mas viajeros, realmente, son sólo los que parten
por partir; corazones ligeros, iguales a los globos,
que nunca se separan de su fatalidad,
y, sin saber por qué, dicen siempre: ¡Adelante!;

aquellos cuyas ansias tienen forma de nubes,
y, al igual que un recluta aspira ya a un cañón,
sueñan con mil placeres, cambiantes e ignorados,
que el espíritu humano nunca supo nombrar.

II
Imitamos, ¡qué horror!, al trompo y la pelota
en su baile y sus saltos; hasta cuando dormimos
la cruel Curiosidad nos tortura y nos lanza,
cual Ángel despiadado que azotara los soles.

Fortuna singular, en la que el fin es móvil,
que no está en parte alguna por hallarse en cualquiera;
en la que el Hombre corre buscando su descanso,
sin que nunca le falte la esperanza más loca.

El alma es un velero en busca de su Icaria;
alguien grita en el puente: «¡Abre mucho los ojos!»
y otra voz en el cofá exclama ardiente y loca:
«¡Amor... gloria... fortuna!» ¡Demonio!, ¡es un escollo!

Cada islote que anuncia por la noche el vigía
es siempre ese Eldorado que prometió el Destino;
mas la Imaginación, que prepara su orgía,
sólo ve un arrecife cuando apunta la aurora.

¡Oh pobre enamorado de quiméricas tierras!
¿Habrá que encadenar o arrojar por la borda
a ese marino ebrio, a ese inventor de Américas
cuyo espejismo hace más amarga la sima?

Cual viejo vagabundo que el barro pisotea,
sueña, nariz al viento, con radiantes edenes;
sus ojos hechizados descubren una Capua
allí donde la vela sólo alumbra una choza.




III
¡Asombrosos viajeros!, ¡cuántas nobles historias
revelan vuestros ojos tan hondos como el mar!
Mostrad en los estuches de esas ricas memorias
vuestras joyas talladas de éteres y astros.

¡Anhelamos viajar sin vapor ni velamen!
Para aliviar el tedio de nuestros calabozos,
soplad en nuestras almas tan tensas como velas
vuestros bellos recuerdos orlados de horizontes.

Decidnos, ¿qué habéis visto?

IV

                                           «Hemos visto luceros
y olas; hemos visto también bancos de arena;
y, a pesar de desastres y choques imprevistos,
nos hemos aburrido, como nos pasa aquí.

El sol resplandeciendo sobre mares violeta,
las ciudades brillando a la puesta del sol,
encendían las almas con el ardor inquieto
de hundirnos en un cielo de tentadoras luces.

Las más ricas ciudades, los más vastos paisajes
jamás nos presentaban el mágico atractivo
que ofrecen los que forma el azar con las nubes,
¡y el eterno deseo nos seguía inquietando!

-El goce aumenta siempre la fuerza del deseo.
Deseo, viejo árbol al que el placer abona,
cuanto más se endurece y aumenta tu corteza,
más cercano desean tus ramas ver el sol.

¿Crecerás siempre, árbol, más vivaz que el ciprés?
-Os hicimos, no obstante, cuidadosos dibujos,
pensando en vuestro álbum insaciable y voraz,
hermanos que halláis bello cuanto viene de lejos.

Devotos saludamos a un ídolo con trompa,
y a tronos constelados de joyas luminosas,
y a palacios labrados cuya mágica pompa
sería la ruina para vuestros banqueros;

vestidos que emborrachan la vista por su lujo,
mujeres que se pintan las uñas y los dientes;
y diestros domadores que a la cobra acarician.»


Tumba de Charles Baudelaire en el cementerio de Montparnasse - París.

En la selva peruana: entre la belleza y la barbarie

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Nunca habíamos ido a la selva baja peruana, a ese espacio inmenso y mítico que a veces parece ser otro mundo, uno muy remoto; o quizás otro país, y que sin embargo es el espacio geográfico más grande del Perú. Como ya nos habíamos perdido por cerros y ruinas, por punas y puertos costeros, pensamos que era hora de cruzar los Andes y ver qué hay detrás de toda esa inmensa cadena montañosa; ver directamente ese inmenso secreto pintado de verde que es la Amazonía peruana. Lo que nunca imaginamos es que íbamos a vivir unas aventuras que jamás hubiésemos esperado: desde ver los más bellos atardeceres que haya visto jamás hasta caminar varios días por carreteras tomadas por huelguistas armados con palos y cuchillos que nos miraban con cierto recelo. 

HACIA PUCALLPA

Decidimos empezar este viaje en la ciudad de PUCALLPA, capital del amazónico departamento de UCAYALI. En realidad la idea era iniciar la ruta en la ciudad de TINGO MARIA, en el departamento de HUANUCO, y que bien podría ser considerada la puerta de entrada a la Amazonía central, pero como el pasaje en bus hacia ambas ciudades nos costaba lo mismo  decidimos irnos directamente al destino más lejano, es decir a Pucallpa (para ver los precios leer abajo en DATOS UTILES). El bus, como es mala costumbre en el Perú, iba hecho un bólido.  Lo interesante de ir en este medio de transporte es que el viajero podrá ver desde su ventana todos los cambios geográficos increíbles que se dan en un lugar como el Perú: desde el desierto costero se asciende hacia los fríos Andes para luego bajar apresuradamente al calor selvático. Aunque para ver todo ese espectáculo las posaderas tendrán que aguantar dignamente las 18 horas de viaje que hay entre Lima y Pucallpa. Eso, claro, si se viaja en “servicio especial” porque en un servicio normal seguro que el viaje puede llevar más de 20 horas. La mayoría de gente que conozco ha ido hacia Pucallpa en avión, pues en poco más de una hora de viaje se puede conectar ambas ciudades, además te ahorras algún susto en la carretera como los ominosos comentarios que dicen que cuando el bus pasa por Tingo María está entrando en zona “cocalera” y los asaltos están dentro de lo normal. Nosotros no tuvimos problemas aunque, cosa curiosa, a medio camino subió, con el permiso del conductor, un tipo que decía ser policía o algo así y se ofreció como seguridad del bus. Quizás una buena opción es viajar de día a Tingo María, quedarse allí conociendo ese bonito sitio y luego, ya de día, salir para Pucallpa.

PUERTO DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.
PUERTO DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.
Justamente allí llegamos a las 7.30 de la mañana. Nos dejaron en la terminal de la compañía con la que habíamos viajado -está a unos 4 kilómetros del centro-. Hay allí muchos mototaxis que te acercan al centro por 2 soles, además de gente que te ofrecen hoteles e incluso billetes para viajar en barco hacia Iquitos. Nosotros no teníamos referencia ni habíamos buscado información previa sobre ningún hotel en la ciudad y nos pusimos a ver varios de los económicos que recomendaba nuestra guía (ver DATOS UTILES abajo).

PUCALLPA. UCAYALI - PERU.
Después de un viaje tan largo decidimos tomarnos una pequeña siesta y luego, ya recargados de energía, fuimos a llenar nuestro estomago al restaurante del Hospedaje Komby que por 8 soles ofrecía un menú aceptable. Las mesas del comedor se ubicaban junto a la piscina. Habiendo comido nos dieron ganas de salir a andar por la ciudad. Lo poco que habíamos visto en el camino de la estación al hotel no nos había dado la sensación de estar ya “en la selva” pues hay más cemento que árboles; así que nos fuimos hacia el malecón en busca de esa emoción y allí, en cierta forma, la tuvimos: vimos el puerto bañado por las oscuras aguas del Ucayali y detrás las copas de los árboles que formaban una inmensa explanada verde. Eso ya era algo.

Paseamos por la plaza Miguel Grau, subimos a la torre del reloj y vimos un desfile civil con ocasión de la celebración de las fiestas patrias peruanas. El puerto de Pucallpa es un lugar peculiar, si uno quiere tomarle el pulso a la vida de esta ciudad tiene que ir allí -inevitablemente irás si planeas tomar un barco-. Los pucallpinos parecen más interesados en hablar de cara al río que sentados en las plazas o paseos de su ciudad que a casi todas horas parecen vacíos. A primera vista el puerto se muestra sin remilgos tal cual es: insalubre, caótico y, para empeorar las cosas, con la marea baja emerge desde el fondo del río la basura que es delicia de gallinazos, animales que son una oscura y perenne presencia en este ambiente. 

MALECON DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.

MALECON DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.

 


MALECON DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.
MALECON DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.
PUERTO DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.
PUERTO DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.
PUERTO DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.
PUERTO DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.
PUERTO DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.
Pero poco a poco va emergiendo también otra cosa, el ingenio y el aparente gusto con que las gentes de este lugar parecen vivir: vendedoras ofreciendo comidas al cual más extrañas para un paladar “occidentalizado”; gente sacrificando animales; bares pequeños y de mala muerte donde resuenan estentóreas las sonrisas de los hombres y que  parecen competir con la música de los vendedores de discos piratas; cargadores de costales o cajas que van llenando los vientres siempre hambrientos de los barcos y con los cuales hay que tener cuidado porque si no te llevan por delante. De día, mientras nosotros paseamos, no vimos ni nos pasó nada extraño más allá de que nos miraran con curiosidad; aparentemente se puede visitar el puerto sin problemas, aunque en la noche la cosa debe cambiar mucho. Eso sí, hacía calor y se sudaba bastante pues como es sabido el clima de la selva es muy caluroso y húmedo, así que a protegerse. 

PUERTO DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.
PUERTO DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.
PUERTO DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.
PUERTO DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.
Para hacer algo en la tarde, teniendo en cuenta que en todo el Perú anochece pronto, a las 6 y 30 de la tarde aproximadamente, sea invierno o verano, nos fuimos al Zoológico de la ciudad, también conocido como “Parque Natural de Pucallpa”, que se encuentra a unos 6 kilómetros, saliendo de la ciudad por la carreta Basadre y al que llegas en un mototaxi que normalmente te cobra 2 soles y medio. La entrada al zoológico es 3 soles y está abierto de lunes a sábado de 8 a 5 y los domingos de 8 a 6, la boletería cierra una hora antes. El sitio está un poco descuidado pero vale la pena su visita a modo de ir haciéndose una idea de la selva pues allí se pueden ver animales como: monos, sajinos, otorongos, guacamayos etc., es decir, especies típicas de esta parte del Perú, aunque, obviamente, en cautiverio. Hay un pequeño museo regional con tres espacios en donde puedes ver ceramios, pieles, animales disecados además de algunos restos, y muchas paredes con vandálica decoración, fina cortesía de muchos escolares que dejan escrito sus nombres y las de sus compañeros de curso en donde se les ocurra.

ZOOLOGICO DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.
ZOOLOGICO DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.
ZOOLOGICO DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.
ZOOLOGICO DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.
ZOOLOGICO DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.
ZOOLOGICO DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.
ZOOLOGICO DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.
ZOOLOGICO DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.
ZOOLOGICO DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.
Regresando del zoológico nos fuimos a buscar un restaurante para cenar y como no teníamos mucho apetito entramos en el  café  “C´est si bon”,  Jirón Independencia 560, teléfono 61-590578. De lejos el mejor café de Pucallpa; recomendado en especial la crema volteada de chocolate. La Plaza de Armas o Plaza Principal, está rodeada de restaurantes, pero su centro estaba cercado por obras. Se recomienda una visita a la Catedralde la ciudad que aunque es de moderna factura ha sido hecha con buen gusto. 

CATEDRAL DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.
ZOOLOGICO DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.
Destacan en su interior los trabajos hechos en madera por los artesanos del pueblo andino de Chacas (he publicado una entrada sobre esa zona). Tener en cuenta que la Catedral abre a partir de las siete de la noche.

Continuará

Pablo

DATOS UTILES

De LIMA a PUCALLPA nos fuimos en un bus de la compañía Turismo Central (Av. Luna Pizarro 442, Teléfono 3302676). Costo de pasaje 100 soles, el precio puede ser más barato pero eran las fiestas patrias peruanas (27 al 29 de julio, los pasajes pueden incluso subir desde una semana antes) y todo estaba por las nubes, así que no había otro remedio. El bus era grande pero los asientos se reclinaban solo hasta la mitad. El viaje, como ya hemos dicho, dura unas 18 horas si tomas un “servicio especial” que incluye almuerzo, en el bus, y cena, en un restaurante de carretera hasta el valor de 5 soles, si deseas algún plato más caro, pagas la diferencia. Recordar no tirar el ticket pues es el que te da derecho a pedir la cena.

Los hospedajes que vimos fueron varios, entre ellos estaban el hostal Barbtur (Raimondi 670, mediana calidad), Hostal Sun (relativamente bueno, aunque ubicado en un sitio muy bullicioso), y a su lado estaba el hostal Komby (Ucayali 360, hospedajekomby@hotmail.com, teléfono 061-592074. Habitaciones simples desde 40 soles y las matrimoniales a 50). Al final decidimos quedarnos en el Guest House (Ucayali 247 B, teléfono 061-576974, ver video aquí) donde se nos ofreció una habitación doble por 40 soles, el que nos dejaron en 35 soles por quedarnos varios días. La habitación estaba limpia y tenía muebles nuevos y ventilador eléctrico en el techo. También tienen habitaciones con aire acondicionado pero esas están a no menos de 60 soles. El hotel está bastante bien, limpio y muy ordenado; lo único malo es que es algo bulliciosa por horas, parece que la familia de una de las trabajadoras vive allí y la bulla familiar es inevitable. Es mejor pedir un cuarto del medio y no en la fachada ni en la que da hacia la escalera trasera.  La encargada, que justamente tenía una tienda en los bajos del hotel, puede darte bastante información sobre la zona, aunque curiosamente casi nada le parecía digno de resaltar  “pero no vale la pena” era una de sus frases más recurrentes. Por lo demás era bastante amable.

DATOS DEL AÑO 2010

Navegando en las aguas del Yarinacocha

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Después de una larga noche en la que ni los ventiladores lograron mitigar el calor pucallpino, madrugamos y desayunamos en el Café Bohemia (calle Sucre, cerca de la plaza), recomendados sus jugos servidos en inmensos vasos por dos soles. Después nos preparamos para ir hacia uno de los lugares emblemáticos de Pucallpa: el lago Yarinacocha; para ello se deben tomar los taxis colectivos en el Jirón Ucayali, se les reconoce porque en su parabrisas llevan pegados carteles anunciando destino a “Alamedas” o a “Yarina”. El precio del trayecto es de 1 sol. 
Yarinacocha es un pueblo agradable con una bonita plaza desde donde parten las calles que bajan hasta un bullicioso puerto. Allí se toman cualquiera de las lanchas y pequeños barcos que llegan hasta las comunidades que se encuentran a las orillas de esta gran laguna. La más conocida de ellas es la de San Francisco, un lugar clásico. El problema es que los “tours” son bastante caros pues tienes que alquilar la embarcación por completo por eso conviene hacerlo entre varias personas ya que el precio es el mismo. Para solo dos personas nos hablaban de unos 100 soles ida y vuelta, y 80 solamente la ida. Aunque los precios pueden variar según los sitios que quieras visitar. 

PLAZA DE YARINACOCHA. PUCALLPA - PERU.
Como el monto se nos antojaba demasiado alto para nuestro presupuesto mochilero intentamos averiguar otras opciones y nos informamos de unos taxis-colectivos que iban hacia San Francisco y otras comunidades más lejanas por tierra. Estos taxis se toman en el jirón Aguaytia. El pasaje cuesta 2.5 soles hasta San Francisco y 3 soles a Santa Clara, comunidad que se encuentran un poquito más lejos. Allí llegamos en unos 30 minutos. 

LAGUNA DE YARINACOCHA. PUCALLPA - PERU.
LAGUNA DE YARINACOCHA. PUCALLPA - PERU.
Santa Clara es un lugar pequeño donde viven los comuneros de la etnia Shipiba. Era mediodía cuando llegamos y supongo que debido al calor toda la gente estaba en sus casas. Pudimos ver a muchos de ellos abanicándose en las hamacas, disfrutando sin apuros de su envidiable holganza. Cuando la canícula está en todo su esplendor ya se sabe que no es una buena idea estar en la calle o en el campo. Compuesta por unas poquitas casas típicas con sus techos cubiertos de ramas y hojas de palmera, Santa Clara parecía ser de por sí un lugar muy pacífico. 

SANTA CLARA. UCAYALI - PERU.
SANTA CLARA. UCAYALI - PERU
SANTA CLARA. UCAYALI - PERU.


SANTA CLARA. UCAYALI - PERU.
SANTA CLARA. UCAYALI - PERU.
Nos fuimos caminando desde Santa Clara hasta San Francisco (20 minutos) por un ancho camino de tierra que se abría paso en el espesor de la selva. 

CAMINO DE SANTA CLARA A SAN FRANCISCO. UCAYALI - PERU.
CAMINO DE SANTA CLARA A SAN FRANCISCO. UCAYALI - PERU
CAMINO DE SANTA CLARA A SAN FRANCISCO. UCAYALI - PERU

CAMINO DE SANTA CLARA A SAN FRANCISCO. UCAYALI - PERU
CAMINO DE SANTA CLARA A SAN FRANCISCO. UCAYALI - PERU
San Francisco es otra comunidad Shipiba, pero más grande y con más comodidades, aunque, eso sí, es menos auténtica que Santa Clara, gracias, en parte, al turismo. La nota pintoresca la pone el mercado de artesanías que se puede encontrar en la plaza principal de este lugar y donde los nativos (o los que se visten como tales) venden recuerdos de viaje y regalitos interesantes.


SAN FRANCISCO. UCAYALI - PERU
SAN FRANCISCO. UCAYALI - PERU
SAN FRANCISCO. UCAYALI - PERU
Hay en este sitio un pequeño restaurante, servicios de internet, agua, teléfono y Hospedajes, al menos vimos uno de la comunidad y otro perteneciente a un norteamericano. Nos pareció un idílico lugar para quedarse unos días. Las casas están adornadas con cenefas en las que se representan los típicos diseños geométricos siphibos.
SAN FRANCISCOS. UCAYALI - PERU.
SAN FRANCISCO. UCAYALI - PERU
SAN FRANCISCO. UCAYALI - PERU.
Después de caer varias veces en la tentación de comprar distintas artesanías nos dirigimos hacía el embarcadero de San Francisco donde por suerte vimos un barco que habían contratado 4 turistas peruanos y que partía de regreso hacía Yarinacocha puerto. El grupo de turistas nos dejó subir y así fue que volvimos a Pucallpa. Tuvimos que pagar al timonel 15 soles por los dos, lo cual fue muy conveniente considerando que desde Yarinacocha, como hemos dicho líneas arriba, te cobran 100 soles ida o vuelta por contratar un barco. Es bueno saber que no hay botes-colectivos en épocas en que el río está bajo, que es más o menos desde mayo a octubre, el resto del año el transporte es más fácil, fluido y barato. 

A ORILLAS DEL YARINACOCHA EN SAN FRANCISCO. UCAYALI - PERU
A ORILLAS DEL YARINACOCHA EN SAN FRANCISCO. UCAYALI - PERU
EN EL BOTE POR EL YARINACOCHA. UCAYALI - PERU
EN EL BOTE POR EL YARINACOCHA. UCAYALI - PERU
EN EL BOTE POR EL YARINACOCHA. UCAYALI - PERU
El viaje duró una hora. Es una experiencia recomendable tocar las frescas aguas de la laguna, ver las casitas de madera casi ocultas entre la espesa vegetación selvática que casi llegaba hasta las orillas, saludar a la gente que pasa en botes que hacen el camino contrario y ver el alargado reflejo del sol sobre la superficie de la laguna, como una serpiente luminosa que parecía buscar adentrarse en el fondo oscuro del Yarinacocha. Nunca podré olvidar a dos niños que jugaban a subirse a su bote y lanzarse a la laguna a nadar con un envidiable dominio y seguridad; sus risitas se podían oír fácilmente, sus gestos y posturas indicaban de que estaba pasándolo en grande. Jamás en toda mi vida he visto niños más felices. Si visitas este lugar en temporada seca es una muy buena idea intentar hacerlo así como lo hicimos nosotros, es decir ir en coche y regresar en bote para ver la selva por dentro y también desde el agua. 

LAGUNA YARINACOCHA. UCAYALI - PERU
LAGUNA YARINACOCHA. UCAYALI - PERU
 YARINACOCHA. UCAYALI - PERU
Poco antes de llegar a Yarinacocha puerto vimos una especie de playa a la que llaman San José donde la gente se bañaba y que por lo que sabemos es el sitio favorito de los locales quienes se van allí a relajar. En el puerto preguntar por el dueño del barco ROYSITO TOURS, es una persona muy amable y nos dio gran parte de la información que aquí hemos detallado.

LAGUNA YARINACOCHA. UCAYALI - PERU
LAGUNA YARINACOCHA. UCAYALI - PERU
Ya en Yarinacocha pueblo, serían casi las 4 de la tarde, fue difícil encontrar un lugar para comer. Por suerte encontramos en la plaza uno abierto y allí decidimos probar un juane y un pescado llamado Carachama -7 soles cada plato- pero estuvo bastante flojo; no podíamos pedir tampoco gran cosa a esas horas en que ya no había dónde encontrar comida. En todo caso los mejores restaurantes de la plaza se ubican en el lado donde está la comisaría. 

También en la plaza está la sede la feria Artesanal shipiba “Moroti-Shobo” (Jirón 28 de julio) donde destacaríamos las prendas (camisolas entre 50-70 soles) y las pulseras de abalorios (sobre 20-25 soles), sinceramente las cosas que allí hacen los nativos son vistosas, muy originales y con la garantía de que son ellos mismos quienes los hacen. 

Ya de regreso en Pucallpa,  paseamos tranquilos por la ciudad haciendo tiempo para la cena, esta vez elegimos el Restaurante Johana, frente a la catedral, donde por 6 soles comimos un plato de patatas con hamburguesa y ensalada, recomendado.

Era hora de ir a dormir. Al día siguiente por fin empezaría la aventura que más queríamos vivir: nos adentraríamos en las entrañas de la Amazonía peruana en un barco que por varios días nos llevaría río abajo. Hasta entonces.

Pablo

P.D.: Todos estos datos son del 2010.

Navegando en el Amazonas: desde Pucallpa hasta Contamana

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Como dijimos en la entrada anterior, este día iba a empezar nuestra navegación por el Amazonas, experiencia que queríamos vivir cuanto antes. Pero, claro, a esas horas de la mañana no lo dábamos todavía por hecho ya que para encontrar un barco que partiera justo cuando nosotros esperábamos, necesitábamos algo de suerte.

Como no solo de sueños viajeros vive el hombre, sino también de desayunos, nos fuimos a tomar uno contundente al Mercado Central, opción más barata, con jugos de papaya desde un sol; y luego caímos por la heladería Tropitop–jirón Sucre, Plaza de Armas-, donde los desayunos cuestan 5 soles, buen servicio y todo muy limpio. 
 
Con la panza llena nos dirigimos al puerto para averiguar sobre posibles salidas de barcos para ese día. Teníamos dos rutas en mente: una que partía al desde PUCALLPA hacia ATALAYA, dirección sur, y otra hacía el norte a CONTAMANA, dirección ORELLANA e IQUITOS. Los barcos que iban hacía Atalaya eran muy pequeños y daban una pésima impresión: a simple vista carecían de una mínima higiene, cosa importante de considerar teniendo en cuenta que hasta Orellana el viaje lleva 4 días; y los tripulantes y ayudantes eran todos hombres, por lo cual no parece una opción muy recomendable para una viajera sola. Asimismo, esta ruta sur no parece muy requerida por viajeros, lo que no significa que no hayamos visto algunos hombres con pinta de hippies subidos en esos barcos, tan felices y contentos. Estas observaciones no quiere decir que todos los barcos sean así, quizás estuvimos en el día menos indicado y en otras fechas haya mejores transportes, solo escribo lo que vi. Todo lo contrario sucedía con la ruta hacía Contamana, es mucho más transitada y por ende la favorita de viajeros y turistas, imagino que mucho tiene que ver el hecho de que es por esa ruta por donde se llega a la principal ciudad de la Amazonía peruana: IQUITOS.



Para saber qué barco iba a partir no quedaba otra que andar por el puerto y preguntar y preguntar. Un buen indicador es buscar a la embarcación en la que se está cargando mercadería porque ésa será la que salga ese día, o el siguiente, o el que le sigue a ese... En la entrada de los barcos se pone una pizarra con el horario y el lugar al que van a partir, así encontramos el ANGEL MIGUEL que, según la información que se leía en su pizarrín, zarpaba ese día a las 05 y 30 de la tarde hacía Orellana, previo paso por Contamana, nuestro destino. El pasaje costaba 25 soles por persona. Optamos por viajar allí. Según la factura, o tiquete, que nos dieron este barco tiene una representación en una oficina que queda en la calle Callao 476 y el número de móvil es el 991551006. De nada.

Puerto de Pucallpa.
Normalmente hay alguien dentro de la embarcación que vende las hamacas, nosotros se lo compramos a un hombre muy simpático: 10 soles cada una más 6 metros de cuerda para colgarlos -1 sol el metro-, asegurarse de que el nudo esté bien hecho ya que vimos a mucha gente caerse apenas acostadas en sus hamacas. Se debe pagar por las hamacas solo la mitad, la otra se hará efectiva antes de partir. El tiquete se paga directamente a los encargados de la embarcación que pasan a cobrar cuando ya se ha partido. Es bueno esto de comprar una hamaca con anticipación porque así se separa sitio, aunque cuando el barco está lleno casi nadie respeta tu espacio y todo es un pandemónium alucinante, pues hay más gente que espacio: pasar sobre ti es una cosa tan natural como el verdor de la selva. Otra recomendación sobre las hamacas: es mejor comprar las de tela, no las de red; si bien aquéllas son más caras también son más fuertes, cómodas y abrigan contra el frío viento de la noche y los mosquitos. 

Volvimos al hotel GUEST HOUSE, donde estábamos hospedados, y encargamos nuestras mochilas a la dueña. Salimos luego a perdernos por las calles de Pucallpa a modo de matar el tiempo. Cuando tuvimos hambre buscamos un restaurante y encontramos “Los Girasoles”, esquina de las calles  Inmaculada y Salaverry; muy limpio, trato cordial, rápida atención y el rico menú por solo 4 soles, más que recomendado. Los restaurantes en el centro de la ciudad suelen ser más caros por eso si uno se mueve un poco hacía las afueras puede encontrar mejores precios, p.e. frente al Hospital Regional, a 15 minutos caminando desde la plaza, se pueden encontrar varios y baratos. La zona es muy tranquila y nos dio la sensación de seguridad. Más tarde nos tomamos unos cafés en el “C est si bon”, recogimos nuestras cosas y nos fuimos al puerto.

Llegamos con una hora de anticipación, algunos dirían que es mejor con dos pues el barco a esas horas ya estaba lleno y quedaba poco espacio para estirar la hamaca, a no ser que la hayas colgado ya desde la mañana como la hicimos nosotros. El barco está totalmente repleto de gente y de un multicolor laberinto de hamacas que hace que todos avancen a gatas en una odisea que pasa por debajo de espaldas colgantes cuando de ir al baño se trata, que, para colmo de males, está abajo, en el oscuro almacén. Hay que sortear bultos, cajas, colchones, animales, motos, electrodomésticos, pesados racimos de plátanos, niños jugando indiferentes en su alegría a lo que pasa alrededor; hay que aguantar los gritos de la sudorosa multitud que entra a vender baratijas, arroz en bolsa, pescados envueltos en hojas de plátano; hay que tener la paciencia necesaria para esperar la oportunidad de poder subir en una escalera por donde baja un río de personas haciéndose espacio a empujones en un espacio donde solo puede entrar una; hay que oír con curiosidad la cantarina pronunciación de este español selvático por momentos inentendible, por momentos agradable.

En el barco desde Pucallpa hacia Contamana. Perú

En el barco desde Pucallpa hacia Contamana. Perú

En el barco desde Pucallpa hacia Contamana. Perú
En el barco desde Pucallpa hacia Contamana. Perú

En el barco desde Pucallpa hacia Contamana. Perú
En el barco desde Pucallpa hacia Contamana. Perú

En el barco desde Pucallpa hacia Contamana. Perú
Hasta que de pronto este viejo monstruo metálico, que luchará las próximas 20 horas con todas sus fuerzas por avanzar por uno de los ríos más largos del mundo, se encabrita y la brusquedad de ese movimiento parece ser el aviso para todos los que no van a viajar: el barco se va. La gente sale corriendo, hay despidos fugaces, el griterío se reinicia y a nosotros nos inunda un sentimiento de emoción y fascinación. Con insólita puntualidad inglesa, a las 05 y 30 de la tarde, se sueltan las amarras y nos internamos en la selva; al fondo, hacia donde nos dirigimos, una manta de nubes algo oscuras nos parecen esperar y uno cree que allí ya llegó la noche aunque en el puerto de Pucallpa todavía el sol deja ver su perfecta redondez que emana una sola y amplia luz que pareciera capaz de abrazar a todo el ajeno y ancho mundo. 

En el barco desde Pucallpa hacia Contamana. Perú
Viajar en uno de estos barcos que surcan las aguas de los ríos y caños de la selva amazónica es estar dentro de un microcosmos flotante que en cierta forma es un colorido reflejo de gran parte de la realidad peruana: aquella teñida de una informalidad por momentos simpática y abigarrada, que no te deja indiferente, a la que respondes con un quejido de rabia o con una cómplice e inevitable sonrisa. Como es sabido los ríos de la Amazonía peruana fungen de carreteras precisamente allí donde es imposible hacerlas. Y tal y como en este país gran parte del transporte terrestre es un reflejo de la idiosincrasia peruana los grandes barcos no podían quedarse atrás. Las mismas incomodidades y experiencias alucinantes las tendrás tanto en un barco de la selva, como en, a pequeña escala, por supuesto, una combi que con exceso de peso sortee los abismos desde Vilcashuamán a Vischongo o quizás en el tren macho de Huancayo a Huancavelica oliendo el pan caliente que las mujeres entran a vender en cada pueblo por el que el afamado tren pasa. 

En el barco desde Pucallpa hacia Contamana. Perú
En el barco desde Pucallpa hacia Contamana. Perú

En el barco desde Pucallpa hacia Contamana. Perú

En el barco desde Pucallpa hacia Contamana. Perú

En el barco desde Pucallpa hacia Contamana. Perú
En el barco desde Pucallpa hacia Contamana. Perú
En el barco desde Pucallpa hacia Contamana. Perú
Pero, ¿me estoy poniendo exquisito y estoy exigiendo que las cosas en lo más remoto de la selva funcionen como en el tren que me llevó de Munich hacia Regensburg?; ¿estoy pidiendo que en las circunstancias en que aquí se vive las cosas funcionen como debe hacerlo un lugar del primer mundo? No, aunque en los primeros momentos me sentí algo incómodo por el desorden y el bullicio y la velocidad con que las cosas se hacían luego fui calmándome y pensando un poco mejor las cosas. Viajar, no solo es llenar tu álbum de fotos (si tal cosa todavía existe con eso del Facebook y Flickr) si no también aprender entre otras muchas cosas a ser paciente, tolerante. Cees Noteboom, autor a quien admiro, dice algo muy cierto: cuando uno viaja uno es el extranjero, no aquellos que viven en el país que se visita. Por ello, ¿a qué viene tanta exigencia caprichosa de que las cosas sean como uno cree que deben ser porque lo ha visto en las grandes ciudades o en el gran mundo? Hay que aceptar que la tierra que se visita tiene otros códigos y criterios que nunca, o casi nunca, se van a condecir con nuestra forma de vivir en casa. Tenemos tanto sentido de superioridad en nosotros que no concebimos ni respetamos otras formas de vivir. Nos creemos ungidos por la gracia del desarrollo y vamos por el mundo vindicando y predicando la sagrada palabra de esa religión -sin querer ver sus incontables desventajas y contradicciones- y cuando llegamos a cualquier lugar en la que no se vive del modo que creemos correcto salen a flote nuestras exigencias, presunciones, caprichos e insultante intolerancia. Viajamos muchas veces ciegos, con la queja como estandarte: nos quejamos de que en casa el cielo no es tan azul o de que la vida es un agobio, y cuando viajamos a otros lugares nos quejamos porque allí no hay las comodidades de casa, ni el desarrollo del que gozamos. Es cosa manida pero no puedo dejar de decirlo: olvidamos que los pueblos al margen de occidente también han hecho aportes a esta cultura mundo en la que vivimos y sin embargo nada de ello les reconocemos. La experiencia de viajar en un barco por la selva pone a prueba la paciencia y el temple del viajero; pero quien sea que haya tenido la oportunidad de hacerlo así no lo olvidará jamás y aquél que ansíe tenerla no se arrepentirá. 

En el trayecto hacia Contamana tuvimos la suerte de ver algunos delfines rosados, lo cual fue una agradable sorpresa ya que los creíamos casi extintos. El barco se detuvo en varios pueblos ya para bajar un mototaxi o una refrigeradora, ya para hacer subir más mercancía. Era increíble ver con qué pericia el “capitán” del navío acercaba el barco a las orillas del río donde pequeños barrancos llenos de lodo fungían de embarcadero. Cuando se acercaba lo suficiente desde la nave se lanzaban desde la proa largas maderas que cumplían las funciones de puentes y por ellas se pasaban todo aquello que se quería bajar o subir. En estos pequeños caseríos, hombres y mujeres sonrientes aunque pobremente vestidos, niños desnudos y correlones, todos se agolpaban para ver la llegada del barco como quien ve llegar un ovni: con incredulidad, con sorpresa. Un barco es su puente con un mundo lejano, pretérito. Sin ellos muchos de esos pueblos quizás desaparecería. Varios niños y mujeres aprovecharon la parada del barco para subir a ofrecer lo que podían vender.

En el barco desde Pucallpa hacia Contamana. Perú

En el barco desde Pucallpa hacia Contamana. Perú

En el barco desde Pucallpa hacia Contamana. Perú
Llegó la noche, se encendieron las primeras macilentas luces del barco y casi de inmediato empezaron a atraer a inacabables miríadas de mosquitos. Y sobre nosotros un enjambre de pálidas estrellas se fue haciéndose visible en medio del añil cielo selvático. Más y más luces se fueron añadiendo a esta profusión luminar y entonces la noche se iluminó y nos dejó ver siluetas deformes en las oscuras estancias de la selva desde donde a veces provenían, estentóreos, los escalofriantes sonidos de los rugidos, chillidos y gorjeos de toda la fauna que allí, en el sombrío espesor de ese mundo vegetal, convivía o se mataba. Alguien encendió en la proa un faro cuya luz ayudaba a ver al “capitán” quien con ojo de lince conducía el barco, río y noche abajo.

Continuará…

Pablo

En Contamana : la perla del Ucayali

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Contamanaha crecido a la sombra de unos cerros de tierra rojiza, cosa curiosa ya que debe ser una de las poquísimas estribaciones en un territorio que no es sino una planicie infinita e indomada que avanza casi inalterable hasta los Andes o, en la dirección este, hasta el Atlántico. Al verlo desde el barco nos impresionó lo grande que es este pueblo amazónico al que imaginábamos pequeño e insulso.

Contamana. Ucayali - Perú.
Aunque la experiencia en la embarcación fue, con todas sus incomodidades, estupenda, no podíamos dejar de sentir el alivio que nos daba la certeza de que podríamos por fin dormir en una cama y ya no en una estrecha hamaca. Eran las 2 de la tarde, habían sido necesarias 21 horas para unir Pucallpa y Contamana en viaje fluvial y tras desembarcar nos fuimos a buscar un hotel. Hay varios en el puerto, bastante baratos pero muy elementales. Luego encontramos, muy cerca de la plaza, un hostal de venéreo nombre: Venus (calle Buenaventura Marquez 124). La habitación doble con ventilador cuesta 25 soles. El hambre apremiaba así que de inmediato almorzamos en el restaurante - tienda Jaimito (Jr. Mariscal Castilla, primera cuadra, a unos metros de la Portada) el menú cuesta 6 soles y es bastante bueno y el servicio rápido y amable, aunque los baños podrían estar mejor,  así que decidimos hacernos habitúes del lugar, tanto en comidas como en cenas. Cayó una lluvia que parecía que no iba acabarse jamás y al rato volvió a salir el sol y las calles se en encendieron de nuevo sus colores perdidos durante las horas de cielo encapotado.

Nos fuimos a caminar por la plaza que es encantadora y animada y tiene un cariz de plaza de algún pueblo caribeño. También paseamos por el malecón Alfredo Vargas, considerado el más grande de la selva peruana. Contamana es una sorpresa agradable por ser un pueblo muy bonito. Fuera de los clásicos circuitos turísticos, se presenta como gran alternativa para aquellos viajeros ávidos de lugares poco comunes, de hecho solo vimos un par de parejas extranjeras caminando por las calles. Muchos bajan un rato en el puerto cuando el barco que viene de, o va hacia, Iquitos se detiene allí pero lo interesante está en el interior del pueblo. 

Contamana. Ucayali - Perú.
 
Contamana. Ucayali - Perú.
Más tarde subimos por la escalera que va al lado de la Comisaria, siempre en la plaza, y nos perdimos premeditadamente por el tranquilo barrio de Jerusalén, en la parte alta. Hasta allí te llevan unas escaleras anchas aunque empinadas. Como ya hemos dicho Contamana se encuentra rodeada de algunos cerros.

Contamana. Ucayali - Perú.



 
Vista de Contamana desde el mirador de Chiringal. Ucayali - Perú.
Vista de Contamana desde el mirador de Chiringal. Ucayali - Perú.


Justamente en unas de esas elevaciones se encuentra el mirador de Chiringal que es uno de los varios que hay en el pueblo y desde donde se pueden tener unas vistas privilegiadas. Llegar allí cuesta un sol en mototaxi. Desde ese mirador vimos uno de los atardeceres más bonitos de nuestras vidas: la restallante belleza del sol era una sonata roja, flamígera, que caía en picada en la dermis incendiada del más inmenso de los ríos.
Vista del atardecer en Contamana, desde el mirador de Chiringal. Ucayali - Perú.

Nuestro deseo era conocer las fuentes medicinales llamadas  “Aguas Calientes”, la cascada Llanto de la anaconda y La Collpa de guacamayos de Contamana, que por la poca información que encontramos en internet era un sitio que se veía de maravillas, lo único malo es que en las páginas web que leímos no encontramos nada que nos indicara cómo llegar allí así que al día siguiente de nuestra llegada fuimos al municipio o ayuntamiento a ver si había una oficina de información turística. Tuvimos suerte porque pese a ser domingo el encargado estaba trabajando; pero, ojo, no es que trabajen los domingos sino que ese día tenían una celebración, así que a no confiarse. 

Había leído yo en la excelente revista peruana VIAJEROSsobre un personaje muy conocido en el pueblo al que todos conocen con un apodo que exuda testosterona: TARZAN. En el artículo se decía de este hombre que era una especie de promotor turístico de Contamana pues conocía muchos sitios de los alrededores y trataba de impulsar la imagen del pueblo. Pero no se decía, o al menos yo no lo recordaba, si él trabajaba para el gobierno de la ciudad o simplemente era alguien que tenía su agencia de viajes. En fin, pensaba yo que era esta persona a quien íbamos a encontrar pero no. Después de varios minutos apareció un joven dicharachero, simpático, delgadísimo y refinado, de voz delicada y algo chillona y modos y gestos delicados. No era Tarzan definitivamente, sino más bien Cristian Hidalgo, el encargado entonces (2010) de la oficina de turismo de Contamana que, según él, tiene que promocionar los atractivos del pueblo con un presupuesto de 800 soles al año.  Cristian es uno de esos personajes con los que uno agradece encontrarse en sus viajes por el Perú: el rara avis clásico que marca la diferencia en tu viaje. Me pareció una persona ambiciosa, conocedora de la historia de su tierra, nada provinciana, atenta a las noticias que suceden en las grandes ciudades del planeta, interesada en los idiomas y las culturas que se fraguan más allá de esa pequeñez de mundo en el que le ha tocado vivir.  Es, en suma, una referencia obligada en caso planees conocer este pueblo.

Aguas Calientes. Contamana - Perú. Foto de la web http://www.vicrequena.org/
Catarata "llanto de la anaconda". Foto de la web http://www.vicrequena.org/
Cataratas de los alrededores de Contamana. Foto de la web http://www.actualidadambiental.pe/
Como ya dijimos nuestra intención era llegar a las aguas calientes pero por esos días se había desatado la lluvia, cosa rara en época seca, es decir a mitad del año, que había sido producido por un “friaje” (grandes masas de aire frío que viene del sur) y el deteriorado camino que lleva a la zona de las aguas calientes estaría más que horrible; “además”, dijo Cristian, mirando el horizonte como quien lee el cielo, “va a seguir lloviendo y mucho”. Eran casi 20 kilómetros que teníamos que hacer en mototaxi, pagando 30 soles. Pero nadie se animaba a llevarnos, una moto se podía quedar atascada en medio del fango y si nos sorprendía la lluvia regresar iba a ser imposible. En las aguas calientes hay una especie de refugio que no es sino una choza sin comodidad alguna (información que nos dieron algunos pobladores) donde no vive nadie y se podría pernoctar si es que se tiene la piel lo suficientemente dura para no sentir picaduras o cositas encantadoras por el estilo. Así que ya saben, si quieren ir (y a juzgar por las fotos el sitio está muy guay) no olviden preguntar si los días anteriores ha llovido, si es así es mejor no ir, todos nos recomendaban eso. Una pena que no haya camioneta que pueda llegar hasta allí. No entiendo por qué las autoridades promocionan el lugar como su principal atractivo y que no haya modo de acceder a él.

Cambio de planes, Cristian nos recomendó ir a uno de los sitios más encantadores que hemos visto en nuestros viajes: Canan de Tipishca. Así que de este maravilloso sitio hablaremos en la siguiente entrada. Hasta entonces viajeros.

Pablo

DATOS UTILES

A Contamana solo se puede llegar en barco, como lo hicimos nosotros, o en avioneta desde Pucallpa por 50 dólares, aproximadamente.

DATOS DEL 2010
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